Hay personas no demasiado conocidas pero que, por sus méritos personales deberían de alcanzar el éxito al más alto nivel puesto que, Rafael Villar Moyo, gran aficionado a los toros y mejor fotógrafo taurino, a diario, de sus instantáneas hace auténticas obras de arte.

Y, como tantos casos en la vida cotidiana, este artista de la cámara es ingeniero técnico de minas, mayor mérito todavía para todo cuanto lleva a cabo a favor de la fiesta de los toros puesto que, desposeído de todo afán en su trabajo, el mismo lo rocía de esa sensibilidad maravillosa que, alejado de la púrpura por querer ser, en realidad, lo es.

Rafael Villar es uno de esos personajes que existen dentro del mundo de los toros que, sin lugar a dudas, hay que admirarles por completo porque, aquello de dedicar tiempo y dinero para hacer felices a los demás a cambio de nada, eso es ya una especie en extinción. Y no existe felicidad mayor que contemplar una obra del maestro Villar para comprobar la diferencia que existe entre una fotografía al uso y una instantánea que te ha pedido el corazón.

Este hombre ha sido noticia en estos días al querer publicar un libro sobre toros, es decir, fotografías y textos de su autoría y, su decepción ha sido muy grande puesto que, mecenazgos que existen en Internet para sufragar las ediciones de autores noveles, en su caso no han servido para nada puesto, cuando comprobaron que se trataba de una publicación taurina, muy pronto recibió el rechazo de dichos mecenazgos que, actuando de tal modo tampoco debe ser de fiar.

 -¿De dónde eres, Rafael?

Nací en Almadén, provincia de Ciudad Real, en el año 1959, pueblo conocido por ser el mayor productor mundial de mercurio, y con una plaza de toros única en el mundo, construida en 1755 de forma hexagonal, ahora incluida en la declaración de patrimonio mundial de la humanidad dentro de los bienes de la Mina de Almadén.

Te dejo un enlace a la página de TauroInstantes, un proyecto que creamos el escultor Feliciano Giles y yo mismo, donde se puede conocer mejor esta maravilla de plaza de toros:

http://tauroinstantes.es/plaza-de-toros.html

 -¿Qué te llamó la atención del mundo de los toros para que le dedicaras gran parte de tu vida por aquello de la fotografía?

En mi familia siempre se han vivido los toros muy de cerca, pues mi padre fue un gran aficionado, era corresponsal de distintos periódicos, como Lanza y  El Mundo de los Toros, dirigía el club taurino de Almadén y era conocido y reconocido a nivel nacional. Por mi casa pasaron personajes de la talla de Matías Prats Cañete o Rafael Campos de España, amigos personales de Lucilo Villar. Fue un hombre que apoyó a los toreros de la comarca: Rafael Martín «El Zorro», Teodoro Muñoz, Pedro Velázquez, Paco Alcalde o Félix Jesús Rodríguez.

Quiero decir con esto que mi infancia estuvo rodeada de la pasión que mi padre sentía por la tauromaquia, como curiosidad te puedo contar que me llamo Rafael por «El Zorro», que iba  a ser mi padrino, pero que, desgraciadamente, murió antes de yo nacer, al ser cogido por un novillo en la monumental de Barcelona al entrar a matar (25 de mayo de 1958, novillo de nombre «Dominante», de la ganadería de Pepe Luis Vázquez).

Así y todo mi afición taurina es de vocación tardía, yo asistía a los toros sin excesivo interés, más como un acto social que como aficionado, pero una tarde en la feria de San Mateo de Logroño, a finales de los ochenta, en la antigua plaza de toros descubierta, vi torear a José Miguel Arroyo «Joselito», en los medios, lloviendo a mares, con su toreo desmayado, me emocionó ese toreo, fue «Joselito» el que me inoculó el virus de la afición taurina, y desde entonces hasta hoy.

 -He visto tu obra y, sin duda, ahí hay mucho talento. ¿Lo haces por afición o vives profesionalmente de ello?

Soy ingeniero técnico de minas y desarrollo mi labor profesional en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en Toledo, por lo que la fotografía es un hobby. En los tiempos que corren para vivir exclusivamente de la fotografía tienes que ser un genio.

En este sentido, el hecho de no depender de terceros (periódicos, revistas, portales web), me da la libertad para hacer la fotografía que quiero en cada momento, no estoy pendiente de lo que me pide el editor y desarrollo mi fotografía sin necesidad de rendir cuentas a nadie. Por ejemplo, hay profesionales que, veladamente, critican el uso que hago de filtros y retoques fotográficos, que en algún caso efectivamente pueden ser excesivos, pero entiendo que ya son parte de mi expresión estética, por lo que definen mi trabajo y me dan mi propia personalidad, ni mejor ni peor, distinta y con sello propio.

