Morfología armónica, pelo negro brillante, pitones muy desarrollados y astifinos, temperamento bravo y fiero. Es el sello de la Casa «Albaserrada».

En esta ocasión nos adentramos en Mirandilla, situada al noroeste de Sevilla, a 25 kilómetros del centro de la ciudad hispalense, enmarcada por un sereno paisaje de limpios cielos donde junto con su mayoral Fabrice Torrito, un francés enamorado del campo, que ha echado raíces en esta ganadería y la siente como suya que desde 2009 ejerce de mayoral; nos muestra los diferentes lotes de vacas, sementales, añojos novillos y erales de imponente lámina y fiera mirada.

Junto a él repasamos la historia de la ganadería. Recorremos las diferentes dependencias de la casa y la plaza de tientas antes de adentrarnos en los cercados. Nos detenemos en el pequeño museo que alberga donde lugar principal tiene el recuerdo de  su mayor hito. El 12 de octubre del 1965, el novillo de nombre «Laborioso», lidiado por el novillero Rafael Astola, demuestra un comportamiento tan extraordinario en su lidia, que el público de Sevilla obtiene su indulto, el perdón de su vida. Salió vivo y glorificado de su lucha.

«Laborioso» fue un semental feliz durante diez años en las praderas de Mirandilla. Dejó como herencia su carácter fuera de lo común a sus 400 descendientes. Así su memoria sigue iluminando las tierras de Mirandilla.

Esta ganadería llega En 1947 en manos del Marqués de Albaserrada, se agrega un lote de vacas y sementales de D. Isaías y D. Tulio Vázquez; a los que recientemente se ha incrementado la sangre Pedrajas añadiendo sementales de D. Isaías y D. Tulio Vázquez y Yerbabuena (de origen Guardiola), buscando mayor motor por la vía de esta sangre que tantos éxitos ha dado; obteniendo así una procedencia de D. Luis Gamero Cívico y D. Juan Pedro Domecq y Díez.

 

Camadas no excesivamente largas, y una búsqueda y evolución constante, en una ganadería que lucha a diario por volver a esos lugares de privilegio que tradicionalmente ha ostentado

Por Mario Gomez y Manuel Garcia Renau