Al margen de toda la programación que tiene prevista el canal One Toro de cara a esta temporada que está a punto de arrancar que, para deleite de los aficionados dicen que retrasmitirán más cien festejos, eso alegra a cualquiera. Es cierto que es una cadena privada y tenemos que comprar el abono, cosa lógica y, a su vez honesta. Ponen a la venta un producto, te gusta, lo compras y aquí paz y allá gloria. Es el caso de One Toro, otra cosa muy distinta es que dicha cadena nos tome el pelo como ocurrió el pasado año.
Digamos que, con un canal privado tenemos aseguradas muchísimas retransmisiones por el módico precio de un café por cada espectáculo. Miel sobre hojuelas que decían antes los revisteros. De que lo disfrutaremos, con toda seguridad con el permiso de Dios y, a su vez, aconsejamos a todo el mundo que se haga partícipe de dicho canal que, con todas las carencias que ha mostrado, pese a todo, ha sido importante su papel al respecto de la tauromaquia.
Al margen de ello, las cadenas en abierto, caso de las televisiones de las respectivas comunidades, toda están dando ya lo primeros pasos para ver quién se posiciona mejor de cara a los aficionados. Barrunto que se lleva la palma Castilla-La Mancha -CMM- televisión, pero, seguida muy de cerca por Canal Sur, Tele Madrid y demás televisiones de menor entidad pero que, todas, al unísono, abogan por la fiesta y, siguiendo el eslogan de Martín de Blas, nosotros retrasmitimos lo que otros organizan y, es la pura verdad. Las cadenas televisivas jamás tendrán culpa alguna de todo aquello que suceda en la arena. ¡Faltaría más!
Dicho lo cual entra en escena la televisión que pagamos todos los españoles, la que ningunea a los aficionados por el capricho de unos dirigentes nefastos auspiciados por Pedro Sánchez para que, de una vez por todas desaparezca la fiesta de los toros. Hay que ser hijos de mala madre para actuar de semejante modo. Vamos que, si Matías Prats levantara la cabeza se moriría no sé si de rabia o de pena, o quizás por ambas cosas juntas. Una televisión que, atiende a todo el mundo; deporte de toda índole, reportajes diversos que son la admiración del mundo, programas musicales: cualquier evento que se nos pase por la cabeza tiene cabida en la televisión de todos, menos los toros, claro está. Por supuesto que, fueron varios millones de personas los que el pasado año -como todos- acudieron a los recintos taurinos, prueba fehaciente de que existe afición y que cientos de miles de personas que por razones de salud o de edad no pueden asistir a las plazas agradecerían muchísimo, como ocurría antaño, ver los toros por la tele.
Produce asco TVE porque, en ocasiones cuando se trata de una manifestación gay se vuelcan con ardor para difundir la mariconada pertinente -nunca mejor dicho-, todo ello para satisfacer el ego de un colectivo absurdo que, no contentos con ser maricones, quieren que se les enaltezca en sus derechos. Puesto lo hace TVE con sumo gusto, con enorme agrado. Al parecer todo eso tiene la lógica de que, incluso desde el mismo gobierno tenemos especies como la citada, es “lógico” que se les atienda, algo que nadie discriminaría si no fuera porque a los aficionados a los toros nos tratan como si fuésemos apestados. Y dentro de todos los males, démosle gracias a Dios que en dicho canal siguen emitiendo el programa Tenido Cero.
Entre unos y otros, me refiero a los políticos, al paso de los años han abandonado la sana costumbre de mostrar la mejor fiesta del mundo a los españoles y, llegado el momento, cosa que ocurrió con el asqueroso de Zapatero a la cabeza, se eliminaron los toros de dicha cadena. Es cierto que, Rajoy, como era un maricomplejines no reparó en la cuestión y, una vez Pedro Sánchez en el poder, maricón el último, nunca mejor dicho.