Gracias a la magia de Internet y de la retransmisión de CMM, hemos podido ver esta tarde la corrida benéfica que se ha celebrado en Tomelloso a favor de Futucam, una de las muchas obras sociales y benéficas que reinan en dicha ciudad. Ha sido importante la asistencia del público que, pese a las restricciones habituales en todo tipo de festejos, el público ha respondido con la generosidad que correspondía.
Ante todo, ponderar, como dije en su momento, la labor de Luis Antonio Perales y su equipo de la Peña Taurina de Tomelloso. Perales y los suyos empezaron la singladura de este festejo benéfico con la ilusión de, en el año que tocaba, hacer un gesto de generosidad para los más necesitados del lugar pero, aquella iniciativa se ha convertido en rito anual, algo que celebramos todos los aficionados y, sin duda, los beneficiados por la dádiva de estos hombres generosos.
La actitud de la Peña Taurina de Tomelloso es admirable, pero lo es mucho más convencer a toreros, ganadero, banderilleros y a todo el mundo que participe del espectáculo que, en dicho festejo no hay un «duro» para nadie. Y son ya ocho años los que llevan convenciendo a los profesionales del torero para que todos aporten su granito de arena al respecto; en el caso delos toreros, una montaña de arena por aquello del riesgo que asumen. Es de felicitar a toda la organización y de mandarles una atronadora ovación a todos los actuantes porque, aquello de jugarse la vida por hacer el bien a los demás es un valor añadido que hay que ponderar.
Los toros de Virgen María que muchas veces han triunfado en el ruedo de Tomelloso, en esta ocasión no han querido sumarse al éxito artístico puesto que han desarrollado un peligro sordo; peligro que no aparentaban, de ahí la definición de sordo pero, el riesgo era evidente, incluso ha caído herido, Francisco Javier Tornay, uno de los banderilleros.
Nadie recordará la lidia de estos toros que, si se me apura, me quedo con el primero de David de Miranda que ha tenido más recorrido, al que ha entendido muy bien De Miranda. Se han cortado varias orejas que no voy a entrar en detalle porque, artísticamente yo no hubiera dado ninguna. Pero barrunto que el premio otorgado a los diestros iba encaminado por su generosidad como hombres. Parece una tontería pero, en este día se han congregado en Tomellosos seis puertas grandes de Madrid. Cinco por parte de López Simón y la última la de David de Miranda, todo un símbolo cuando hablamos de los logros que estos chicos han tenido en Madrid. Los toreros de puerta grande aludidos han estado muy voluntariosos y, como digo, apenas tenían material como para demostrar sus verdaderas posibilidades. Mucho mérito el de Antonio Linares, el chico del pueblo que, sin apenas torear en más de dos años, ha puesto su generosidad y valor al servicio de la causa, todo un logro que debemos de aplaudir.
Hemos lamentado no poder asistir a la corrida aludida porque, para nuestra fortuna, teníamos la invitación de Luis Antonio Perales Casajuna, lo que desde aquí le agradecemos desde el fondo de nuestro corazón. Como antes decía, como quiera que desde que apareció en nuestras vida la magia de Internet, gracias a este medido podemos ver cualquier tipo de espectáculo desde cualquier lugar del mundo.
Pla Ventura