¡Váyase Sr. Villa Parro, Váyase!
Mientras el triunfalismo se apodera de los tendidos -de Madrid en esta ocasión-, la tauromaquia llora perdidamente por los rincones. Hoy Sr. Presidente se ha cortado una oreja de más. Lo siento pero hoy se ha ninguneado a la seriedad de Madrid en beneficio del alboroto, del palmero, del clavel y del gin-tonic. Basta ya