Como digo en el enunciado, lo ideal en estas fechas es felicitar a todo el mundo puesto que, es el sentir de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que, en realidad, somos la inmensa mayoría. Pero este deseo no queremos que quede en estos días puramente navideños como es costumbre puesto que, repito, nuestra felicitación queremos que se haga extensiva para todo el año ¡qué digo! para toda la vida.

Es cierto que, al escribrir estas líneas manda el corazón, lo más bello del mundo porque ahí no existen conflictos de ningún tipo; todo es felicidad, digamos que, anhelamos vivir en un mundo idílico que,  a ser posible, sería como tocar el cielo con las manos. No es menos cierto que, tras despertar de este sueño llamado Navidad tenemos que afrontar la vida cotidiana que nada tiene que ver con los sueños.

¿Por qué digo todo esto? Sencillamente para que pongamos los pies en el suelo, le demos rienda suelta a nuestro cerebro que es el que piensa y razona y afrontemos la realidad en la que vivimos que, desdichadamente, en nada se parece a la buena voluntad de los hombres y mujeres de bien.

He dicho que le demos rienda suelta a nuestro cerebro que es el que nos tiene que regir en el día a día; lo ideal, como decía, sería que escuchásemos a nuestro corazón pero, como sabemos, las circunstancias en que vivimos no nos lo permiten. Lamentablemente, somos nosotros y la política, es decir, los políticos que nos van a regir dentro de cinco minutos que, si Dios no lo remedia, sembrarán de desdicha, odio, hambre, rencor, miseria y maldad a todos los corazones nobles que todavía existen bajo la faz de la tierra.

Está muy bien que nos felicitemos, pero no olvidemos por nada del mundo en las manos que hemos caído que, al final, solo nos quedará ampararnos en Dios, hasta los incrédulos no tendrán más opción que aferrarse a neustras convicciones, los que somos creyentes en la fe divina. Hasta este momento, como se demuestra, la gran mayoría hemos vivido con una dignidad admirable pero, convengamos que dentro de muy poco tiempo, esa dicha será historia.

Pienso que no somos conscientes de todo lo que se nos avecina que, por lógica, la hecatombe que tienen prevista nuestros políticos afectará ante todo a las bases de la sociedad humilde de España, es decir, a todos los que han votado a esas gentuzas que sembarán España de hambre, miseria y desolación. Lo dicho suena muy fuerte, pero es una realidad que aplasta. Podría dar miles de pruebas que certificarían lo que nos ocurrirá dentro de pocos meses, pero es algo sabido por todos, aunque muchos no lo quieran reconocer.

La cuestión en estos instantes no es desearnos felicidad, yo diría que es mejor que nos desemos suerte que mucha falta nos hará a todos; a los aficionados a los toros y, sin duda alguna al pueblo español que se ha metido en un callejón sin salida que, repito, los pobres ignorantes que han dado sus votos al comunismo, para desdciha de ellos -y de todos- lo pagarán carísimo. Mientras unos hijos de padres desconocidos abogan por al comunismo haciéndoles creer a los ignorantes que eso es un modelo de vida, ellos, viven en mansiones y tienen cientos de miles de euros en el banco.

Eso sí, seguid votándoles; en realidad, no hará falta porque el bienestar de España, dentro de pocos meses será un maldita página escrita para la historia de nuestro país. Es decir, cuando ya no quede nada veremos a quién votáis; cuando no haya pan en vuestras casas seguro que se lo pediréis a Pablo Iglesias y, lógicamente, en su mansión de Galapagar os recibirá a todos con los brazos abiertos.

Y, pobre Rey, me preocupa muchísimo. Veo lo que le sucedió a su bisabuelo y, al pobre debe de estar meditando sobre su futuro. ¿Qué sentido tiene la Monarquía frente a un Gobierno que la odia con todas sus fuerzas? Id anotando que con toda seguridad dentro de poco todos me daréis la razón. Claro que, luego ya será tarde; es calamitoso que, para que aprendáis la lección teneís que estar en la más vil de las miserias. Por cierto, vosotros, votantes del  comunismo ¿habéis conocido a algún comunista que dé algo a sus hermanos pobres?

Que Dios os proteja a todos que mucha falta os hará.

Pla Ventura.