A mediados de esta semana, se hizo oficial un secreto a voces: San Fermin 2020 se cancelaba a causa del coronavirus. Aprovechando semejante desgracia (lo es desde la óptica de la que se mire), PETA (Personas por el Trato Ético de las Personas) propuso ayer al Ayuntamiento de Pamplona la definitiva desaparición de las fiestas en honor del Santo Patrón. Sin embargo, lo significativo de la noticia no es tan descabellada idea, aunque parezca difícil, sino la contraprestación que ofrecen. Esta asociación está en disposición de donar 250.000€ al Ayuntamiento de la capital navarra.

 

En todo el haz de despropósitos lleva consigo, además, propuestas alternativas, como la sustitución de los toros por bolas gigantes, de dos cientos mil kilos. Esta iniciativa ya se lleva a cabo en otra localidad española, cuya seguridad ha sido cuestionada por la realidad de los hechos. Para defender su postura, esgrimen una serie de desatinados argumentos, tales como la sensibilidad de la sociedad del siglo XXI para con los animales, el sufrimiento animal y el largo etcétera ya por todos conocido.  Estos todos conocidos. No obstante, aportan uno nuevo, y no por su novedad menos vomitivo. Quizá el que más. Arguyen que los «Sanfermines» son un foco de violaciones y abusos sexuales masivos contra las mujeres. No desaprovechan la ocasión para calumniar a la tauromaquia, asociando dolosamente toros y machismo. Fiesta machista, así la llaman. Ante la falta de argumentos, el insulto, la descalificación y la difamación más atroz.

 

Recuperando el hilo de la propuesta, no hay que pasar por alto el ofrecimiento de los 250.000€. Aparte de irrisorio e ignorante, dado el impacto económico de las fiestas de San Fermín en Pamplona, es intrigante. ¿De dónde obtiene una asociación sin ánimo de lucro semejante cantidad? No lo sé. Sí sé la capacidad económica de origen desconocido de todas estas organizaciones no gubernamentales. Quizá habría que retirar el «no». Sin duda, mucho han de invertir para matar esta bendita pasión. No lo lograrán. No todo el oro nos comprará, ni toda la sangre nos derrotará…