Este es un documento ajeno al mundo de los toros pero que, con toda seguridad, dada la grandeza del personaje que hemos entrevistado, seguro que emocionará a los taurinos que todos tienen su corazón, como a los que se declaren contrarios a nuestra fiesta, sencillamente porque la música, como lenguaje universal, está por encima del bien y del mal.

El maestro Magnus Lindgren vino al mundo en la tierra de Alfred Nobel para extrapolar su arte por todos los confines del mundo. Estudió música puesto que, por su ascendencia, no podía ser de otro modo; tenía que ser artista por raigambre familiar, algo que Lindgren ha llevado a cabo con inusitado orgullo puesto que, desde que empezara su andadura profesional a los 16 años, su carrera ha sido un rosario de éxitos, los que nacieron en Suecia para deleite de todo el mundo.

Magnus ha sido galardonado con infinidad de premios como maestro instrumentista, destacando, entre otros laureles con el Grammy sueco, un reconocimiento importantísimo que pocos artistas pueden presumir. Ha actuado junto a músicos de la talla de James Ingram, Nicola Conte, Marie Fredriksson, Iván Lins, Gregory Porter y otros muchos. Magnus ha sido arreglista de la Filarmónica de Berlín, habla varios idiomas, ha grabado varios discos y ha actuado por todos los confines de la tierra.

Un personaje, como digo, de talla universal que hemos tenido la suerte de encontrar en nuestro camino, gracias a nuestra admirada amiga, la señora Ingrid Matta, la que comparte amistad con Magnus y con su esposa, la encantadora dama Alba Gómez, una bellísima mujer colombiana que, como no podía ser de otro modo vino al mundo en Cali, donde las mujeres y las orquídeas mantienen ese pugilato para dirimir quiénes son más bellas.

Alba Gómez es la esposa de Magnus Lindgren, los que se conocieron en esa isla paradisíaca española a la que conocemos como Palma de Mallorca, un lugar para amar y vivir, allí se conocieron y empezaron su romance de amor, una dicha que les permite vivir juntos. Claro que, Magnus y Alba, por la profesión de dicho artista, sin que ellos lo pretendieran, han elegido el mundo como morada. Será difícil que les veamos en un lugar concreto porque el arte jamás ha sido estático, de ahí que hay que difundirlo por todos los confines de la Tierra, sin duda, la tarea más bella de Magnus, el que es acompañado por Alba Gómez, una licenciada en Historia la que, casualmente, su amor junto al gran músico es la historia más bella que ha tenido.

Les encontré en Cali, la bellísima tierra colombiana en la que ambos han hecho un alto en su camino para disfrutar de ese lugar tan emblemático como maravilloso al que conocemos como el Valle del Cauca. Desde allí, vía telefónica hemos podido conversar con el maestro Magnus. He aquí sus palabras, las que con toda seguridad nos darán la medida para conocer a este personaje singular y único en su género.

Sí, amigos, al respecto de Magnus y Alba, se trata, por lo que veo, una historia de amor rociada de notas musicales, por tanto, una historia feliz y dichosa que, además de estar escrita en el pentagrama de la vida, ellos seguro que la enarbolan como lo más lindo del universo, siendo, el amor, su única bandera en el mundo.

-Maestro Magnus: Por lo que he podido saber de su biografía yo diría que es usted un Mozart de su tiempo, por aquello de empezar a tocar el saxo a los 16 años con categoría de profesional. Quiero pensar que el ambiente con el que usted vivía en casa, irremediablemente, usted tenía que ser músico, por tanto, artista. ¿Verdad?

Gracias por tus palabras. Yo tuve el privilegio de crecer en una familia donde mi padre ya era  músico, también tuvo una tienda de instrumentos musicales. Así que él me enseñó a tocar música y también podía prestar los instrumentos que yo quería. ¡No pude tener mejor fortuna!

