Cerca de 50 años creando afición, fomentando y defendiendo la tauromaquia. Fue en el año 1973 cuando la Peña taurina “La Torreña” del pueblo La Torre de Estaban Hambrán (Toledo) se creó. Ya en el siglo XXI siguen más activos que nunca. Aunque la crisis les ha pasado factura y algunos empresarios trincones también les ha pasado factura. Vivir para aprender.
Poco a poco, con el tiempo se han consolidado como una de las peñas más importantes de Castilla la Mancha. Siempre dispuestas a crear, ayudar y fomentar. Cerca de 300 socios forman actualmente parte de la peña, 9 de ellos forman la junta directiva. Valentín Serrano es su actual presidente, un romántico de la tauromaquia, con un talante conciliador, siempre dispuesto a dar algo más. Una cuota anual que no supera los 10 euros mensuales, apenas 110 euros al año. Llevan 15 años trabajando conjuntamente con la empresa de Juan Carlos de Padua, Jucar Toros.
En las temporadas anteriores, el 14 de septiembre era una fecha de peregrinaje para los aficionados. Montando siempre 3 novilladas. En algunas temporadas con picadores, en otras sin picadores, siempre depende del dinero que tienen en tesorería. Algo encomiable, siempre haciendo torear a los más débiles. Apostando por el futuro sin complejos.
Su plaza ha albergado una multitud de festejos de todo tipo, y esta temporada se la han cedido para organizar una rematada corrida el día 28 de agosto, donde Javier Castaño, Gómez del Pilar y Jesús Enrique Colombo harán el paseíllo para enfrentar los toros de El Cubo. La plaza de toros fue inaugurada en el año 1982, pertenece en exclusiva a la Peña taurina “La Torreña”, pero ellos dicen que pertenece a la tauromaquia, al pueblo. Raro es el año que no alberga cualquier tipo de evento que no tiene nada que ver con lo taurino, por ejemplo una cena del hogar del jubilado donde asistieron 550.
Siempre mirando por la tauromaquia, intentando crear un futuro prometedor. Son conscientes en el tiempo en el que vivimos, por eso su afición, romanticismo, fidelidad y sensibilidad se hacen presentes cada día. Con más fuerza para defender una tradición que pasa de generación en generación.
