Siempre resulta grato conversar con el que sabe, no en vano, es la única lección que nos entrega la vida para poder aprender y, junto a Luís Miguel Villalpando, quien suscribe ha tomado muchas lecciones, razón de mi admiración para este hombre que, de la vida ha hecho su pasión y de su profesión, una forma de vida.

Luís Miguel Villalpando ha vivido la firma de forma apasionada como antes decía puesto que, su entrega en su profesión lo ha sido todo, de ahí el respeto que siempre se granjeó por parte de todos taurinos, antes en sus funciones como subalterno y desde que se retiró de su actividad, como apoderado de uno de los artistas más grandes que disfrutamos en la actualidad, Diego Urdiales.

Cuando analizo a Villalpando me subyuga su tenacidad, su convicción ante todo aquello que emprende y, sin duda, su bendita locura por amar aquello que hace, en este caso, apoderar a un torero tan artista que, hasta los mismos taurinos les gustaría relegarle pero, amigos, pese a todo, puede más el arte de un hombre que los millones de aquellos que se sienten poderosos ante los demás, por aquello del vil metal.

Ahora, más que nunca, por el confinamiento que sufrimos todos, descolgar el teléfono y encontrarme al otro lado del cable a Luís Miguel Villalpando, capaz de animarme ante la situación en que vivimos y, por encima de todo, capaz de lograr que, al final, con sus palabras, además de conquistarme el corazón, que esbozara una sonrisa de complicidad a su lado. Bien hallado, maestro.

-Señor Villalpando: En primer lugar no tengo más remedio que obviar los toros por el tema que nos compite tan nefasto para todos, para preguntarle ¿cómo lleva esa reclusión a la que estamos sometidos todos los españoles?

Resignado y concienciado de que es el único antídoto para no contagiarse es estar en casa. Paso el tiempo leyendo, escuchando música y oyendo las noticias, aunque con dudas si serán todas ciertas.

-Usted, como ciudadano de a pie, como yo, como millones de nuestros compatriotas nos hacemos todos la misma pregunta. ¿Pudo el gobierno actuar mejor para que la pandemia no se hubiera propagado de este modo tal cruel?

Posiblemente si las medidas que adoptaron las hubiesen tomado 20 días antes, seguro que no habría habido este desastre.

-¿Qué se siente, maestro Villalpando, ante una situación tan apocalíptica como la que vivimos?

En primer lugar incertidumbre de cómo ha surgido este virus y mucha tristeza por el dolor en las familias. 

-La fiesta de los toros, es decir, sus protagonistas, son un sector castigadísimo al respecto. Si Dios no lo remedia, miles de personas del gremio pueden perderlo todo e incluso pasar hambre y fatigas. ¿Cree usted que el gobierno se acordará de nosotros como seres humanos que somos; cuando digo nosotros me refiero a todo el colectivo del toreo?

Las personas que nos dedicamos a esta actividad somos ciudadanos como los demás, pertenecemos a los ministerios de Interior y Cultura  y como tales tienen que responder, como a otros sectores, en ayudas a las personas que se quedan sin trabajo. Sería muy cobarde que no lo hicieran. 

-Imagino que, usted, como gran viajero que es por aquello de apoderar a un gran torero, eso de verse enclaustrado no le gustará nada. ¿Ha sentido claustrofobia al respecto?

A nadie le gusta estar encerrado aun en su propia casa pero impera la sensatez y hay que cumplirlo.

-Todos nos hacemos muchas preguntas al respecto de la problemática de ustedes, los taurinos pero, de forma concreta, ¿qué será de esos cientos de toros que han quedado en las dehesas?

Los ganaderos van a ser de los que más se van a resentir. La gran mayoría de esos toros desgraciadamente su destino serán los mataderos, con las pérdidas que eso conlleva  a pesar de las supuestas ayudas. Va a ser ruinoso  y muy triste. Cuidar como se cuida hoy día a los toros para no poder comprobar el trabajo de cuatro años, la desdicha no puede ser mayor.  

-Si no recuerdo mal, Luís Miguel, al parecer, cuando se produjeron las primeras contrataciones para la feria de San Isidro, el gran Diego Urdiales, su poderdante quedó excluido de dicha feria. ¿Qué más tiene que hacer un torero para que las empresas le respeten?

Todo apuntaba a que a si iba a ser lo que ofrecían no era de recibo. La dignidad nuestra es el valor que nos define. Lo que Diego ha hecho, hecho queda, no tiene que demostrar más para estar en la feria acorde con su categoría

-Y le hago la pregunta porque resulta inverosímil que, tras la apoteosis de Diego en la feria de Otoño de 2018, que todo aquello no sirviera para nada me parece un acto criminal por parte de las empresas que lo obvian. ¿Qué tiene que hacer un torero para que se le considere figura del toreo?

