Hoy es una fecha para recordar puesto que, desde que acaeció aquel fatal desenlace que acabó con la vida del más grande de los toreros –con permiso de Morante- José Gómez Ortega, más conocido como Joselito, en la plaza de toros de Talavera de la Reina, tal día como hoy se le rendía culto y honor a la memoria de su histórica figura, pura leyenda de la tauromaquia. Era lo lógico, como siempre sucedió que, en tan emblemática fecha Madrid rindiera honores de “capitán general” a Joselito pero, en esta ocasión, como podemos comprobar, en esta efeméride tan significativa, Madrid se ha quedado sin toros.
Menuda tropa tenemos al frente de la plaza de toros de Las Ventas que, por vez primera en la historia, desde que se implantó la feria de San Isidro, el 16 de mayo se queda sin toros, algo que podríamos entender en cualquier plaza del mundo pero que, Madrid, la capital del reino, la que enardeció en repetidas ocasiones junto a Joselito, unos graciosos deciden no conmemorar un hito emblemático como fue la muerte del más grande de los toreros en Talavera de la Reina. Es algo que no entiende nadie puesto que, se necesita ser descerebrado para que Madrid se quede sin toros tan día como hoy. Y, cuidado, que como se comprueba, la empresa ofrece varios días de “descanso” al personal y a los aficionados para que repongan fuerzas pero, por el amor de Dios, ¿no había otra fecha para descansar al margen de las citadas?
Más de un siglo más tarde, la empresa de Madrid, como decía anteriormente, humilla la figura de Joselito al silenciar su persona y su obra en la fecha más emblemática que recuerda el mundo del toro. Nadie puede entender semejante desacato pero, tras lo visto, de dicha empresa se puede esperar todo, desde el aumento estratosférico del precio de las localidades, hasta que en esta fecha tan significativa Las Ventas esté cerrada por decisión empresarial. Es cuestión de gusto, de empatía con la historia, de rememorar la figura del que ha sido la leyenda más grande del toreo y, insisto, la empresa cierra la plaza en esta fecha que debería de haber sido emblemática como ha sucedido siempre a lo largo de la historia.
Los responsables de la plaza de toros de Madrid, tanto empresa como políticos, todos deberían saber que este coliseo nació bajo los efluvios de Joselito que, dada su popularidad en su época, sabedor de que todo el mundo le quería ver, propició que se construyeran plazas monumentales para que, con un gran aforo nadie se quedara en la calle, hasta el punto de que se construyó en Sevilla la llamada Monumental, coso fantástico pero que molestó mucho a los maestrantes, hasta el punto de que muy pronto la echaron abajo. Y del modo, bajo el espíritu joselitista nació la monumental de Las Ventas puesto que, las anteriores plazas de Madrid ninguno tuvo la mitad de foro que Las Ventas. Una obra que no pudo contemplar Joselito pero que, insisto, nació bajo los efluvios de su personalidad arrebatadora que, como se comprobó con tales edificaciones, todo el mundo le daba la razón a José Gómez Ortega Joselito.
Al parecer, esta tarde, para conmemorar la efemérides más emblemática del mundo de los toros, hay un acto en la plaza de Las Ventas en el que recordarán la figura de José Gómez Ortega, una chapuza en toda regla puesto que, hoy, Madrid no podía quedarse sin toros, lo demás que hagan serán paños calientes.
En la imagen, José Gómez Ortega, Joselito, el rey de los toreros.