Hace unos días la peña taurina “Que Dios reparta suerte” de Pontevedra, remitió un comunicado en el que acusaban a la casa Lozano, y al señor Eduardo Lozano de su falta de compromiso con la afición gallega. En ese momento, nos sirvió para entender que el idilio que presumía que tenía con “Su niña bonita” no era tal. La afición está cansada.

Los aficionados del último bastión gallego se están empezando a cansar de las artimañas de la casa Lozano. Recordemos, que Pontevedra es la única plaza de toros activa en la comunidad gallega, y que es propiedad de Eduardo Lozano. Es un pequeño reducto, que recuerda al comic de Asterix y Obelix, que resistían independientes pese a las acometidas de los romanos, en este caso Pontevedra resiste pese a las artimañas de los antitaurinos, por quitarnos otra plaza.

Una triste realidad, la que se encuentran los aficionados gallegos, donde su alma mater se ha desentendido de la plaza, hasta el año que viene. Qué bonito. El 16 de julio afirmó a través de la radio que el fin de semana de la peregrina habría toros. Doce horas más tarde saca un comunicado alegando que  esta temporada no se darán toros. ¿Quién entiende eso? Ahora sí, mañana no. “Solo falta el último empujón para que haya toros” dijo para toda Galicia por las ondas de radio.

El aficionado es comprensible, y no está enfadado por no dar toros este 2020, que nadie se equivoque. Lo único que quería el aficionado es que hubiera cualquier tipo de evento, por muy pequeño que fuera, por ejemplo una clase práctica, novillada sin picadores, festival, concurso de recortes, algo que no suponga un elevado coste. Pero la respuesta es no, no y no. Y el año que viene tal vez solo haya una corrida solo, el día de la Peregrina, dejó entrever el empresario Eduardo Lozano. O sea que Pontevedra, una de las ferias más rentables del noroeste español, que antes tenía 4 corridas de toros en su feria, puede quedar en una simbólica. Eso se llama dejadez, y falta de ilusión.

Hablamos con varios abonados de más de 20 años de Pontevedra. Para ver su sentir hacia la gestión del empresario de la mítica casa. Yago Rivas presidente de la peña “Con dos cojones” nos cuenta: “El empresario nos quiere echar la culpa a los aficionados de sus malos carteles, y su falta de ganas e ilusión, si la plaza no se llena dice que es por culpa de la afición” para seguir “nunca asume las críticas, los aficionados estamos cansadas de pagar entradas de 45 euros la más barata, para ver siempre lo mismo”.

También hablamos con Alberto presidente de la peña “El Once”: “No le vamos a enseñar hacer su trabajo a un empresario tan ilustre pero está dejando perder la plaza”;   “hasta 2019 no se podía pagar con tarjeta, y no hay venta online, las medidas de marketing, comercio y promoción  están totalmente obsoletas”;   “El año pasado, ante la grave pérdida de abonados se le convenció para crear la grada joven y abono joven, al final admitió que fue una buena idea, pero el tendido joven debería llevar muchos años ya”;   “en una novillada sin caballos dentro del abono, que no fue gratis, entró cerca de 3500 personas, la mitad de la plaza, y dice que es muy poca gente”.

Otro gran aficionado dirigente de otra ilustre peña, y que prefiere mantenerse en el anonimato, aseguró que “Pontevedra va a desaparecer como sigamos así”;  “no invierte en la plaza, ni en sus aficionados”, “no hace publicidad de las ferias, y cada año baja el número de personas que van a la plaza”.

Otro abonado ilustre, miembro de otra gran peña, y lector de torosdelidia.es, que también prefirió quedar en el anonimato, aunque solo «de momento», nos cuenta: «La plaza de toros de Pontevedra se encuentra en estado muy grave, en caída libre, no se hacen actividades por parte de la empresa, y no mantienen viva la llama de los aficionados, la cosa es muy seria, pero nos toman por tontos».

Una caída libre en picado, la que sufre la plaza a la que «Los Lozano» llamaban cariñosamente “La Niña Bonita”. Año tras año, se han ido sucediendo ferias repetitivas, aburridas, sin trapío  y sin imaginación. Anunciando lo que más les favorece a ellos, no lo que interesa a la afición. Pasando del lleno, a la media entrada. Y va cuesta abajo y sin frenos.

El sentir de gran parte de la afición pontevedrés está muy claro. Evidentemente, siempre hay palmeros y estómagos agradecidos, que dirán que la feria está muy bien, y les da igual que pasen de 4 a 2 festejos, y de 2 a 1. Y seguro, que esos mismos que aplauden todo, aceptan todo, y no exigen nada, algún día se lleven las manos a la cabeza, cuando Pontevedra desaparezca. Hay algo que está por encima de los nombres propios, y es la salud de la tauromaquia. Un aficionado lo es a la tauromaquia, y cuando un empresario no hace nada por una plaza, debe defenderse su compromiso con el toreo.

Los aficionados taurinos de Pontevedra y alrededores deben defender y luchar por la tauromaquia, por la salud de una feria que lleva años comatosa. No regalarle la oreja con halagos a un empresario que cada día se despreocupa más de su plaza. Porque sobre el papel será de Los Lozano, pero moralmente esa plaza pertenece a todo el pueblo gallego. Y es deber de ellos de cuidarla, y volverla a recuperar. Mande quien mande.

Por Juanje Herrero