La temporada Pepe Moral era considerado uno de los toreros con más futuro del escalafón, un torero curtido, con experiencia, pero a la vez con frescura, una clase impresionante y un trazo de delineante. La temporada pasada las cosas pintaba a “oros” para este torero, todavía me acuerdo del título de una de las crónicas cuando conquistó Madrid de novillero “un tal Pepe Moral”. Hoy la temporada se ha vuelto muy cuesta arriba, difícil y dura. Pero si hay alguien que puede salir del pozo, ese es Pepe Moral, un torero, por derecho, sin alardes de grandeza, con humildad para reconocer los errores y capacidad para cambiarlos, tal vez Azpeitia sea el punto de inflexión para que Pepe Moral vuelva a lo más alto “Creo que es un feria importante, y me ha tocado una ganadería en la que suelen salir toros bravos con los que espero poder expresar mi toreo y todo lo que llevo dentro, ya es hora que la afición me vea como yo quiero”.

La gente cree que Pepe Moral no tiene la cabeza en el ruedo, pero lo que muchos no sabes y desconocen es lo que arrastra este torero físicamente “Esta temporada se me ha puesto todo, pero todo, muy cuesta arriba, por problemas físicos, todo el mundo lo atribuye a problemas exteriores pero son todos físicos. Tengo los meniscos rotos y el ligamento cruzado anterior roto parcialmente, y eso me crea en ocasiones, mucha inseguridad en los movimientos y en los giros, al principio de la temporada también me partí un nudillo de la mano y todavía lo vengo arrastrando, poco a poco gracias a los fisioterapeutas me estoy encontrando mucho mejor, y espero llegar 100 por 100 a la feria de Azpeitia”.

La verdad que los toreros modestos tienen que arriesgar, a veces a consta de su propia salud e integridad física, no se pueden permitir un no puedo, prohibido parar, los sitios en las ferias escasean para los humildes, y quedarte meses en el dique seco se paga tal vez con el ostracismo profesional y vuelta a empezar “La verdad que tengo pensado operarme en octubre, porque no quise pasar por el quirófano en marzo, pensando que me iba a recuperar con trabajo de fisioterapia, la culpa es mía, pero ahora ya es tarde para mirar atrás, y seguiré para adelante esperando hacer lo mejor posible, y lo daré todo porque así sea”.

Con unas cuantas fechas a la vista en ferias importantes, este torero trabaja duro diariamente para intentar volver a impregnar los ruedos con el aroma que dejó el año anterior. En ocasiones, olvidamos lo que hay detrás de la otra historia, y en este caso es una historia de superación, arrojo, valentía, humildad, respeto, porque nadie puede llegar a comprender las lágrimas que le ha costado a este sevillano llegar hacerse un pequeño hueco en el escalafón, sin padrino, solo con su muleta y estoca de frente de lo que pocos quieren torear, sin cesar de luchar por lo que quiere, con una sinceridad pasmosa, que le transforma cuando pisa una plaza en un ente carismático, que llena de caricias antiguas a toros de otras épocas. Azpeitia, Dax y Arles, Murteira, Ana Romero y Palha, 3 citas que pueden cambiar su estrella de cara al aficionado, que es por quien torea. “Tengo 3 citas importantes, con tres ganaderías importantes y voy a echar el resto, quiero dejar lo mejor de mí en cada ruedo, recuperar ese toreo que todo el mundo conoce” y añade “Voy a triunfar a la plaza de Azpeitia, ya en Pamplona me encontré mejor y pude estar mucho más a gusto, triunfar en las próximas citas sería importante para el futuro, y yo lo voy a dar todo para que así sea”

Como el ave fénix resucitó entre sus cenizas, Pepe Moral volverá más fuerte que nunca, confió en que muy pronto lo tendremos de vuelta, tal vez en Azpeitia vuelve a conquistar esa afición tan exigente, y cautivar con su toreo los corazones. Lo que si le deseo es suerte para recuperarse por completo físicamente, porque el toreo lo lleva dentro y ha demostrado en muchas ocasiones que sabe bordarlo.

Por Juanje Herrero

Foto Andrew Moore