Mientras en España no se promulgue una ley en la que, tras las elecciones, pueda mandar el partido más votado nos encontramos ante la barbarie más insospechada porque, como se ha demostrado en miles de sitios, se juntan tres partidos basura y eclipsan al ganador; el que fuere, nada me importa. Pero es aberrante, yo diría que criminal que, tres malditas fuerzas tengan opción para unirse y destronar al ganador.

Por regla general, mejor digamos con absoluta certeza, esas tres fuerzas de las que hablo son siempre de izquierda, extrema izquierda y separatistas, como no podía ser de otro modo. ¿Qué se puede esperar de dicho bodrio ante la sociedad en que vivimos? Nada, si acaso, ver como se llenan los bolsillos porque la sociedad a la que dicen representar les importa una puta mierda. Las pruebas son elocuentes en todos los lugares donde mandan estas fuerzas aberrantes y malévolas.

En Valencia, como sabemos, manda el PSOE, Compromís y Valencia en Comú; es decir, tres partidos separatistas, comunistas y repugnantes que, lo único que le han traído a la Comunidad Valencia no ha sido otra cosa que hambre y destrucción; eso sí, ellos no se irán de vacío, Pablo Iglesias es el ejemplo, como todos los podemitas de todos los lugares de España que, la nación, el país, como queramos llamarle y sus ciudadanos les importan nada, pero sus bolsillos han aumentado de forma considerable; y decían defender a los pobres.

El triunvirato citado hace todo lo posible para que los toros no vuelvan nunca más a la comunidad Valencia, incluso en la modalidad de Bous al Carrer que durante toda la vida de Dios han sido santo y seña para nuestra tierra. La pandemia les ha venido como anillo al dedo para llevar a cabo la maldad que tienen en sus entrañas, de ahí las prohibiciones de todo tipo al respecto. Eso sí, la tal Isaura Navarro, la tipeja que pone trabas en todo y que milita en Compromís, días pasados acudió a Barcelona para asistir a un concierto de un grupo de rock que tuvo lugar en el Palau San Jordi con cinco mil personas como asistentes. Y, por el contrario, para la celebración de una corrida de toros solo admiten un aforo de ochocientas personas porque, claro, quieren cuidar de nuestra salud. Haced lo que yo digo, pero no lo que yo haga, ¿verdad, Isaura?

No admiten nada que a ellos no les guste y, repito, lo del Covid les ha venido como anillo al dedo para llevar a cabo sus maldades. No es menos cierto que, mientras todo eso ocurre, según hemos podido saber, Compromís, el apestoso grupo político de la señora Isaura Navarro, está siendo investigado por la agencia Valenciana Antifraude porque han descubierto que, presuntamente, dicho partido destinó 772.576 euritos en complementos salariales para los concejales de dicho partido. ¡Y decían que eran honrados! Lo eran, como los sociatas, mientras no mandaron; es decir,  si no tienen la “caja” a mano los de izquierdas son todos muy honrados. Una vez que les hemos dejado que manejen la caja pública, todos están demostrando lo mismo, llevarse lo que puedan, caso de Podemos en Madrid que, como es notorio, están siendo investigados por mil cuestiones. Y no digamos nada de los ERES de Andalucía cuando mandó el PSOE, cientos de millones se perdieron de las arcas del estado para ir al bolsillo de los dirigentes sociatas pero, como vemos, a ese asunto se le echó tierra de por medio y no hemos vuelto a saber nada.

Mal lo tenemos en Valencia como comunidad al respecto de los toros. Mal no, lo siguiente que es el averno. Eso sí, si se quiere organizar cualquier tipo de concierto o similares, como pasó en Barcelona, no hay pega alguna. Como decía Toni Cantó, ¿qué se puede esperar de una sectaria comunidad como la nuestra en la que, por ejemplo, un médico de Madrid no puede operar a un paciente valenciano porque no sabe nuestra lengua valenciana?

Hasta ese punto llega la barbarie. Mientras en Madrid nadie es extranjero, en Valencia, todo el que venga de Albacete ya lo es y, las pruebas son contundentes. Se sacaron de la manga esa puta historia de valenciano como arma arrojadiza para los que vengan de fuera y, ese idioma, el que hemos hablado en muchos pueblos de  nuestra comunidad  no se ha perdido jamás porque, mis abuelos lo hablaban, mis padres también y, el que suscribe, en casa habla valenciano pero, nunca como imposición maldita porque hablar valenciano no sirve para nada, salvo para que los borregos de turno de la política se suban a ese carro para intentar “defendernos”. Insisto, ¿cómo es posible que un médico de Madrid, de Salamanca, o Almería, no pueda opositar a una plaza en un hospital valenciano porque no sepa hablar en valenciano? ¿Acaso el bisturí sabe de idiomas? Somos el maldito calco de Cataluña y así nos va.

Despidámonos de los toros en la Comunidad Valenciana, pobres Bous al Carrer y pobres todos los que quieran defender la fiesta de los toros que, apañados vamos todos con estas gentuzas. Eso sí, mientras Valencia es pura prohibición, Ximo Puig sigue siendo investigado por los innumerables favores concedidos a la empresa de su hermano que, a priori, como tal, nos parece de una dádiva generosa por parte del Presidente, todo ello si no fuera porque esa dádiva aludida, la practica con el dinero de todos valencianos. Hay que ser sinvergüenzas ¿verdad? Mejor dicho, hay que ser de izquierdas para ostentar ese “título” del que, presumiendo de honrados, las pruebas nos dicen todo lo contrario. Son de izquierdas, nunca podremos pedirles mucha decencia, el presidente del gobierno es la prueba de lo que digo. Sí, ese tipo que le llamó indecente a Rajoy, pero él llegó a la presidencia del gobierno sin que nadie le hubiera votado y, cuando llegó el momento de las urnas, tampoco ganó las elecciones pero, buscó en las alcantarillas de la podredumbre y dentro de dichas cloacas halló lo que buscaba para ser el mentiroso presidente de España.

Fijaros bien en la cara de los sujetos que aparecen en la foto. ¿Alguien les fiaría una sola peseta?