Hace unos días el novillero Francisco Montero sufrió un percance durante un tentadero en Francia, país donde está haciendo su preparación de cara a la temporada. El percance que en principio no parecía serio acabo afectando al novillero hasta el punto que la pierna se puso de un color negro y se empezó a hinchar, con tesón el novillero acabo el tentadero. Más tarde fue trasladado al hospital para que le atendieran de dicho percance y vieran si la herida necesitaba cirugía. Después de cerca de 3 horas y un par de radiografías, el doctor diagnosticó que era solo un golpe, que no necesitaba más que reposo durante unos días.

Pasaron los días, y “el golpe” no evolucionaba, se puso aún más negro por ambas partes de la pierna y el dolor era constante. Gracias a la intervención del maestro Juan Bautista, que traslado al novillero hasta la plaza de Arles y lo puso en conocimiento del cirujano de tan emblemática plaza. Este cirujano nada más ver la herida, tomo la decisión de intervenir inmediatamente,  a las 16.15 de esta tarde fue intervenido de una cornada interna, que la sanidad francesa no logro ver. La operación ha sido un éxito, varios puntos y un drenaje que se retirara el lunes que viene.

Esto sería un simple fallo humano si no hubiera pasado en reiteradas ocasiones, pero lo cierto es que ha pasado muchas veces y, con cornadas mucho más graves, la temporada pasada sin ir más lejos hasta en 3 ocasiones. Creo que la sanidad francesa está entre las mejores del mundo y no puede permitirse errores tan graves. Al final un día pasara algo grave y será demasiado tarde.