Ayer tuvimos la dicha de ver cómo se abría la plaza de toros de Madrid tras un paréntesis que nos ha parecido eterno, un año y medio sin toros en Las Ventas era algo que nadie podíamos sospechar. Es cierto que las condiciones a las que nos sometió la pandemia era insalvables pero, barruntamos que estamos volviendo poco a poco a la normalidad y si, como ayer, se dieron toros en Madrid con seis mil personas, ello es la prueba latente de puro manifiesto que, a partir de ahora, aunque sea con dicho aforo, se pueden dar toros en la Villa y Corte.
Confiamos que, mañana, con el permiso de Dios, la señora Díaz Ayuso revalide su título como presidenta de la Comunidad y, desde ese mismo momento, entre otras muchas cosas, dicha dama debe de poner en marcha todo lo relativo al toreo, sencillamente porque la plaza de Las Ventas es propiedad de la Comunidad Autónoma de Madrid y, no hacerlo sería un agravio comparativo de una gravedad extrema, máxime cuando, como sabemos, dentro de unos días se inicia una feria de San Isidro en los aledaños de Carabanchel, es decir, en su plaza de Vistalegre.
Entendemos la situación a la que nos abocó la pandemia, las mismas elecciones que se han dado cita en estos días en Madrid pero, que dicha ciudad haya programado una feria en Vistalegre eso tiene mucha lectura. No queremos ser agoreros, para nada, pero si en una plaza inferior se pueden dar toros con aforo limitado no existe excusa posible para que Las Ventas siga cerrada.
El Centro de Asuntos Taurinos, la empresa y la Comunidad, todos a su vez deben de trabajar juntos para que evitar el ridículo que supondría que Vistalegre diera una feria y Las Ventas quedase cerrada; algo habrá que hacer y, lo que es peor, con mucha urgencia. La prueba ya está superada; esos seis mil aficionados que ayer acudieron ilusionados a los toros están ya garantizados, por tanto, no cabe excusa ninguna para que dicha plaza no reanude su actividad en un brevísimo plazo de tiempo. Ayer, tras la crónica, anunciábamos, como deseo, los carteles que se pueden anunciar en dicha plaza puesto que, toreros del gusto de Madrid, sin ser figuras, los tenemos por doquier.
Como decía, por nada del mundo debemos de consentir que lo de ayer sea flor de un día puesto que, Madrid, como primera plaza del mundo merece los máximos honores de la torería y, repito, si ya tenemos esa base de los seis mil aficionados, no existe excusa alguna para que dicha plaza no reanude su actividad y, por ejemplo, el día de San Isidro, que se festeje al patrón de Madrid con una corrida de toros, al margen de los innumerables actos programados para dicha fecha.
Entendemos que, a partir de mañana, si hay justicia y decencia por parte de los votantes, Isabel Díaz Ayuso debe quedar proclamada como Presidenta de los madrileños y, a partir de ese instante, dicha señora debe de incluir, entre sus prioridades, la fiesta de los toros porque, no hacerlo sería un ridículo más grande que el que hizo ayer Ponce en Madrid y, eso no se puede permitir. Y, es más, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid debe de tomar nota con suma urgencia y pensar que, si Vistalegre es capaz de dar una feria completa con todas las figuras del momento, pese a la reducción de aforo que tiene que soportar, el hecho es de una relevancia extrema. ¿Cómo puede ser posible que una plaza de segunda en Madrid eclipse a la primera plaza del mundo? Cuidado que la pregunta no tiene respuesta.