Parece que el día no quería llegar, hasta dos veces, José Gómez Ortega Gallito Chico, estuvo a punto de tomar la alternativa. La fecha clave sería el 15 de septiembre de 1912 en Madrid, pero la mala suerte quiso que una cornada en Bilbao el día 1 de septiembre lo apartara de los ruedos ese día. La siguiente fecha fue prevista para el día 27 de septiembre, esta vez las condiciones climatológicas impidieron el doctorado del hasta entonces príncipe. Como quiera que fuera la cosa, José Gómez Ortega, ya estaba anunciado para la tarde del 28 de septiembre en Sevilla como matador de toros, por tanto, se apresuraron a ir a Sevilla mientras el rumor de su alternativa se propagaba como el mejor de los tuits.

Así pues, José Gómez Ortega, se doctoró en la Plaza de Toros de Sevilla el día 28 de septiembre de 1912, de eso hoy hace 105 años. Ciento cinco años en los que cada 28 de septiembre recordamos con honores al considerado Rey de los Toreros (con permiso de Belmonte). Su hermano, Rafael, actuó como padrino de excepción, y por testigo una plaza que sin pestañear veían el emocionado abrazo de dos hermanos, dos toreros.

Diecisiete años tenía por entonces, convirtiéndose en el matador más joven, aunque, ante la confusión de fechas, el desorden y la premura de cambios de plaza, la repercusión mediática fue más bien escasa y si además, añadimos que, su hermano Rafael por entonces eclipsaba su fuerza y su personalidad y que José, no era del gusto de los aficionados, el público asistente no fue el esperado y el resultado de las críticas no fueron positivas.

Las crónicas de la época destacaron la premura y la expectación que los Gómez habían despertado ante la incredulidad de los profesionales de la pluma. Durante los días previos y la crónica del 28 de septiembre se repartían entre chascarrillos y crónicas negativas a partes iguales. Ganadería de Moreno Santamaría y completaría la terna Pazos.

 

“Con un tiempo impertinente por su destamplanza, abundantes nubes y temperatura, se celebra la primera corrida. En la plaza, una entrada malísima, casi un vacío. Ni aún con el aliciente de la alternativa del fenómeno Joselito se ha conseguido entusiarmar y convencer a la afición, que está muy desengañada por los abusos que con ella se cometen, costantemente. Se sabe de distinguidas y salientes personalidades tauromáquicas, que se han retraído voluntariamente. Entre barreras hay gran afluencia de fotógrafos de afición y de oficio y también funciones bastantes operadores cinematográficos […] (EL HERALDO DE MADRID) […] Los palcos de la Maestranza, gobernador y capitán general están desocupados, guardando el luto por el fallecimiento de la Infanta María Teresa. La presidencia está a cargo de los concejales Sres. Cearra e Irsen. Rafael viste de grana y oro, Joselito un traje perla y Pazos azul. […] (LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA) Se lidian toros de Moreno Santamaría. Primer toro, Caballero, viste ropa negra y es recogido de cuerpo y de armas […] (EL PAÍS) Rafael se provee de las armas toricidas y con ellas se encamina al más chico de sus hermanos y al más nuevo de los doctores de la iglesia taurina. El acto parece a muchos digno de palmoteo y corcheas, los aplausos estallan y la charanga rompe a tocar como una descosida. Joselito empieza con un cambio a muleta plegada, continúa con un pase natural bueno y tras otros muletazos moviditos, arranca con un pinchazo casi a un tiempo, por acudir rápidamente el bicho. Luego el niño cita a recibir, resultando un pinchazo aplaudible, y luego de otros pasos encaminados a aliñar, una estocada caída. El diestro salió del embroque con un pase de molinete, rodó sin puntilla la fiera y estalló una ovación en honor del héroe que tuvo que dar la vuelta al ruedo […] (EL HERALDO DE MADRID) El diestro ordena corten la cabeza del toro para disecarla y conservarla como recuerdo de su alternativa […]”(LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA).

De esta forma, José Gómez Ortega, “Gallito Chico”, “Joselito” “Gallito III”, “Joselillo”, el hijo y hermano de toreros comienza a escribir con letras de oro en el libro eterno del toreo, confirmado como Rey de los Toreros.

 

Por Beatriz Blazquez