-Oiga, maestro, permítame la curiosidad que voy a preguntarle. Gracias a mi admirada Ingrid Matta he podido encontrarle a usted en Cali pero, ¿qué hace usted por Colombia en estos momentos, está usted actuando o en viaje de placer?

Yo ya he estado en Colombia algunas veces atrás. En esta ocasión vine con una cantante sueca llamada Kristin Amparo, quien originalmente viene de Cali-Colombia. Hay un proyecto con el cual recibimos apoyo de una organización cultural sueca llama Konstnärsnämden. La idea del proyecto era poder generar contactos entre Suecia y Colombia… También mi esposa que es de Cali, entenderás que tengo un bellísimo motivo para sentirme caleño por un rato.

-Usted toca el saxofón, la flauta, el clarinete, dirige orquestas, tiene un cuarteto…. ¿Cree usted que exista otra profesión más bella que la suya?

Yo creo que todo tipo de trabajo puede ser el más hermoso del mundo, pero por supuesto para mi este es el trabajo de mis sueños. Muchas veces no quisiera llamarle, trabajo. Es tan bello lo que hago que, más que trabajo, yo lo definiría como un auténtico placer. Ya lo decía el maestro Cabral cuando nos decía que aquel que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, algo que yo he saboreado para mí fortuna.

-Permita que le confiese que soy un fanático de la música, hasta el punto de que, para mí, el día primero de enero, la gran fiesta viene desde Viena en que, como hace tres años sucediera, Gustavo Dudamel nos deleitó como nadie al frente de la orquesta suiza con las piezas de Strauss. ¿Aspira usted un día a dirigir dicha orquesta?

Sería fantástico, pero para ello debería de desarrollar mucho más mis habilidades como director de orquesta. Dirigir, lo hice alguna vez pero, es algo que debería de ensayar muchísimo más, aunque ahora estoy muy metido en mis proyectos como instrumentista, algo que me hace muy feliz. Es cierto que soy muy joven todavía y me queda mucho camino por recorrer. El día de mañana, ¿quién sabe qué haré?

-Me fascina su profesión por aquello de que su lenguaje es universal y, lo que es mejor, no tiene detractores como por ejemplo sucede en el circo que, como usted sabe, están cerrando todos los circos porque los animalistas así lo están deseando, todo ello, en detrimento de tantos artistas que durante toda la vida se ganaron la vida en un circo. Usted es tan inteligente que, eligió una profesión en la que no tiene ni un solo detractor. ¿Había pensado esto alguna vez? Es decir, que nadie discutiría su arte.

Estoy de acuerdo que la música es un lenguaje universal sin fronteras. Muchas veces yo encontré gente con la cual yo no pude hablar, pero con los cuales pude crear música juntos. Esto para mi es espiritual y mágico. Y también poder conectar gente de diferentes contextos, edades y preferencias. Sí, como dices, el lenguaje de la música logra que nos entendamos todos sin necesidad de otro idioma.

-¿Qué se siente, maestro, cuando en su caso actúa en los grandes templos de la música, caso del Carnegie Hall de Nueva York? Se lo pregunto porque eso debe ser como tocar el cielo con sus manos.

La primera vez que toqué en grandes templos de la música fue cuando hice un proyecto junto con Bárbara Hendricks. Nosotros tocamos en diferentes lugares del mundo. En el comienzo sentí el prestigio de tocar en esos lugares, pero ahora siempre quiero sentir que el escenario sea como tocar en tu propia sala de estar. No importa si es un bar pequeño o una gran sala de conciertos, lo importante es el mensaje musical que no sabe de lugares, pero sí de corazones.

-Imagino que usted ha recorrido el mundo con su música pero, por favor, ¿qué lugar o escenario le ha cautivado por completo? Alguna emoción que sintiera usted en un lugar determinado que antes no hubiera sentido.

Una vez fui con mi banda a Francia, y en el avión de Suecia fue el ex primer ministro de Suecia, Göran Persson. Tenía su cumpleaños de los sesenta. Decidimos tocar para él en el avión después de hablar con la tripulación de cabina. Ese era el lugar más especial para tocar. En el aire en un avión, jaja. Él estaba muy contento y sorprendido.

