El artículo 45 del reglamento taurino vigente expone lo siguiente “Los machos que se destinen a la lidia en las corridas de toros habrán de tener como mínimo cuatro años cumplidos y en todo caso menos de seis.” Una afirmación clara y rotunda, sin lugar a dudas sobre la edad de las reses bravas en las corridas de toros en el circuito nacional.

Esta temporada miles de toros pueden quedarse en las dehesas. Esto puede ser una auténtica devastación para muchos ganaderos, momento muy delicados que pueden derivar en una ruina económica más dura incluso que en la crisis de 2008. Esto puede significar que muchos cinqueños irán a los mataderos, porque ni el festejo popular podrá paliar esta defenestración tan repentina.

Un toro vale criarlo cerca de 3mil o 4mil euros, tal vez más, tal vez menos. Que muchos cuatreños no salgan esta temporada, significa alimentarlos otra, y no ingresar un dinero necesario para seguir produciendo. Algunos ganaderos lo podrán soportar, para otros muchos será un momento difícil, duro y cruel, que pueden dar al traste con décadas de tradición, amor y afición a un encaste.

Sería el momento idóneo para que el mundo taurino, tal vez pusiera en marcha una solución, sin depender de las ayudas de Europa, o el gobierno español, unas ayudas que tal vez nunca lleguen. Como medida urgente, y con excepción a la temporada 2021 y 2022, pensando en el bienestar de la cabaña brava y todos los ganaderos, se podría ampliar un año, es decir, que podrían salir a la plaza con 6 años máximo. Evidentemente esta humilde idea, y exposición, habría que estudiarla con calma, plantearla, pero podría ser una simple solución, ante una crisis excepcional que dañara el futuro de algunos para siempre. Una crisis que tendría que estar también sufragada y soportada por los estamentos competentes, con las ayudas necesarias, pero que hacemos si nos dejan para el final.

Tenemos que poner ese toque de sensibilidad ante los que en reiteradas ocasiones son los que menos gana, y más arriesgan. Los aires soplan de crisis, pero todos juntos, podremos combatir este trágico momento. Medidas de excepción para tiempos de incertidumbre, tal vez sea la única salvación para algunos tesoros genéticos que invaden nuestro campo bravo. La lidia no seria la misma, habría algunas diferencias, probablemente algunos encastes tendrían más sentido, habría toros más fuertes, pero seria algo momentáneo para paliar la crisis que podemos sufrir a finales de temporada, y de la que algunos ganaderos no podrán recuperarse. No podemos cargar al festejo popular con toda la responsabilidad.

En su tiempo, el maestro Andrés Vázquez, Jaime Ostos y un largo etc… se enfrentaron a toros de 7, 8, 9 años y hasta alguno de 14, esto no lo invento yo, esto lo han dicho los protagonistas citados, y muchos otros toreros y ganaderos. Era otra época, otro momento, pero tal vez, por un bien común se podría estudiar el caso, y evitar lamentar la perdidas de ganaderías más adelante.

Por Juanje Herrero

Foto Jorge Delgado