Primero de los Desafíos Ganaderos entre Saltillo y Valdellán y ambos hierros trajeron astados interesantes que dieron el juego propicio para que Robleño y Cristian Escribano dejaran su sello y tocaran pelo.

Fernando Robleño poco pudo hacer de salida con el capote ante el segundo de la tarde. Ya en la muleta elaboró una meritoria faena ante un noble de Saltillo que embistió a media altura. Robleño sacó oficio y lo exprimió por ambos pitones. Tras pinchazo dejó una baja y recibió palmas. El cuarto y primero de Valdellán fue aplaudido de salida. Entró de largo hasta tres puyazos, bien cogido por Victoriano García «El Legionario». Doblones y Robleño ofreciendo su mejor toreo ante el gran toro de Valdellán. Derechazos en corto ligados y llevándolo recogido para los adentros. Faena a más y también funcionaba al natural. Los remates con el de pecho eran el punto final perfecto a cada tanda y Madrid entregado con el toreo de Robleño. Run run de premio grande pero pinchó y tras entera el premio quedó en oreja de mucho peso.

El tercero y último de Saltillo salió para Venegas. Le dio cuatro medias a cámara lenta de gran calado. Se le pegó demasiado en el caballo y se evidenció en el último tercio. Fue un gran toro que humilló y al que Venegas supo hacerle las cosas muy lentas. Dejó remates muy despaciosos y toreros pero el público ya había tomado partida por el buen toro de Saltillo. Mató de casi entera que necesitó del descabello. El quinto resultó noble y hubo momentos por el derecho en los que Venegas toreó relajado pero no fue a más la faena y falló con los aceros.

Abrió la tarde Cristian Escribano que confirmaba alternativa y recibió a la verónica al primero de Saltillo. Extraordinario tercer par de Ángel Otero que se desmonteró. Ya en la muleta el de Saltillo fue a más por un buen pitón derecho, humillando y transmitiendo. El madrileño fue cogiéndole el aire y dejó dos tandas cuajadas por ese pitón. Al probarlo con la zurda se desinfló la faena pero el estoconazo de premio bien valía la oreja que le concedieron. Aplaudido de salida el sexto, de Valdellán, lo recibió con una larga cambiada de rodillas y delantales muy toreros. A por todas iba el torero criado en Illescas y la faena fluía por el buen pitón derecho. Antes de ello, Raúl Cervantes se desmonteró en banderillas y Robleño dejó una media en su remate al quite de quitarse el sombrero. Escribano le cogió distancia y embestía con garbo. El público estaba metido en faena pero hubo momentos de altibajo y con los aceros se diluyó la posibilidad de rematar una importante tarde de confirmación.

Saludaron los mayorales al finalizar el festejo.