Imagino que a estas alturas de tu vida y de tu trayectoria profesional pocas cosas son las que te sorprenden, yo quizás tampoco lo haga con este humilde relato en el que quiero escribir cosas sobre tu persona y sobre tu vida musical visto desde afuera y bajo la perspectiva que da el tiempo.

Empezaré por escribir que tú fuiste sin buscarlo uno de los creadores de aquella llamada movida madrileña a comienzos de aquellos años ochenta.

Querías rendir homenaje a tu amigo Canito, fallecido en accidente de tráfico en aquellas primeras horas del amanecer de 1980.

Y para ello moviste y conseguiste que se organizará aquel concierto un 9 de febrero de 1980, ese día posiblemente sembraste el germen de lo que después empezaron a llamar movida.

Pero antes de llegar a ese concierto algunos años antes, siendo casi adolescente tú ya llevabas sin quizá saberlo el mundo de la música en tus venas, ya te juntabas en clase con tu amigo Canito que en gloria esté y hablabais de música y en vuestros ratos libres tocabais la guitarra y cantabais vuestras canciones favoritas.

Tú y tu amigo ya soñabais con formar un grupo y pronto lo conseguiríais, aquel ambiente que se respiraba con vuestras guitarras y canciones debió de cautivar a tus hermanos y seguro que inspirados en vuestra ingenua creatividad se engancharon al mundo de la música.

Después de esta breve introducción que seguro todos los aficionados a la música conocen, con el transcurrir del tiempo aquel grupo que comenzó llamándose Tos se consagró con el nuevo nombre de «Los Secretos», la trayectoria del grupo que formaste es de sobra por todos conocida y seria ya hasta aburrido hablar de ella.

Yo hoy quiero escribir del creador de esa historia tan bonita.

Porque lo bonito de las historias al menos para mí son los comienzos, después cuando llega el triunfo todo son reconocimientos y creo que el mundo de la música a ti, a tu persona te debe un reconocimiento.

Ya sé que cuentas con el respeto y cariño de tus compañeros, pero creo que el mundo de la música te debe más.

Han anunciado por redes sociales que el año 2023 haces una gira de despedida.

Ojalá sea por voluntad propia y no porque el sistema o ciertas circunstancias ajenas a ti te obliguen a hacerlo.

Antes de llegar al final de tu carrera, tú has vivido muchos desengaños y también ciertas alegrías, intuyo que como todo gran artista sensible que eres, tu vida ha sido una montaña rusa, llena de subidas y bajadas.

Te conozco desde hace años y creo que eres buena gente, pero has vivido tanto y tan deprisa que a veces me da la sensación de que a lo mejor te abandonas a tu suerte.

No hace tanto has escrito canciones que merecieron mucho mayor reconocimiento y el destino es tan caprichoso que a lo mejor, ¿quién sabe?, las convierte en un futuro en el reconocimiento que tuvieron que tener desde que esas letras nacieron.

¿Cómo es posible que «te llevaste todo el sol», «Mi amiga la carretera», o «Como un ciego», que son temazos con unas buenas y bonitas letras estén casi en el anonimato?, ojalá algún día se rescaten esas canciones y ocupen el lugar que se merecen y debieron ocupar desde el principio.

Escribir letras así define la clase de persona que eres, ya sé que eres humilde y te gusta pasar desapercibido, pero tus años de amor y dedicación a la música no pueden caer en el olvido.

Un día en un concierto en una sala de Talavera me dijiste una cosa que no se me olvidó, «ahora soy Javier Urquijo y sé que si vienen a verme diez, cien, mil personas o las que vengan, vienen a verme a mí, a escuchar lo que yo siento y quiero transmitir, no vienen a ver el nombre de un grupo de moda pasajero.

También con esa humildad que es tan difícil en el ser humano me dijiste «quizá yo sea el peor cantante del mundo, pero cuando estoy en el escenario doy y entrego todo lo que tengo».

Yo no soy profesional de tu mundo, pero siempre que te vi en alguna actuación transmitías y desde mi desconocimiento hacia tu mundo, creo que de eso va la historia, de transmitir.

Remontándome al intermedio de lo escrito ahora y al comienzo de este relato, me pongo a pensar que duró debió de ser para ti cuando medio dejaste el mundo de la música y te dedicaste a otras cosas,  no hay cosa más dura que desarrollar otras actividades que no van con tu forma de pensar y de sentir, pero a veces la vida, las circunstancias o nosotros mismos cometemos equivocaciones que nos llevan a un mundo en el que en realidad nunca debimos estar, lo importante es volver al camino que uno siente y estar donde uno quiere estar.

Ahora que anuncian tú despedida del mundo de los escenarios yo me resisto a creer que nunca más volverás a tocar una guitarra y a cantar aunque sea solo para ti en tu casa, porque tú prácticamente te criaste con una guitarra en tus manos y siempre entonaste en tu garganta una canción.

Javier, como decimos en mi argot, te deseo toda la suerte del mundo en el año de tu despedida de los escenarios.

Después de que esa vorágine pase, seguro que un vacío grande sentirás y solo tu guitarra será tu fiel compañera.

Julián Maestro, torero