Jean Luc Courturier, empresario francés, se enamoró de la ganadería del Cura de Valverde allá por 1990, al presenciar una dura y encastada corrida en Alès: señas de identidad de la casa. Jubilado de sus obligaciones profesionales dio rienda suelta a su pasiónm comprando la ganadería en 2012.

La ganadería la formó, en 1941, Juan Sánchez Rodríguez, adquiriendo la de Vicente Charro, de origen Gamero Cívico. Posteriormente añadió ganado del Vizconde de Garcigrande (de procedencia de Conde de la Corte) y la refrescó con dos sementales del mismo hierro (esta es la base de la ganadería del Valverde). Por tanto, la ganadería salmantina, en origen, tiene por base la sangre parladeña, más concreta y mayoritariamente la rama del Conde pacense. En 1953 se repartió entre los hijos del fundador, aunque solo D. Cesáreo Sánchez Martín (conocido en el planeta taurino como el cura de Valverde, pues como tal ejercía) conservó su parte de 80 vacas y 2 sementales. Estuvo mucho tiempo esta ganadería vagando en el olvido y solamente la gran afición de D. Cesáreo la mantuvo a flote, hasta que llegaron los primeros éxitos y logró hacerse un hueco en el mercado torista: principalmente, en Las Ventas y Francia. Nombres como “Gastador”, “Grillito” o “Clavelito” dieron fama y lustre a la sangre condesa del Cura. Falleció D. Cesáreo Sánchez en 1994, y en manos de sus herederos obtuvo la vacada los últimos éxitos reseñables en Las Ventas, con dos toros extraordinarios, encastados, con mucho carbón: Carafea (1999) y Gironto (2002). Siempre fue una ganadería corta e irregular, y en los últimos tiempos lidia muy poco.

Es en 2012 cuando la vendieron a Jean Luc Courturier, que la traslad´p a tierras francesas, conservando el hierro, divisa y antigüedad. Añadiendo treinta vacas del Conde de la Corte y algunos novillos de la ganadería «El  Torero» (también procedencia Parladé, vía el Conde, aunque parte ya de un encaste propio: Domecq Núñez de Villacencio) aprobados en tienta para sementales. Jean Luc ha hecho bien al refrescar la ganadería, buscando la casta y la fiereza (sus señas de identidad) para recuperar los éxitos del pasado, ojalá lo consiga. Los aficionados saldremos ganando.

No podría concluirse este recordatorio de tan prestigiosa ganadería, sin hacer antes mención al presente. En el actual anuario, la vacada ha lidiado reses en tres festejos distintos, entre los cuales solo una corrida completa: en Alès, el 28 de mayo, por Francisco Javier Sánchez Vara, Octavio Chacón y Alberto Lamelas. De este festejo, poco hubo que destacar: tan solo el primero permitió un tercio de varas aceptable. En esa misma jornada, en sesión matinal, Manolo Venegas se anunció con cuatro astados de distintas ganaderías para concluir su etapa novilleril, antes de tomar la alternativa en el coso de Vic-Fezensac, eligiendo a uno del Cura que, como ocurriría por la tarde, poca historia tuvo. El octavo toro de los que se ha anunciado este año, se corrió, precisamente, en la localidad donde el venezolano tomó la alternativa. Decepcionante resultó su juego por su escaso poder, según rezan las crónicas.

 

Por Rafael Falcon