Hoy era un día muy especial para la provincia de Valladolid, se lidiaba una corrida de Victorino Martin en beneficio de la Asociación Vallisoletana de Esclerosis Múltiple. La tauromaquia volvía a ser solidaria por una causa que afecta cada vez a más personas.

El lugar de reunión la plaza de La Flecha en el pueblo de Arroyo de la Encomienda. Una plaza bonita, cómoda y nueva. Un cartel bonito, tres toreros que tienen experiencia en este tipo de corridas y, más en concreto en esta ganadería.

El festejo ha estado marcado por la mala gestión con los aceros, se nota que es principio de temporada y todavía no tienen la suerte hecha. Lo mismo pasó en la feria de fallas. La falta de rigor en ciertos momentos de la lidia se materializo en el caos más absoluto. Salvo un par de Ángel Otero que obligó al de plata a recibir la ovación del público montera en mano.

Los toros de Victorino Martin salvo primero y sexto, han sido más bien sosos, mansitos, en plan “ni fu ni fa”, justitos de fuerzas, cosa que propició que se quedaran cortos en la muleta. El que abría plaza y el que cerraba corrida fueron toros que tuvieron transmisión, ese punto de casta sin llegar a ser bravos y, mucha nobleza. La corrida ha sido noble casi por completo, sin ver ninguna alimaña y sin ver un toro de surco.

Rubén Pinar fue el gran protagonista de la tarde al salir por la puerta grande. Un torero que tuvo dos versiones diferentes. En su primero estuvo desconfiado, utilizando mucho el pico, sacando el toro para fuera, sin llegar a buscar un muletazo puro y sin llegar acoplarse. En su segundo, al principio, mostro síntomas de falta de ritmo, aunque en la parte final de la faena saco dos tantas, algo más arrimado y colocado. Tardó  en coger el aire al toro pero al final lo consiguió. Hizo una lidia sobre los pies e intentó quedarse colocado al final del muletazo. Estuvo más asentado con la derecha que con su zurda, donde estuvo muy de perfil y al hilo de pitón. Tres tandas finales que llegaron al tendido, con mucho ritmo y emoción.  Saludo una ovación y dos orejas.

Morenito de Aranda corto una oreja, yo creo que por aburrimiento del respetable, que se despertaron de ese sopor, y no sabían que estaban pidiendo. Ya lleva tiempo Morenito carente de imaginación, aunque conoce muy bien el oficio. Sus dos faenas han sido un calco. Tirando de tauromaquia 2.0, sin arriesgar… para que, si es benéfico. Tocando excesivamente con el pico, sacando el toro para fuera, y sin rematar ni un solo muletazo a la cintura… tal vez era lo que pedían los toros, una lidia así -¿Quién sabe?. Su resultado en trofeos estuvo muy por encima del resultado artístico.  Ovación y oreja.

Curro Díaz se le notó que hoy era su primera corrida de la temporada, – a todos- . Su primero fue un toro exigente, que fue a mas durante de la lidia y al que torero de Linares no le entendió. No le  sacó ni la mitad de lo que el toro llevaba dentro, era un toro de dos orejas. La falta de ritmo y la desconfianza hicieron el resto. En su segundo, un toro manso, poco le pudo hacer. Aunque se vieron ciertos aires en varios muletazos del torero con arte y mano bajo que le hicieron grande, no llego a entregarse a ninguno de sus oponentes. Manejo mal los aceros, palmas y ovación.

Al final, lo más importante de toda la corrida es la causa por la que se celebró. Tauroemoción es una de las empresas que más se implica por las causas nobles y que más eventos benéficos organiza de España. Eso es de agradecer y valorar. Todo el mundo ha sacado cosas positivas de esta tarde, a los toreros les sirve para probarse, el público disfruto de varios toros interesantes, la Asociación Vallisoletana de Esclerosis Múltiple  recaudó dinero para su causa y la empresa demostró su generosidad. Todos contentos.

Por Mario Santos