Dios bendiga a un toro bravo
En el vigésimo noveno festejo de la Feria de San Isidro, por fin, salió un toro bravo. De los de verdad, desde que sale hasta que se arrastra. Codicioso y encastado, humillado y largo. Con poder e importancia. Pronto al cite y arrancándose sobre las patas. Un único defecto: la falta de fijeza. Todas estas