Desperté  ilusionada “Lunes de Aguas” voy a ir a…  comeremos el hornazo con… De pronto la nube de algodón que ocupaba el pensamiento feliz, se volvió gris, obligando a cobijarme de nuevo entre las sábanas. El chaparrón me devolvió a la realidad.  No habrá, valcuevos, ni ribera del Tormes, ni aldehuelas, ni… El hornazo del 2020 lo tomaremos en mi fuerte, mi Arcadia, mi casa.

Hace tres meses vivíamos en un mundo feliz, un estadio donde la individualidad era todo, unido al: “aquí y ahora”.  Nos creímos invencibles. ¡Que necios hemos sido!  Cuando un agente infeccioso microscópico acelular no roba lo mejor que tenemos “la vida”

— Un día comenzamos a sentir mucosidad, dolor de cabeza, tos… Bueno -dijimos- ya está la gripe como todos los años.

Así se presentó el vil asesino, bajo apariencia de resfriado “raro”

Poco a poco comenzó a sacar  las capas de la máscara que lo envolvía. Supimos  que se llama coronavirus, que su familia fue descubierta  en la década de los 60. Llega de China, y nace en la ciudad de Wuhan.

¡Ya! Nos seguimos preguntando ¿Y sus ancestros? Buscamos y rebuscamos, solo encontramos: Origen desconocido.

También supimos  que muta varias veces, que desde una sencilla rinitis, puede ocasionar una insuficiencia respiratoria, neumonía, y llevarnos a la UCI o… al Campo Santo

El criminal, siega vidas, van contabilizadas a groso modo 21000, y todos los días cientos caen bajo la guadaña china; qué la Ucis están saturadas, que los crematorios no dan abasto, que las familias no pueden hacer duelo ni despedir a los finados, qué caminamos a hacer la compra con mascarillas y guantes, que guardamos entre metro y medio a dos metros de distancias en las colas de pagar, que no miramos a los ojos con el qué nos cruzamos, que caminamos con la cabeza baja y muy tristes, que no solo ataca a la gente con mayor, no, el asesino mata a cualquier edad. La Parka -confabulada con el coronavirus-  busca justificaciones: glucemia, obesidad, cardio, hepáticos, renales… y así un sinfín de  pretextos. La gente no se muere por cumplir años, recordamos el refrán “La juventud tiene la fuerza y la vejez la prudencia”  El corona hambriento de fuerza y prudencia, frustra ilusiones. En cada edad tenemos  sueños diferentes. Pero siempre ilusiones que nos ayudan a vivir…

Isaura Díaz Figueiredo