¿De qué están hechos los toreros? Parece una frase ya muy sobada y casi de uso común entre los taurinos; sin embargo, cada vez que se ejerce el Toreo, esta frase cobra nueva relevancia.

Apenas hace un par de semanas Octavio García “el Payo” sufrió una fuerte cornada en la plaza de San Miguel de Allende, Guanajuato, a pesar de lo cual, todavía con los puntos de sutura, tuvo la entereza de actuar en Tijuana y Aguascalientes cumpliendo así con sus compromisos profesionales, una semana después del percance. En ambos compromisos triunfó cortando las orejas de sus astados.

Otro ejemplo digno de mencionar es el de Arturo Macías quien, a pesar de haber sufrido en Madrid una seria cornada que le causó la fractura de la cabeza del peroné y que el pitón arranco las ramificaciones del nervio ciático, inutilizándole el pie derecho, ha tenido la fuerza de voluntad y la convicción de que puede seguir toreando. Utilizando una prótesis continúa con su exitosa carrera sin hacer de su condición física un motivo que le ofrezca triunfos fáciles.

Pero ellos son solamente un ejemplo; en todo el ámbito taurino, en todas la latitudes donde se practica el toreo, podemos encontrar este tipo de hazañas donde los toreros logran superar el dolor físico a cambio de poder expresar su sentimiento transformado en una faena, que muchas veces deriva en una obra de arte, a pesar de cualquier adversidad… Por eso nos seguimos preguntando: ¿De qué están hechos los toreros?

Alberto Hernández Márquez, escultor taurino.

En las imágenes vemos a los toreros referenciados por nuestro colaborador, Octavio García El Payo y Arturo Macías.