Cuando uno tiene que asumir el desagradable papel de ejercer la crítica ante las fechorías que a diario se cometen por esas plazas de Dios cuando aparecen las figuras, de repente, te sientas frente al televisor y por el Canal Castilla La Mancha te ofrecen las novilladas de Villaseca de la Sagra y, vaya bocanada de aire fresco para mi alma porque, de repente, empiezas a pensar que lo del toro es todo verdad y que la cosa va muy en serio. Y en Villaseca de la Sagra, la verdad es el único estandarte que saben mostrar.

Sin duda, en el célebre pueblo toledano sucede lo que podríamos llamar como un milagro puesto que, que alguien me explique a mí como en un pueblo de apenas mil ochocientos habitantes se puede montar una feria de novilladas de auténtico lujo y al más alto nivel y, por encima de todo, rindiéndole pleitesía a su majestad el toro porque, como es natural y obvio, Juan Pedro Domecq no aparece por dicho pueblo.

En Villaseca de la Sagra se han lidiado cinco novilladas encastadas que, más que novillos, teníamos la sensación de que estábamos viendo corridas de toros que no presenciamos en plazas de segunda y, repito, para colmo, ganaderías de auténtico postín cuando hablamos de casta. Novilladas que, los jóvenes valores han dado la medida de sus deseos por ser toreros, unos con más suerte que otros pero todos, sin distinción, con matrícula de honor solamente por enfrentarse a dichos «toros»

Pese a que las novilladas de dicho pueblo tienen mucha tradición puesto que se celebraban en una plaza portátil, su alcalde, el señor Jesús Hijosa Lucas, en el año 2013 logró construir las bellísima plaza de toros que disfrutan en la localidad e inaugurarla con una corrida de toros. Que alguien me lo explique: ¿Cómo un pueblo con menos de dos mil habitantes tiene una plaza con un aforo para casi tres mil personas?

Abogaba yo por aquello del milagro pero, como todo el mundo sabe, dicho milagro se llama Jesús Hijosa Lucas, alcalde del pueblo en los últimos veintidós años y parece que fue ayer y, lo que es mejor, según cuentan los lugareños, será difícil que alguien le desbanque en sus funciones como alcalde de Villaseca.

Analiza uno el éxito de cualquier actividad y, no existe milagro alguno porque detrás de cada éxito, caso de Villaseca de la Sagra, hay un trabajo tremendo, honrado, concienzudo y, sin duda, rociado de amor en este caso del alcalde para su pueblo. El dato es revelador puesto que, Jesús Hijosa Lucas, al igual que sus concejales, no cobra nadie ni un solo euro y, como dijera el edil, esto le supone al pueblo un ahorro de dos millones de euros al año. Dicho en cristiano, con dos millones de euros que el ayuntamiento deja de gastar se pueden montar muchas novillas y, sin duda, algunas corridas de toros.

Jesús Hijosa Lucas pertenece al Partido Popular porque si fuera de izquierdas nunca haría las cosas que hace, entre ellas, servir a su pueblo a cambio de nada, algo que, para su dicha, le secundan los que le apoyan como concejales. ¿De qué viven estas personas? Muy sencillo, de su trabajo al margen de la política, una actividad que la ejercen por amor, no como la gran mayoría de los gandules e ineptos que se dedican a la política porque en la vida cotidiana se morirían de hambre.

Y la dicha más inenarrable es que, montan cinco novilladas de auténtico lujo, las que todos desearíamos como corridas de toros en plazas como Alicante, Almería, Murcia…….y al ayuntamiento apenas le cuestan un solo euro: como diría el propio alcalde, el castillo de fuegos artificiales de las fiestas patronales nos cuesta mucho más dinero que montar las citadas novilladas que, para colmo, los novilleros, hasta cobran.

Como decía en el enunciado, me destoco para tirar mi sombrero a los pies de Jesús Hijosa Lucas porque, tras todo lo visto y sabido, dudo que existan media docena de alcaldes como él. Como decía, el triunfo tiene un hermano en la sombra que se llama trabajo y de apellido, honradez. Esa es la fórmula. La puede llevar a la práctica todo el mundo, el que quiera que imite a dicho alcalde.

Para colmo, Villaseca de la Sara no tiene policía municipal porque, como se desprende, allí deben de haber pocos delincuentes. Varios sueldos menos, como apuntaba el alcalde a tenor del ahorro que llevan a cabo. Vamos, como Costa Rica que tampoco tiene ejército. Mi pueblo, sin ir más lejos, tiene los mismos habitantes que Villaseca y tenemos seis policías.

Gracias, señor Hijosa Lucas que, su trabajo, como alcalde será el que tenga que ser y, como todo el mundo, tendrá fracasos y triunfos pero, su gran lección, la que todo el mundo debería tomar, aquella de ejercer la política por amor a su pueblo incluso hasta el punto de no cobrar ni emitir una sola factura para que la pague el ayuntamiento, eso es propio de seres muy elegidos y usted es uno de ellos.

Que Dios le siga bendiciendo que, por sus acciones, si alguien merece una bendición ese es usted.

Pla Ventura