Son muchos los matadores de toros jóvenes que tenemos en la actualidad y, algunos, como puede es el caso de Miguel Maestro, con condiciones para dar que hablar. Se me resquebraja el alma al hablar con él, tras ver como se vuelve a quedar fuera de la Copa Chenel, en la cual le prometieron participar este año.

¿Cómo se siente pocas horas después de la publicación de los diestros que actuarán en la Copa Chenel?

Me encontré igual horas después que horas antes. Venía intuyendo desde el día en el que publiqué aquel famoso vídeo que no me pondría. Antes de que saliesen a la luz los nombres de los participantes, me adelante y puse que habría venganza, y así ha sido. Lo tenía claro y no me he equivocado.

¿Por qué no está Miguel Maestro en la Copa Chenel 2023?

Por venganza. No hay otra. Es una venganza personal, un problema que tiene hacia mi persona, porque como torero cumplía todos los requisitos. No tenía excusa para no ponerme. A mi apoderado este año ni lo ha atendido, ni le ha respondido los mensajes. «Había muchos» decía, pero de esos muchos ni había tantos de Madrid, que tendrían que dar preferencia. Me ha tratado como uno más, y creo que no lo soy. Claramente consta en evidencia que están todos puestos a dedo, como lo pusieron a él ahí. Él hace y deshace como le viene en gana.

Es una venganza personal, un problema que tiene hacia mi persona, porque como torero cumplía todos los requisitos.

Miguel Abellán le aseguró que este año entraría. ¿Qué ha pasado?

Sí, Miguel Abellán prometió a mi apoderado que en la Copa 2022 no pudo ser, por los motivos que fuera, que tampoco se los explico, pero que para 2023 Miguel Maestro estaría en la Copa Chenel. Días después, al ver que en las dos sustituciones que hubo, que tampoco contó conmigo y sí con gente de fuera de Madrid, exploté y cerré todas las puertas. No ha respetado su palabra.

¿Cree que ha influido el vídeo que publicaste o, de no haberlo publicado, el castigo hubiera sido el mismo?

Sí, el vídeo ha influido. Yo lo llamé y le dije las cosas que todos pensábamos pero que nadie se atrevía a decir. El malo de la película he sido yo. No iba a dar su brazo a torcer. Sabemos cómo es el elemento y sabía el peaje que me iba a tocar pagar.

¿Cómo afecta esta decisión a un torero que carece de oportunidades?

Esta decisión a mí no me afecta. Yo estoy preparado para esto y mucho más. A mí me han parido torero, y una fecha más o una menos, me da exactamente lo mismo. Sí que es verdad que ha jugado con mi ilusión, con mi futuro, con mi pan, pero yo no dependo del toreo para vivir. No me ja dejado expresarme como torero, que es lo que me gustaría. A otros les hace falta vestirse de torero para sentirlo, pero a mí no. Sigo con mi lucha.

Ha jugado con mi ilusión, con mi futuro, con mi pan, pero yo no dependo del toreo para vivir.

 ¿Pero por qué el aficionado, o al menos el de la comunidad de Madrid, no protesta estas decisiones, pues es un certamen subvencionado por la CAM con los impuestos que ustedes pagan?

Los aficionados sí que se han echado encima, a través de redes sociales y mensajes. Me he sentido arropado por todo el toreo. No pensé que este señor, por llamarlo de alguna manera, tenía tantos enemigos. Es un mundo de cobardes, todos tapados y por detrás por el miedo a represalias. Faltan cojones, en el torero y en la sociedad. Todo se queda en los bares y en redes, pero a la hora de la verdad nadie tiene cojones a hablar y a decir las cosas como son. El problema que nos encontramos es que cuando uno habla se le considera problemático y te dejan de lado.

¿Es consciente de lo que podría haberle aportado una partición en el certamen?

Sí que soy consciente. Se ha convertido en un certamen con mucha repercusión. Soy consciente de que estoy muy preparado para haberlo ganado, como así demostré el año pasado. En los festivales que maté corté dos rabos, indulté un toro en Perú, con lo difícil que es indultar un toro peruano. Ahí están los hechos del momento en el que me encuentro.

Yo lo llamé y le dije las cosas que todos pensábamos pero que nadie se atrevía a decir. El malo de la película he sido yo.

 Miguel, ¿y ahora qué?

A seguir entrenando, a seguir haciendo mis tentaderos, a seguir dándoles clases a los chicos de Navas del Rey, a seguir preparándome físicamente y mentalmente. Toca alimentar el alma en los tentaderos y con mi toreo de salón. Sueño con vestirme de torero en mi comunidad, en la que parece que me tienen vetado. Todo esto duele, porque ves cómo se ríen en tu cara, pero mi ilusión sigue intacta. Todo esto me da moral para seguir luchando y para llegar a conseguir mi sueño. Estas cosas no me van a quitar la ilusión, porque no me pillan de nuevas. Llevo toda mi vida toreando y sé lo que es estar en el banquillo. A mí ya no me afecta nada. Todo el toreo conoce a este personaje, y a mí no me sorprendía que no me pusiera. Yo no podía quedarme callado, porque no soy yo quien no quiere torear, sino él, que no quiere ponerme. 

¿Cómo de duro es el toreo? ¿Merece realmente la pena todo el esfuerzo y sacrificio?

El toreo es la profesión más dura, pero también la más bonita. Sí, realmente merece la pena todo el esfuerzo y el sacrificio, porque al final, cuando es algo vocacional como en mi caso, es nuestra manera de vivir. No le encuentro sentido a la vida sin torear. Estamos dedicados a ello 24 horas. Termino de trabajar y me pongo a entrenar, voy a la ET de Navas del Rey, de la cuál soy director artístico… Estoy comprometido con el toreo.

¿Qué le quita el sueño por las noches?

No me quita nada el sueño por las noches, porque después de todo el día trabajando y entrenando, uno cae roto y no le da tiempo a darle vueltas a la cabeza. Lo mejor que puedo hacer es dormir a gusto, ya que no todos pueden hacerlo.

 Lolo Gómez, Tendido 5