Para sorprenderse uno solo tiene que observar lo que va sucediendo por esas plazas de Dios y, de repente, te encuentras con el artículo hecho; es decir, no hay que analizar mucho ni investigar nada para comprobar que, la parodia siempre llega de las manos de los poderosos y, la honradez, por parte de los humildes. ¿Qué es mejor? Sin duda, la honradez, aunque muchos se inclinen hacia aquellos festejos donde el toro no aparece ni por casualidad. Se me ocurren dos ejemplos que hablan por sí mismos; dos festejos en que sus protagonistas todos salieron en hombros. Analicemos.

Días pasados se celebró una corrida de toros en Añover de Tajo con bicornes de Valdefresno, lidiados por Fernando Robleño, Diego Carretero y Adrián Salenc, los cuales salieron en hombros tras haber logrado el triunfo. De igual modo, siguiendo con el ejemplo, se celebró en Ronda la llamada corrida Goyesca con todos de Jandilla y con Roca Rey y Pablo Aguado como lidiadores que, como la corrida antes citada, fueron izados en volandas por el éxito. Dicho de tal modo, nadie experimentará discrepancia alguna pero, al final del texto, cuando todo el mundo vea las fotos de ambos espectáculos es cuando se apreciará la diferencia.

Desdichadamente moriremos en este vano intento por aquello de buscar la justicia en el mundo del toro; de que no arreglaremos nada es una verdad incuestionable porque no manejamos los hilos de la tramoya taurina y, son siempre los demás los que deciden pero, en nuestro caso, pese a todo, sí nos compite decir la verdad, buscar las diferencias entre los espectáculos y, sin duda alguna, contárselo a las gentes para que ellos sepan y, sin duda, que decidan libremente hacia donde encaminar sus ilusiones.

A mí, la corrida de Añover de Tajo me ha parecido el festejo más digno del mundo, la corrida con más arboladura que se ha lidiado en lo que llevamos de temporada y, para colmo, los toros del señor Fraile quisieron colaborar con la grandeza de los diestros que, a base de jugarse la vida fueron capaces de entender aquel torrente de bravura que, por supuesto, nada tuvo que ver con los animalitos que se jugaron en Ronda que, más que un festejo mayor, aquello parecía un entrenamiento para las figuras por aquello de no quedarse un día parados. En Ronda, para colmo, hasta tuvieron cojones de colgar el video para que todo el mundo viera el esperpento, mientras que lo de Añover de Tajo, dignamente, pudimos ver el reportaje por televisión.

Como antes dije, las estadísticas que suelen ser muy frías y sin ningún análisis, nos dijeron que en ambos festejos los toreros fueron triunfadores, incluso salieron por la puerta grande pero, más allá de las estadísticas está el razonamiento crudo y duro de todo lo que aconteció en los ruedos citados. Es ahí donde quiero enfatizar para que todo el mundo compruebe lo que vengo explicando durante tantísimos años para que no quede la menor duda al respecto. Desgraciadamente, las figuras triunfan con el medio toro que, por regla natural ofrece todas las ventajas del mundo. Desde la otra trinchera, cuando se lidia el toro auténtico aparecen los héroes de la tauromaquia que, despreciando su vida son capaces de lograr el éxito sin trampa ni cartón.

Pese a las figuras, infinidad de pueblos de España, este año se han inclinado por la belleza y autenticidad del toro en todo su esplendor, razón por la que los ganaderos legendarios están lidiando en lugares nada comunes pero que, gracias a estos hierros carismáticos, toreros que estaban en el dique seco están toreando mucho más de lo que pudieran imaginar y, a su vez, los criadores de toros auténticos lidian sus reses que, como se comprenderá, siempre es mejor que llevarlos al matadero como sucediera el pasado año. Como dije, la pandemia ha servido para impartir un halo de justicia que no es otro que ver torear a diestros postergados por el taurinismo que, lógicamente, no tenían –ni tienen- cabida frente a los toros moribundos.

Gracias a la cámara de nuesro compañero Alberto Moreno podemos ver la grandeza de unos toros ejemplares que le dan sentido y hermosura al espectáculo. Las de Ronda, por el contrario, preferimos no publicarlas para no herir la sensibilidad de nadie puesto que, aquellos toros daban grima  por su escasa presencia, trapio y, sin duda, por sus pitones indecentes.