-En Suecia, su tierra, como es sabido se entrega cada año el premio Nobel. Si hubiera un Nobel destinado a la música, ¿cree usted haber hecho méritos suficientes para dicha acreditación?

Absolutamente no. Como dices, no tienen un premio concreto para la música. Y si lo tuvieran, es imposible pensar en que creas con el objetivo de recibir premios. Si la inspiración y las colaboraciones pueden llevarlo a crear algo nuevo y valioso para muchas personas, entonces puede que se le otorgue de alguna manera.

-Yo siempre digo, maestro, que lo más grande del mundo es ser músico y, como colofón total, ser director de orquesta, algo que usted ha hecho en alguna que otra ocasión. ¿Por qué no deja el saxo y se consagra por completo en calidad de director?

Yo tengo mucha curiosidad para tocar. Todavía me identifico como músico primeramente, pero el futuro nunca se sabe que nos traen las nuevas experiencias.

-Fíjese si el jazz es importante que siempre está de actualidad, hasta el punto de que usted forma parte o dirige esa orquesta de jazz con sus cuatro componentes. ¿Qué tiene la música para estar siempre viva?

A mí me encanta la combinación de hacer arreglos y la improvisación espontánea. El jazz se basa en la improvisación, y en la música clásica se sigue lo que está escrito. Me encanta esa combinación.

-A sus cuarenta y pocos años ya ha recorrido el mundo con su arte, ha actuado en los lugares más bellos del universo y, siendo tan joven, ¿qué le queda por hacer si ya lo ha logrado todo? Visto, como es natural, bajo el prisma de un triste aficionado como es mi caso.

Yo quiero desarrollar la música y aprender más de todo. También quiero devolver a otras personas lo que tuve la oportunidad de aprender. Por ejemplo, estoy haciendo cosas en Cali con la Fundación Carvajal. Reunión de los niños en la orquesta en áreas desfavorecidas y ayudar a recolectar instrumentos donados por orquestas para dárselos a ellos. Hay muchas cosas que uno puede hacer para lograr un mundo mejor a través de la música. Este es uno de ellos.

-Batucada Jaaz, su banda, ha recorrido el mundo con su música. ¿Qué proyectos tiene para este año?

Mi próximo proyecto es un nuevo álbum que será un homenaje al flautista Herbie Mann. Se llamará Stockholm Underground, y lo lanzaremos en breve.

-¿Cuántos discos ha grabado?

En mi nombre, 10, al margen de otras colaboraciones que he hecho en mi carrera con otros músicos.

-Su profesión, maestro Magnus, por aquello de ser músico, tiene muchas virtudes como antes decíamos, hasta el punto de que un músico puede morirse con la batuta entre sus manos; lo digo en el sentido de que, su actividad, como le ocurre a muchos de los grandes, le permite estar en activo hasta el día antes de su muerte, ahí está el caso del maestro indio, Zubin Mehta, por citarle uno de los grandes en el mundo que, a sus más de ochenta años sigue siendo un icono en la dirección de orquesta. ¿Qué sensación le produce a usted aquello de pensar que no se retirará jamás, mientras usted no lo decida, claro?

El ser humano está hecho para trabajar cualquier profesión que aceptemos. Es cierto que a mí me ha correspondido una profesión que, como dices, me permitirá ejercer mientras que queden fuerzas. Así que en cualquier forma, quiero trabajar o tocar música hasta que sea la hora de partir de este mundo, algo que espero que sea dentro de muchos años.

-Dígame, por favor, el nombre de los componentes de su banda y, ante todo, por qué se unió con ellos.

En este momento, no tengo una banda estable. Siempre he elegido a mis músicos sobre la base de cómo tocan y que tenemos una química que hace posible crear.

-¿Qué sensación tiene usted cuando piensa que será inmortal por aquello de su obra, la que nos ha legado para el mundo?

