Días pasados se celebró en el salón del museo Taurino de Alicante un homenaje hacia la figura de Manzanares, es decir, a José María Dols Abellán, acto que organizó la peña Amigos de Nimes y en el que se difundió la obra del diestro alicantino ya desaparecido para desdicha de todos los aficionados.
Nada que objetar a los organizadores que, al reclamo del diestro desaparecido se llenó el salón de actos, algo muy lógico y natural tratándose de un torero de inmensa relevancia y con una prolífica obra en su haber.
En la mesa del debate allí estuvieron Federico Arnás, llegado hasta Alicante para el evento, Antonio Vigueras, la concejal del ayuntamiento Mari Carmen de España, Luis Miguel Sánchez, Emilio García Consuegra El Lince, Francisco José Palazón actual director de la Escuela Taurina Municipal, y el presidente de la asociación Amigos de Nimes, José María Jericó.
Allí se ensalzó la obra del maestro de Alicante por parte de todos los asistentes, se puso un video con las mejores faenas del diestro, todo ello para que el público asistente pasara un rato agradable puesto que, todo lo organizado merecía la pena.
Conociendo la pulcritud y el buen hacer de José María Jericó al respecto de la organización, no me cabe la menor duda de que la familia de Manzanares estarían invitados al acto y, para desdicha de todos, allí no acudió representante alguno del torero al que se homenajeaba. ¿Qué pasó? Esa es la gran pregunta que no tiene respuesta pero que dejó a la organización con el culo al aire. Es cierto que, de todos los actos que se han celebrado en honor al maestro en Alicante, nadie de su familia ha hecho acto de presencia.
No entiendo nada porque aquello de rendir afecto hacia la figura y obra del torero más emblemático de Alicante que, para colmo, tiene un hijo del mismo nombre con la categoría de figura del toreo y, el chico no se molestó para nada en acudir a dicho acto, puro festín hacia la figura de su progenitor. Podría darse la casualidad de que Manzanares hijo estuviera de viaje, por tanto, ausente de la ciudad pero, todavía me suena más humillante su ausencia porque con toda seguridad, la invitación se la cursaron muchos días antes del evento. ¿Nadie de su familia pudo asistir al acto? Sus razones tendrían pero, les puedo asegurar que, de haber organizado yo el acto aludido, sabedor de que no vendría Manzanares ni ningún representante de la familia, se suspende el acto y el que quiera homenajes que se los pague.
No me gusta, para nada, que el torero famoso, caso de Manzanares o cualquier otro diestro de relumbrón, se les organice un evento alrededor de su persona y que nadie acuda, todo un desprecio en toda regla hacia la organización que, se comportaron con santidad meridiana y, como pago recibieron la más absoluta indiferencia. ¿Será que la fama envilece al ser humano? No me cabe la menor duda. Los ricos, por regla natural, siempre miran a los pobres como seres insignificantes, y así debe ser cuando, como he contado, Manzanares no tuvo el detalle para acudir a un acto en el que su padre era el protagonista.
Una jugada sucia de Manzanares que, sin duda alguna, hirió la sensibilidad de los organizadores, de los ponentes y la de todos los asistentes que, con toda seguridad, esperaban al maestro actual, el que desdichadamente dio la callada por respuesta. A todo eso, la prensa de Alicante como medios informativos, las peñas y demás asociaciones, todos suspirando por el ídolo. Ahí tenéis el pago. Seguid haciéndole homenajes.