Algunos malintencionados siguen atacando a Morante de la Puebla en su condición de ciudadano de este país porque, el artista, como ser humano y como hombre, se ha declarado de derechas, incluso es amigo personal de Santiago Abascal. Y digo yo, ¿se trata de algún crimen lo que está haciendo Morante al declararse partidario de una formación política que solo pide justicia y libertad para todo el mundo? He dicho bien, justicia y libertad, aunque a muchos les suene raro.
Como quiera que solo vivamos de las realidades y, hechos son amores y no buenas razones, respecto a Vox, con todos nuestros respetos a Santiago Abascal como político y a su vez, en calidad de aficionado y, por cierto, de los buenos, a dicha formación todavía no se le conoce corrupción alguna. Ya quisiera, por ejemplo el PP poder decir lo mismo pero, es imposible porque esas siglas han quedado manchadas, laceradas por la corrupción de la que, muchos de los hombres actuales no tienen culpa alguna pero, la gran verdad es la que digo, VOX sigue inmaculado como partido si de corruptelas hablamos.
Del PSOE prefiero no hablar porque además de las mentiras que dice el amo del partido, hechos corruptos los tienen por doquier pero nadie es capaz de reconocer tales errores; nadie de los mandatarios actuales porque si le preguntásemos a Joaquín Leguina, entre otros hombres honrados de izquierdas, seguro que podrían el grito en el cielo, -como en verdad lo han puesto-, al comprobar la realidad de lo que ha quedado aquel partido otrora glorioso pero que, apenas quedan sus siglas putrefactas por el altísimo nivel de corrupción que ha tenido este partido a lo largo de su historia.
Y no hablemos de los macabros de Podemos que, hasta los niños de pañales saben cómo se creó dicho partido y quién lo financió; es decir, allende los mares, desde la dictadura chavista llegaron cientos de miles de euros para que se instalara en España el régimen totalitario que solo conduce a la destrucción y al hambre del propio individuo; eso sí, destruir a los demás porque todos los gandules que están en el gobierno viven como monarcas porque para eso les votaron, para vivir del cuento, dictar leyes criminales, querer destruir por completo la fiesta de los toros, amén de tres mil cuestiones más de las que son dueños y señores, siempre con la bandera de la maldad.
Queda claro que, ante los hechos constatados, VOX es un partido inmaculado, quizás porque no ha llegado al poder pero, no es menos cierto que, de momento, como explico, no ha tenido ni el menor atisbo de delincuencia entre sus filas. ¿Se imagina alguien si a Santiago Abascal lo cogieran en un renuncio? Ufffffff…no quiero ni que me venga a la mente. Le cortarían la cabeza de inmediato. Pues ese mismo señor del que hablo, el que defiende la libertad de los españoles, además de ser un vasco ejemplar, es amante de los toros y, para que su dicha sea mayor, es amigo de Morante de la Puebla. ¿Cabe deleite mayor para ambos?
He puesto estos ejemplos para que todo el mundo vea cómo y de qué manera funciona la política en nuestro país pero, al margen de todo ello, los artistas de la torería pueden ser del partido que quieran, nadie se lo impedirá y si lo son por puras convicciones personales, alabado sea Dios. Ahí está el caso, entre otros muchos artistas de la torería que hemos conocido, de don Antonio Chenel Albadalejo, más conocido como Antoñete que, jamás dudó en confesar que era de izquierdas. Y lo era porque, Antoñete sabía que a su padre lo mataron en la guerra, al igual que, desde la otra trinchera asesinaron a miles de personas inocentes. Lógicamente, Antoñete tenía sus razones para militar junto a la izquierda porque su padre murió en el bando perdedor, al igual que a la inversa como he explicado ahora mismo. Y digo yo, ¿le perjudicó de alguna manera su militancia izquierdista como torero? Para nada. En aquellos años, como sucede ahora con Morante, Antoñete fue un hombre respetadísimo al que, si alguien le hizo daño no fueron otros que los mismos taurinos, e incluso él mismo por su bohomonía que, en muchas ocasiones le llevó al ostracismo pero, insisto, nadie en el mundo le espetó su condición de hombre de izquierdas porque, amigos, el arte tiene mucho más peso que la política en sí, Antoñete era el ejemplo de lo que digo. Como lo es ahora mismo ese genio llamado Morante de la Puebla.