Hemos empezado el año con buen pie, por ello, salud y bienestar para el toreo en pleno, de forma muy concreta para los señoritos del toreo que, como se demuestra han empezado por la puerta grande, eso sí, dejándose en la calle a los que más lo necesitan que, como el mundo sabe, son los toreros que, desde siempre anhelaban tener una oportundiad en Valdemorillo. ¡Su gozo, en un pozo! Otra vez será, hermano.

Cualquiera se queda de piedra al ver los carteles de Valdemorillo que, ante todo, son un cántico a los señoritos del toreo lo que nos hace sospechar que, los pobres ya no tienen cabida en lado alguno. Pensemos que, Valdemorillo ha sido siempre una feria de oportunidades para chicos que tenían condiciones y, dicha plaza, al lado de Madrid, podría darles el caché suficiente para poder pedir contratos en otros lugares pero, cuando comprobamos en qué ha quedado dicha feria, repito, siento náuseas.

Las figuras lo quieren copar todo y, aquello de que se imparta un poco de justicia y equidad les importa una puta mierda, la plaza citada es el ejemplo de lo que digo. Hay que rebañar los pocos euros que allí se recauden para que vivan solo los señoritos del toreo; los pobres, como se comprueba no tienen derecho a nada. No me cabe la menor duda de que dicha feria ha sido confeccionada desde Madrid porque, Valdemorillo, como tal, jamás hubiera cometido semejante dislate.

Pena, tristeza, dolor, rabia, impotencia y cualquier sentimiento de que nos acongoje puedo sentir ante lo que he visto anunciado en el pueblo serrano madrileño. Las máximas figuras del toreo acuden a dicha feria sin remilgo alguno. ¿A qué precio? Nada importa. Lo que les preocupa es que no haya oportunidades para nadie para que suceda lo que ha pasado en Valdemorillo, ellos se lo han guisado y ellos lo degustarán. ¿Será que las figuras del toreo no tienen vergüenza? ¡Sin lugar a dudas!

Si le preguntásemos al noventa y nueve por ciento de los toreros actuales, figuras al margen, para que nos dieran su opinión al respecto de dichos carteles todos dirían lo mismo: ¡Nos han buscado la ruina! Es decir, los señoritos del toreo han arrancado de cuajo las ilusiones de todos aquellos chavales que, esperanzados ante lo que han sido sus triunfos, anhelaban entrar en esta feria, otrora humilde y hecha para dar oportunidades a chicos válidos con condiciones para ser toreros importantes. No voy a dar nombres de cuantos se han quedado compuestos y sin contratos; chicos que, como se ha comprobado, tienen condiciones para ser toreros pero, amigo, las figuras tienen mucho peso y, como se comprueba, el que no pueda comer que se joda que, insisto, -así pensarán ellos los contratados- no hay nada más horrible en este mundo que ser pobre porque no tienen cabida en lado alguno.

¿Cuál será el caché de las figuras en Valdemorillo? Nada importa. Lo que haya, con eso es más que suficiente. No tenían bastante con Olivenza que, hasta se han hecho los amos de la primera feria de la temporada. Sigo sin entender nada. A las figuras deberíamos de exigirle que maten el toro de verdad, no que se traigan toritos amaestrados a Valdemorillo para entrenarse de lo lindo de cara a la temporada. Pensemos que, en dicha plaza, por regla natural, se daban oportunidades y, para mayor dicha, hasta se lidiaban toros auténticos. ¿Se imagina alguien qué tipo de toro saldrá en Valdemorillo para que Morante se sienta a gusto? No hace falta ser mus listo para pronosticar lo que allí ocurrirá; vamos que, se podrán hacer las crónicas antes de los festejos y, seguro que no fallamos nadie; nadie de los que entiendan este espectáculo con la verdad que debe atesorar.

Quisiera escuchar, junto a la luz de una chimenea, todo aquello que pensarán al respecto aquellos diestros humildes que, aferrados a sus éxitos ansiaban ser contratados para dicha feria. Es cierto que no cabrían todos, eso lo saben hasta los chinos. Pero sí había seis puestos muy necesarios para seis diestros ilusionados que, con toda seguridad hubieran hecho la felicidad de los aficionados del lugar. Como aficionado, al único que salvo de dicha feria es a Diego Urdiales porque toreó en dicha plaza cuando no era figura y en esta ocasión debe de impartir su torería excelsa pero, en el caso de Morante ha demostrado ser un acaparador de festejos sin importarle ni el dinero ni el lugar, la cuestión es joder a los más necesitados.

El empresario no ha descubierto la pólvora, lo único que ha hecho ha sido seguir las directrices que le han marcado desde Madrid para que, toreros más vistos que el TBO se los tenga que tragar Valdemorillo por cojones. Ferrera, Luque, Cayetano, Perera…..¡Menuda novedad en dicha feria! ¿Verdad? Otro dato revelador es el de los toros. ¿Se imagina alguien qué tipo de toros saldrán por toriles y de qué manera llevarán los pitones? No hace falta ser muy docto para adivinar todo.

Como explico, para los claveleros, los serviles de las figuras, los señoritos de Madrid y la farándula en pleno, para todos ellos es la feria perfecta pero, qué lejos queda Valdemorillo cuando daba oportunidades a diestros que las merecían.

Sin lugar a dudas, el toreo, la torería humilde ha recibido una estocada en todo lo alto con dichos carteles. Que Dios no coja confesados.