-Por lo que he deducido de tu página, amigo, veo muchísimos dibujos taurinos de tu autoría que me han maravillado. ¿Qué te subyuga más del mundo de los toros, el torero o el toro a la hora de interpretar tu arte, pictórico o con la cámara?

Gracias por tus amables palabras, desgraciadamente no soy capaz de dibujar, ojala tuviera talento para ello, los casos que has visto son fotografías que retoco y pueden parecer dibujos o pinturas, es lo que comentaba en la pregunta anterior, el sello propio.

Del mundo del toro me quedo con cualquiera de sus facetas: el toro en el campo, en la plaza, el torero vistiendo de luces, son tan amplias las circunstancias que rodean a la tauromaquia, que en cualquiera de ellas me encuentro a gusto haciendo fotografía, aunque tengo especial predilección por el toro, es un animal impresionante, que transmite fuerza y poder, una maravilla de la naturaleza que debemos proteger con toda su carga genética.

 -Según he podido saber querías editar un libro taurino con tus fotografías y, el mecenazgo que existe para que autores noveles puedan publicar sus obras, en tu caso, al ver que era cuestión taurina han desestimado tu idea. ¿Existe peor locura que las que nos endosan a los aficionados a los toros con tanta negativa y oscurantismo al respecto?

Efectivamente, quería y quiero, no me voy a echar atrás y antes o después publicaré «Viaje por las Lunas del Toro»,  un libro que recoge algunas de las más de trescientas fotografías que he subido, día a día, a las redes sociales, siempre acompañadas de un texto o poesía relativa al motivo de la fotografía, un libro sencillo pero lleno de belleza, al menos así lo entiendo yo, por lo que no comprendo el porqué de estas posturas intransigentes, muy mediatizadas por la moda actual del cretinismo colectivo que nos tiene invadidos, tan arraigado en determinadas tendencias sociales, marcadas por la ignorancia y sobre todo por la intolerancia y el fanatismo, que al final solo demuestra incultura, necedad y cinismo, mucho cinismo.

-¿Sabrán todos los descerebrados del mundo que, uno de los grandes libros editados en España, Juan Belmonte matador de toros, era un libro taurino por completo?

Probablemente algunos sabrán leer, pero dudo que puedan interpretar algo de lo leído y menos saber que  Chaves Nogales consiguió hacer la gran novela taurina, con la vida de Juan Belmonte.

 -Sepas, Rafael que de tanta gentuza como existe por el mundo que nos niegan el pan y la sal, deja que te confiese que en la primera gran tienda de España, no hace falta decirte su nombre, hace ya varios años que por pura cobardía quitaron los libros taurinos de sus estanterías. ¿Cabe cobardía mayor por parte de dichos comerciantes tan cafres como absurdos?

Sinceramente Luis, no se a qué tienda te refieres, yo he podido y puedo comprar libros taurinos en las grandes casas comerciales de España. Pero sí, tal y cómo está el panorama al respecto de los toros, no me extraña nada de lo que me dices.

-¿Qué pasa con las editoriales que has visitado, tampoco ellos quieren editar tu libro?

Con las editoriales no he tenido problemas, no me han puesto pegas, el problema lo he tenido con la financiación, que decidí hacerla mediante micro mecenazgo o crowdfunding, un sistema por internet por el que los compradores del libro, los mecenas, financian la publicación, para ello existen plataformas que se dedican a gestionar todo tipo de proyectos para su mecenazgo, y es ahí donde he encontrado estas posturas intransigentes contra la tauromaquia, en concreto ha sido VERKAMI, una de las plataformas de micro mecenazgo más importantes de España, me ha dicho que no aceptan mi proyecto, mi libro, por su temática, justificando su postura en que ellos son más afines a proyectos ecologistas, conservacionistas, animalistas, etc., todo un dechado de intolerancia y obviamente una censura descarada e hipócrita a la tauromaquia, ellos sabrán…

 -Imagino que, tú obra, la mostrarás en algunas publicaciones. ¿Qué tipo de publicaciones son beneficiadas con tu talento?

Mi trabajo lo publico básicamente en redes sociales, el auge alcanzado  por la aldea global es brutal y una fotografía en Facebook, Twitter o Instagram puede llegar a varios miles de personas en un momento, esto no se puede conseguir con cualquier tipo de publicación en papel, pero el papel tiene matices que a los que peinamos canas nos gustan especialmente: poder acariciar las hojas, su olor, su perdurabilidad en el tiempo…, abrir un libro sentado cómodamente en cualquier lugar, tiene un encanto que nunca podrá tener una Tablet o un ordenador.

