Hoy hemos vivido una tarde histórica en Madrid si de toros hablamos porque, para suerte de todos, José Escolar ha traído a Las Ventas una auténtica corrida de toros que, en realidad ha sido un monumento a la verdad, un acontecimiento sin precedentes en los tiempos que vivimos en que, los toros, para nuestra desdicha, siempre brillan por su ausencia con las ganaderias llamadas comerciales que tanto daño le hacen al espectáculo. Aquello de ver al toro en todo su esplendor suena a milagro. Apenas se ha cortado una oreja, nadie ha salido en hombros, pero todos hemos vivido una tarde apasionante. Reinó el toro, ¿se puede pedir más? Si, que se repita en muchas ferias.

Se ha despedido de Madrid Domingo López Chaves, todo un referente de los toreros machos que, para mayor dicha, cuando el toro se lo ha permitido torea como los ángeles. Ha pechado con un lote infame pero, pese a ello, nadie se ha aburrido en lo más mínimo en las faenas de este hombre que, como se ha comprobado ha llegado para despedirse pero, jugándose la vida sin trampa ni cartón; a lo macho, como son los toreros grandes. Era una proeza enfrentarse a dichos bicornes que tenían trapìo, casta y malas intenciones como para retirar a cualquiera de los jóvenes que dicen ser toreros, hasta el punto de la cogida que pudo haber tenido fatales consecuencias. Pero Domingo ha estado como debe ser, como un auténtico torero a tenor de los toros que tenía enfrente. Bien por el de Ledesma que debería de haber tenido un poco más de suerte en su despedida. Se le ha ovacionado con justicia. Se marchará en septiembre tras cinco lustros en activo, pero todos los recordaremos por haber sido un torero de leyenda siempre circunscrito al toro auténtico.

Fernando Robleño pasará otra noche sin dormir y tiene fundadas razones para ello. Yo entiendo que, a mi modo de ver y en calidad de aficionado, Robleño, de haber acertado con la espada hubiera cortado una oreja en cada toro pero, ¡qué orejas hubieran sido! Sus toros han sido muy parecidos pero, en su primero, si se me apura, molestado por el viento, lo que faltaba, el toro tenía mucho que torear lo que ha hecho el diestro madrileño con una actitud envidiable. Nada que objetarle porque cuando un torero se está jugando la vida de verdad y, para colmo tiene un toro encastado que le permite expresar su torería ello es un milagro. Su faena por el viento citado ha tenido algún que otro altibajo pero ha predominado su verdad que  es incuestionable. Cuando ha cogido la espada todo el mundo tenía el corazón apretado, a la espera de que entrara en el primer envite y, nuestro gozo en un pozo y en el de Fernando primero que todos. Ha sido calamitoso el manejo del estoque y todo ha quedado en una gran ovación. Se ha repetido la escena del pasado mes de septiembre y, lo triste de la cuestión es que, por la espada no ha sido gran figura del torero el diestro citado. En su segundo que todos apostábamos poco por el animal, la faena ha ido de menos a más y, a base de valor y ciencia torera le ha arrancado pases muy bellos, entre ellos cuatro naturales de una importancia sublime. Una actuación valerosa en su conjunto que no ha rematado con la espada en esta ocasión. Insisto que, Robleño pasará muchas noches sin dormir pensando en su yerro calamitoso con la tizona.

Gómez del Pilar, un diestro admirado en Madrid por sus triunfos épicos en este tipo de corridas, hoy no se ha quedado a la zaga puesto que ha cortado una legítima oreja en su primero, un serio ejemplar como toda la corrida, que le ha dejado expresarse en varias series de muletazos estremecedores. Como digo, la verdad no haca falta rociarla de florituras ni mariconadas porque resplandece siempre cuando aparece el toro y, como le ha sucedido a Noé, tenía un toro enfrente que ha emocionado a todo el mundo, y mucho más tras la voltereta al diestro.. Tras una legítima estocada ha sido a sus manos una oreja de pura ley, como todas las que cortado siempre en Madrid y que de una santa vez deberían de servirle para poder vivir dignamente de su profesión. Bravo, Gómez del Pilar. Al toro se le dio la vuelta al rueda con todos los honores. En su segundo, el único borrón de la tarde., el toro apenas tenía fuerzas, cosa rara en esta ganadería pero, no todo puede se glorioso, razón por la que el aficionado de Madrid no ha tenido en cuenta que Del Pilar se estaba jugando la vida. No había opciones. Noé lo ha matado y se ha llevado el respeto de Madrid, una vez mas- Ya firmaríamos todo lo que queda de feria como la corrida que hemos vivido esta tarde que, sin triunfalismo, si figuras, e incluso sin los claveleros que son los que se han quedado en casa, las veinte mil almas que han acudido a la plaza lo han pasado en grande y, los que hemos visto el espectáculo via ordenador hemos disfrutado como un niño con juguete nuevo.

Ya llegarán las figuras y el toro amorfo para que los disgustos sean de época. Disfrutemos, repito, de lo que ha sido una tarde inolvidable que, sin la única alharaca que el toro y los toreros macho, con ello nos ha bastado y sobrado para emocionarnos hasta el máximo.

La cámara de Andrew Moore estuvo presente, como no podía ser de otro modo, para mostrarnos la grandeza del toro y, sin duda, de unos toreros admirables.