Reaparece la sosería en Fuengirola.
Dos años entre soledad y ganas, que por culpa de la fiereza de un toro pusieron a un torero muy sincero en sus formas como Saúl en la falta de costumbre y ansias de toreo. Calurosa ovación en su recibimiento, más que esperada. Aforo completo en lo permitido. En busca de otro tipo de protagonismos,