Te agradezco que tú mismo contestes la pregunta…….y sobre  lo qué tiene que hacer un torero, en el caso de Diego Urdiales, seguir haciendo  lo que hace “TOREAR “.

-¿Cómo lleva su poderdante, Diego Urdiales, la reclusión a la que todos estamos sometidos?

Hablo con él y me dice que bastante bien, él de siempre tiene una muleta debajo del sofá de su casa, y lo que hace es torear de salón, hace ejercicio físico y se mantiene bien.

-Usted que ha sido siempre santo y seña en la torería, ¿Qué le llena más su condición de apoderado actual o antaño en su faceta de gran banderillero y subalterno?

Al principio, ser apoderado me resultaba un tanto complejo, con el tiempo lo llevo de otra manera, algún conocimiento he adquirido y eso da seguridad. De banderillero fui afortunado, dominaba más las embestidas.

-Por favor, hágame un balance de lo que ha sido su paso en el toreo y con qué toreros ha actuado. ¿Alguno en concreto le llegó a subyugar como para pasarse la vida a sus órdenes?

Dije anteriormente que fui afortunado por ser reconocido y respetados por todos y cada uno de los toreros con los que actué. De todos aprendí y tengo buenos recuerdos.

-Lo que tenga que venir en un futuro respecto al mundo de los toros no lo puede predecir nadie pero, ¿hablando de futuro, cuál será el suyo en calidad de apoderado si todo está dominado por un clan en el que es imposible acceder?

Mientras Diego esté en activo ahí estaré……….. 

-Oiga, amigo Villalpando, para los que no sepan. ¿En qué se diferencia un apoderado de un comisionista si aparentemente parece lo mismo?

Yo puedo hablar el papel que represento como apoderado de Diego Urdiales, siempre que me ofrecen una corrida lo primero que pienso es si yo la torearía y a partir de ahí, decido. A mi entender, esa es la función de un apoderado, ponerse en el lugar del poderdante para sentir al unísono con él. 

-Usted que estuvo siempre junto al maestro Sánchez Puerto, ¿qué le faltó o le sobró  dicho diestro para alcanzar la cumbre?

Al maestro si lo valoramos por concepto no le faltó nada, mira si será bueno que con lo poco que toreó y la de años que lleva retirado se habla de él casi como si estuviera en activo.  Tras tantos años de su doctorado, Sánchez Puerto sigue siendo noticia a diario; imagina el reportaje que hace unos días le hicieron en Movistar y, todavía se sigue hablando de su categoría excelsa en aquel tentadero en que lo grabaron. Hay días claves para algunos toreros, entre ellos ÉL. Si la suerte no acompaña esos días fundamentales todo se pone más complicado que, sin duda es lo que le sucedió a mi admirado Sánchez Puerto.

-¿En qué se diferencia el toro actual con el que usted lidiaba en su juventud como gran subalterno? Lo digo porque en los años setenta y ochenta, como era notorio, había muchísimos toreros heridos y, en la actualidad, solo los desdichados reciben cornadas. Algún secreto debe haber puesto que, antaño, en la feria de San Isidro, diestros que  no estaban contratados para la feria quedaban como sustitutos y, al final, toreaban todos menos los contratados, exagerando la nota, claro.

Los toreros han mejorado mucho su técnica, eso les permite tener más dominio del toro y  además, con el buen trabajo de muchos ganaderos, el toro obedece más. También ahora pegan los toros y fuerte, por ser más bravos. 

-Se habla mucho del poder de la crítica pero, a mi entender, no creo que la misma tenga relevancia alguna. ¿Cree usted que un crítico poderoso puede cambiar la carrera o el devenir de un torero determinado?

La prensa siempre ha tenido y tiene relevancia. Actualmente los periodistas taurinos están muy limitados, les dejan pocos espacios. En los periódicos de tirada nacional hay semanas que no sale ni una noticia en referencia a los toros y eso va en detrimento de la información.

-Y se lo pregunto porque, como usted sabe, muchos toreros memos han pagado cifras astronómicas a ciertos críticos con mucho poder por aquello de seguir en candelero y, al final todo ha quedado en la nada. Torpeza por parte de ellos, ¿verdad?

Esas historias ni me van ni me vienen. Allá cada cual.

-¿A qué santo quiere que nos encomendemos para salir de esta tragedia?

Al de LA SENSATEZ  sin ella, esto peligra. Si sabemos mostrar los  valores que tiene LA TAUROMAQUÍA, saldremos. La cuestión es ponerlos en valor.  

-Maestro Villalpando, muchas gracias por atenderme y añada lo que quiera.

Lo que quiero es que este virus lo arrastren pronto las mulillas.

En la imagen, Luís Miguel Villalpando junto a su poderdante, Diego Urdiales.

Pla Ventura