En los últimos tiempos colaboro con algunas fotografías en la Agenda Taurina de Vidal Pérez Herreros y especialmente con la revista Temporada Taurina, que publica la Asociación de Amigos de la Plaza de Toros de Almadén, de la que soy editor. Te dejo el enlace de la revista de 2019 para que puedas hojearla:

https://issuu.com/rvmoyo/docs/2019_revista_temporada_taurina_apta_11mb?fbclid=IwAR2G844WdMn0AXEwChPJsjIfQ5qpUOeYK_jNfIKkAOCvoD8cdUh7VNjr-S0

Mi página web es :

http://www.fotografiastaurinas.es/index.html

Y mis redes sociales son las siguientes:

https://www.facebook.com/rafaelvillarfotografia/

https://www.instagram.com/rafaelvillarmoyo/

https://twitter.com/rvmoyo

-Por cierto, en el mundo de Internet existen muchas lagunas que no amparan a sus autores. Lo digo porque, en dicho medio, cualquiera coge una foto, la cuelga en otra página y todos tan contentos. ¿Qué tipo de protección hace falta en la red para que artistas como tú no sean vilipendiados y que las gentes se aprovechen de sus obras?

Creo que es muy difícil evitar el pirateo en internet, ni dotando de copyright a las obras, por otra parte algo impensable en fotografía dada la gran cantidad de material que se maneja. En el momento en que la foto sale de tu jurisdicción solo te queda el derecho al pataleo si eres plagiado. Si no quieres que te copien, o no quieres ser vilipendiado, no salgas a redes sociales, y si lo haces debes aceptar las consecuencias.

 -Tras ver todos los adelantos que tenemos en la actualidad en que, por ejemplo, cualquiera con un teléfono puede hace muy buenas fotografías, dicha tecnología entiendo que ha matado casi por completo a los auténticos fotógrafos de toda la vida como pueda ser tu caso. ¿Qué armas tienes tú para combatir contra esa tecnología que lo destroza todo?

Por suerte la fotografía no está en una cámara maravillosa o un teléfono de última generación con cuatro cámaras frontales y dos traseras y muchos gigas, la fotografía está en el ojo del fotógrafo y en su gusto en la composición, además hay que saber romper las reglas y, por qué no decirlo, en el procesado final de la fotografía, el profesional que diga que no retoca las fotos miente, así de categórico.

 -A la hora de disparar la cámara, ¿qué te excita más que salga una foto dramática como pueda ser una cogida de un diestro o, por el contrario, un pase de ensueño?

Obviamente prefiero el pase de ensueño, es más bello, lo efímero del pase lo captas para la eternidad, pero no desdeño una cogida, por dura que sea, es parte de la tauromaquia, a la que mi padre definía como «la tragedia y su arte», la tauromaquia  es sol y es sombra, es tragedia y es triunfo, pero fundamentalmente la tauromaquia es vida y es muerte.

 -¿Qué les dirías a los enemigos de la fiesta para que se convencieran del gran mensaje artístico que hay detrás de la misma?

Creo que para opinar de algo, hay que conocerlo, hay que conocer al toro en el campo, esas dehesas llenas de biodiversidad que abundan en nuestra piel de toro. Hay que conocer a las personas que cuidan y miman al toro de lidia en el campo: ganaderos, mayorales, vaqueros. Hay que conocer a esos héroes que se visten de luces para crear arte en la pelea con el toro. Hay que conocer esas plazas de toros que deslumbran los sentidos en tardes de corridas, luz, color, sensaciones, sonidos y arte en el ruedo, el rito de la vida y la muerte, y los valores eternos de la tauromaquia regados con sangre.

En la corrida de toros la muerte es real, no es un juego, esto es probablemente lo que más choca con el puritanismo cursi del animalismo, no quieren entender que la vida es a la muerte, como la muerte a la vida, sin una no puede existir la otra y viceversa, dura lección para melindrosos.

-Añade lo que tú creas conveniente.

No obstante a lo dicho, creo que la batalla la estamos perdiendo, poco a poco, pero la perdemos, no hay reacción igual o superior del mundo de la tauromaquia a la acción de animalistas y demás personajes contrarios al mundo del toro, además dentro de los taurinos hay un cáncer de personalismos e intereses creados que no son capaces de eliminar, la tauromaquia desgraciadamente está dando sus últimos coletazos, solo se podrá salvar con campañas sociales más poderosas que las de los grupos en defensa de los animales y los lobbies de las mascotas.

En la foto, nuestro contertulio de hoy, el fotógrafo, Rafael Villar Royo.

Pla Ventura.