Dije siempre que el peor mal que azota al mundo de los toros es la falta de oportunidades y, al respecto, los taurinos, todavía lo complican todo más pero, siempre, buscando sus intereses y rentabilidad dado que, el mundillo, en su conjunto, está lleno de miserias por todos los lados.

Así, de repente, los plumíferos al servicio del poder ya pontifican el mejor cartel del “año” en Valencia, nada más y nada menos que Paco Ureña y Daniel Luque mano a mano  frente a los toros de Victorino Martín. No tengo nada contra estos diestros, es más, me alegro que le den cancha a Paco Ureña que, junto a su compañero, lo que tienen, se lo han ganado en los ruedos. Si analizamos veremos cómo llegamos al quid de la cuestión, que no es otro que el maldito dinero para que este quede en manos de la empresa y no en la de los toreros que son los que se juegan la vida.

De todos es sabido que, en este año que termina a Ureña no le dieron ni agua. Y lo poco que le dieron tenía sabor amargo. ¿Acaso aquella encerrona que le dieron en Madrid no era una fórmula para quitárselo de en medio? Y lo lograron. Luego, pobre Paco Ureña, mendigó lo que quiso y un poco más para que le dieran alguna que otra oportunidad pero, salvo la corrida de Sevilla que no le sirvió para nada, todo se desarrolló en los pueblos. ¿Cometieron una injusticia contra el torero de Lorca? ¡La más grande del mundo! Lo digo porque, antes de la pandemia, Ureña había logrado éxitos de clamor que le ningunearon como a nadie.

Pero quiero llegar a lo de la heroicidad de que antes comentaba puesto que, pese a ser justo el mano a mano Ureña y Luque, lo que me quita el humor es ver la forma tan descarada que tienen para quitar un puesto de “trabajo” para los muchos héroes que siempre se han apuntado a dicha divisa.

Por cierto, ¿cómo es posible que estos dos toreros a los que se les dé el tratamiento de figuras del toreo y se tienen que apuntar a los Albaserrada si quieren torear? Eso no lo entiende nadie; bueno, no es mi caso que barruntando lo que pienso voy directamente al grano. Mucha prosopopeya en el citado cartel pero, la realidad no es otra que un tres por dos. Digamos que, como Victorino ha aumentado su caché –y con razón por la gracia de sus toros- hay que abaratar costes.

¿La fórmula? Está clarísima. Adornarles a dichos diestros que van a llevar a cabo una épica sin precedentes, eso sí, con el mismo dinero que si mataran dos toros que sería lo lógico y, de tal modo, que en dicho cartel hubiera entrado otro torero que, como ellos, se lo han ganado en los ruedos. O sea que, el triple de esfuerzo para los diestros cuando el sueldo sería el lógico por matar dos toros.

Es cierto que, como el dinero ha desaparecido para los toreros, lo único que les queda es el oropel de todo aquello que les venden puesto que, de cara al gentío viste mucho aquello de un mano a mano con los toros de Victorino Martín. Hombre, son buenos toreros los citados pero, para el entramado empresarial, lo de figuras del toreo es algo que les han hecho creer porque, nunca en mi vida he visto un mano a mano con dicho toros con El Juli y Morante, por citar a dos de los “grandes”. En realidad no son otra cosa que dos pobres asalariados que tienen que aceptar lo que les den porque ambos, tras los resultados del pasado año sus cuentas corrientes siguen chorreando sangre.

Al margen de las interioridades mezquinas del mundo del toro, insisto, de cara al gentío, ambos toreros, Ureña y Luque serán bien recibidos en Valencia, como en cualquier otra plaza, pero la empresa de Valencia, de un plumazo se ha cargado a un tercer torero que podía haber engrandecido mucho más el cartel pero, ya lo dijo Quevedo, poderoso caballero es don dinero.