Yo nunca pensé en eso, pero he estado pensando cuando escucho música grabada de alguien que acaba de fallecer, que la música y las melodías son eternas. Eso es hermoso.

-Como le decía, su profesión, para mí, la misma, está repleta de virtudes. Usted que la vive muy desde dentro, ¿qué dificultad puede tener su profesión que los profanos no vemos?

Hay muchas trampas. En primer lugar, estás muy desnudo cuando expresas tu arte o música, ya que es una parte de ti mismo. Para mantener la inspiración y recordar no poner usted y sus habilidades musicales en primer lugar, sólo creo que eres un canal para la música. Se trata de dar al público una emoción, no un espectáculo. Pero eso es fácil de decirlo. Al mismo tiempo usted también debe ser organizado.

-Arreglista, compositor, músico, director…..Si le obligaran a elegir una sola faceta, ¿con cuál de ellas se quedaría?

Compositor, creo que es la faceta más importante que un músico puede desarrollar, sin desdeñar, por supuesto, mi actividad como músico instrumentista. Y digo compositor porque un instrumentista vive en base de su oficio; es decir, aprendes una técnica, la desarrollas y de ese modo vamos por la vida; otra cosa muy distinta es la inspiración para la creatividad que, en eso no existen normas concretas, solo la inspiración que te acompañe.

-Facundo Cabral nos solía decir que un cantor, un músico vale más que dos sacerdotes porque mediante la música uno está más cerca de Dios. ¿Lo cree usted así?

Yo solo puedo decir que la música puede ser una experiencia espiritual, por eso su lenguaje es entendido en todo el mundo. Pero sí, sin duda que suscribo las palabras del maestro Cabral, todo un icono en el mundo del arte.

¿Qué es más difícil componer una sinfonía o armonizar la música para una película?

Tú nunca lo sabes hasta que lo haces, pero yo diría que una Sinfonía. Sería difícil de diferentes maneras. Si escribes tu propia Sinfonía, eres tu propio jefe. Si escribes para una película, tienes otros jefes que te dirán lo que quieren tener. Eso también podría ser muy difícil.

-Por cierto, ¿conoce usted España, la tierra desde donde le hablo? ¿Actuó alguna vez aquí?

Si conozco y amo España. He estado muchas veces ahí. Me encanta la naturaleza, la comida, la gente, la cultura, el fútbol. Quizá quiera mudarme allí algún día. Con Bárbara Hendricks, tocamos en tantos hermosos castillos alrededor de España, y recuerdo especialmente Santiago de Compostela, en un concierto al aire libre, la luna estaba brillando, como si hubiera sido una parte de la tierra.

-Decía Facundo Cabral aquello de que, hay una sola religión, el amor; una sola raza, la humanidad; un solo lenguaje el del corazón y yo añadiría, una sola forma de entendernos, con es la música. ¿Está usted de acuerdo conmigo?

No podría estar más de acuerdo puesto que esa filosofía lo resume todo, la que practicada como nos la enseñó el maestro, sin duda que lograríamos el mundo que todos soñamos.

-Maestro Magnus, disculpe que le haya robado su valiosísimo tiempo, millones de gracias desde España, pero me cabe el honor de que el mundo disfrutará de sus palabras, las que tan amablemente nos ha regalado, toda una experiencia para nosotros y de la que quedaremos eternamente agradecidos a su persona. Que usted nos haya honrado con sus palabras es algo que vivirá eternamente en nuestro corazón, algo que le agradecería muchísimo nuestro irrepetible Facundo Cabral. Añada lo que crea oportuno.

Estoy tan feliz de conocerte,  al tiempo que siento la dicha de saber que, en su momento fuiste el adalid número uno del maestro Facundo Cabral, algo que dice mucho de tu persona; ser antólogo de un personaje de la talla de Facundo Cabral es algo admirable y así me consta que te quiso el maestro.

Pla Ventura