Gracias a su talento, todo el mundo conoce a Pablo Díaz, el joven concursante del programa Pasapalabra de Antena 3, un chaval apenas, que lleva más de doscientos programas quedando triunfador cada tarde ante sus adversarios, sencillamente por el talento que atesora, algo que admiramos todos. Para colmo, en su vida profesional es violinista; es decir, no le cabe más arte y talento en su cuerpo.

Sus seguidores, como es natural y lógico, se cuentan por miles; como decía, yo creo que en estos momentos, Pablo Díaz es el rostro más conocido de la televisión, cosa muy lógica porque el muchacho se lo ha ganado con su aporte cultural y, que un programa de tipo cultural tenga cabida en una televisión de España eso es todo un milagro. Al respecto, Pablo Díaz es el protagonista, el dueño y señor de dicha causa en la que nadie le ha regalado nada y en la que ha estado varias veces muy cerquita de llevarse el bote acumulado que, en estos momentos roza casi los dos millones de euros.

Es más, Pablo Díaz ha sabido granjearse la simpatía de todos con la suya propia; verle es creerle pero, hace unos días salieron de su boca unas palabras en las que arruinó su prestigio, algo muy lamentable para un hombre que acaudala tantas virtudes como él. Insisto que nadie le discutirá su talento, su capacidad para reaccionar ante el juego en el que concursa, todo un modelo de espontaneidad rociado de la cultura al más alto nivel, todo ello en manos y sentidos de un hombre con un talento fuera de lo común.

Pablo Díaz se metió en un “charco” que no le correspondía y, lo que es peor tampoco venía al caso. Como se demostró, quiso hacerse el gracioso a contestar un tuiter que había escrito Pablo Casado diciendo que aquí todo el mundo es libre o no de ir o no ir a los toros al haber asistido él a una corrida de toros en Vistalegre y, el tal Díaz aquello le sentó como una puñalada en la espalda. ¿Qué hizo Pablo Díaz? Contestó a Pablo Casado pero con muy malas maneras y peores formas. Ante todo demostró que, siendo un sabio, no deja de ser un ignorante, no porque sea de izquierdas, pero sí por las sandeces que dijo sobre la fiesta de los toros y, como toda la basura de izquierda, mostrándose muy dolorido diciendo que los toros son subvencionados por el gobierno. O sea que, como quien no quiere la cosa y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, Díaz mostró su debilidad por la izquierda y ese odio exacerbado que tienen los comunistas a la fiesta de los toros.

Ya tiene una asignatura pendiente Pablo Díaz porque ante todo, él que ha leído tanto y es un hombre muy instruido, debería saber que el gobierno de España no aporta un solo euro para los toros puesto que se trata de un espectáculo que sobrevive por sí mismo; o mal vive, nada importa, pero sin la ayuda de nadie, algo muy distinto con lo que el gobierno si define como cultura, caso de los bodrios del cine, asociaciones de maricones y lesbianas y todo esta retahíla de asuntos absurdos como esa compañía aérea venezolana y demás chiringuitos que, todos sin distinción, son subvencionados por el gobierno.

Me ha dolido en el alma que, todo un sabio se comporte como un ignorante, sencillamente porque antepone primero la vida de un animal a la de hombre y, no contento con ello argumenta que esa fiesta la pagamos todos los españoles; los españoles que pasamos por taquilla, señor Pablo Díaz. Un hombre de su talla que ha alcanzado ese rango de popularidad, por respeto a los televidentes no puede mostrar ni sus inclinaciones sexuales, ni afiliación política y, mucho menos, denigrar la fiesta de los toros con el consabido argumento del sufrimiento animal, asunto muy manido entre la maldita izquierda que todo lo quiere destruir.

Pablo Díaz que tanto ha leído y se ha instruido como pocos, le ha quedado esa asignatura pendiente, la de no dejarse llevar por esa corriente mortecina que arrastra a millones de ignorantes que siguen creyendo en la doctrina marxista, la que promulgan los políticos de izquierdas con sus mentiras y falsedades, pretendiendo un pueblo aborregado para que ellos vivan como reyes y, claro, una de las consignas de estas gentuzas es echar pestes por las boca contra los toros. Y digo yo, ¿para estos golfos de la política y demás adláteres no tendrá España problemas mayores que atentar contra los toros?

Empieza por A: Tipo que critica la fiesta de los toros sin conocerla. ¡Atrevido! Empieza por E: Emitir juicios de valor sobre quién financia la fiesta de los toros. ¡Estúpido! Empieza por I: Hablar sobre algo que se desconoce. ¡Imbécil! Empieza por S: Pronunciarse sobre un asunto que alguien te ha contado: ¡Sectario!

Lo dicho, Pablo Díaz, tú que tanto sabes, analiza un poco la fiesta de los toros, ve leyendo la singularidad de la misma y, ante todo, preocúpate de saber quién financia este espectáculo maravilloso, los tuyos seguro que no.