Por Manolo Herrera

En la tauromaquia, la banderilla (también llamada rehilete, garapullo o avivador) es un palo delgado, de unos 70 a 78 centímetros de largo, recubierto y adornado con papel picado arpón, empleado en la lidia avivar al toro.

Las banderillas reciben también el nombre coloquial de avivadores o alegradores, porque sirven para reanimar y excitar al toro sin quitarle fuerzas. Antiguamente se clavaban de una en una y no pareadas, como se hace hoy día. Pepe-Hillo ya menciona a fines de siglo XVIII que se consideraba de gran mérito clavarlas a pares, no habiendo variado apenas su técnica desde entonces.

Normalmente, son los subalternos quienes realizan este cometido, llamados por ello banderilleros, si bien excepcionalmente puede realizarlo el espada, para lucirse al son de la música o cuando es especialmente diestro en esta suerte. Los banderilleros desempeñan una función muy meritoria ya que logran,a cuerpo limpio, recortar al toro para poder poner el par de la manera más arriesgada posible.

¿LO SABÍA USTED? Perfecto. ¿NO LO SABÍA? Pues ya lo sabe.