Una “mansada” infumable del Puerto de San Lorenzo nos ha dejado la primera corrida de la feria de Otoño 2019. La verdad que no se salva ninguno, todos han cantado la gallina en la muleta, y se han rajado en mayor o menor medida. Ni los nombres tan insignes como “Cuba” o “Lirón” han dado el resultado esperado, haciendo del festejo una odisea digna de Homero. La ganadería de El Puerto de San Lorenzo, a día de hoy, esta para dejarla pasar un par de temporadas en la nevera. Muchos petardos en plazas ilustres ha materializado esta temporada.

Daniel Luque quiso creer en sus toros, tuvo actitud, mostró su madurez en las Ventas, sobre todo con el capote, en los primeros lances del toro que abría plaza. Toreo a su primero con aires tranquilos, reposados y sabiendo marcar los tiempos, pero sin llegar apostar por un toro que tenia más, de lo que pudimos, al final sacó sosería y mansedumbre y se dio por buena la faena. Con el segundo, todavía fue peor, una batalla perdida tratando de perseguir a un toro que huía en cada salida del muletazo. Fue someter al toro de verdad, bajando la mano, y marcó gravemente su fondo de mansedumbre. No tuvo su día con la espada, tampoco los toros se lo pusieron fácil, sobretodo el 4º, de La Ventana.

Juan Leal es un torero carente de técnica, y sin ideas. Lo único destacable que hizo en la tarde fue el inicio de rodillas ante su primer oponente. Luego una sucesión de enganchones, sin colocación, sin temple, sin verdad. En su segundo oponente estuvo excesivamente ventajista, hasta citando en ocasiones “con el culo”, y perdonen ustedes por la expresión, pero es la pura realidad. Me gustaría saber porque un torero con 6 años de alternativa, que sabemos que no tiene lo que se necesita sigue en el circuito. Francia tendrá que seguir buscando su torero, porque Juan Leal no está a la altura. Sainete con la espada. Que alguien le enseñe a torear, a entrar a matar, hacer la suerte, etc… porque ha demostrado estar más inseguro que un novillero recién salido de la escuela.

Juan Ortega, no tuvo el lote, aunque nos dejó alguna pincelada de su arte, pocas, porque los mansos apenas querían pelea. Estuvo seguro con la muleta, como ineficaz con la tizona. Momentos con la mano derecho, despacio y templao… buscando el clasicismo y la verdad pero sin encontrar oponente. Destacar un meritorio par de Antonio Chacon, que se jugo la vida de verdad.

Dicen el dicho “mañana más y mejor” porque realmente una tarde peor, será difícil que se repita en esta feria de otoño. Porque hoy hubo dos toreros –Luque y Ortega- que tenían ganas, actitud, y formas pero no hubo materia prima, y así es imposible.

Por Roberto García