«Los toreros vienen a ser atletas, con la diferencia que los atletas compiten por una marca, luego están los riesgos: a un futbolista se le puede romper la tibia o el peroné, pero el torero va mucho más allá, se juega la vida».
-Asevera Salvador Palazón, que es Coach motivacional y entrenador personal de alto rendimiento. Hemos tenido la posibilidad de contar con sus amplios conocimientos profesionales para Toros de Lidia, al igual que su colega Rubén Ruano, licenciado de educación física en la especialidad de alto rendimiento y nutrición deportiva; también Máster de postgrado en medicina deportiva. Dirige una empresa de entrenamientos personales.
Para Rubén es fundamental cuidar las tres áreas que conforman el tronco de estas disciplinas: nutrición, entrenamiento y el área emocional.
Les preguntamos si deberían tener los toreros ¿una preparación física al nivel de deportistas de élite?
«Absolutamente necesario, digamos que indispensable, ya que los riesgos de los toreros están por encima de los que puedan sufrir cualquier deportista. Por otro lado, el torero se enfrenta a la incertidumbre de una fiera imprevisible como es el toro; tiene que gestionar los miedos inherentes a esa lucha, el deportista común compite consigo mismo, por aquello de ser mejor, lo del torero va más allá, poniendo en riesgo su propia vida» -Asegura Salvador Palazón.
Existe una creencia en el mundo taurino, acerca de la importancia de los hidratos de carbono como nutrición ideal para afrontar la lidia. ¿Estaríamos en lo correcto?
«Los hidratos de carbono que normalmente se atribuyen a la pasta son excelentes para la nutrición, pero no solamente el día del festejo; el torero debería mantener una línea alimenticia y nutricional cada día. No es suficiente con hacerlo unas horas antes del evento.» -Matiza Rubén Ruano.
«Digamos que el área hormonal sería la cuarta rama de estas herramientas. Estamos cada día más seguros de la influencia del sistema digestivo en relación con el rendimiento deportivo. La flora intestinal tiene una relación brutal con los estados de ánimo, depresiones y otros estados».-Reafirma Rubén.
«Si nos fijamos en la historia del deporte llegaremos a una conclusión: hoy los deportistas tienen una vida mucho más longeva, en otras épocas, por ejemplo: los ciclistas desarrollaban carreras muy breves, de apenas cuatro o cinco días. Ahora, ¿cuánto dura el Giro italiano, la vuelta a España o el Tour francés? Todo ello es debido a la compleja preparación que hoy tenemos. El tiempo de vida profesional se ha alargado con los años.» -Agrega Salvador.
¿Entonces como veis lo de jugar al frontón y correr por el monte, que es la práctica habitual que siguen muchos novilleros, banderilleros y matadores?
«Lo consideramos como algo insuficiente, dado el rigor que exige la lidia. El torero ha de gestionar sus energías, y para ello hace falta un plan de entrenamiento mucho más firme y contundente. Y aunque resulte reiterativo, volvemos a señalar el exponencial riesgo que tiene el torero y que los deportistas no tienen»- Explica Salvador.
«Pero si el entrenamiento físico es primordial, el estado mental, emocional es absolutamente esencial. Influye todo: la cena de un torero el día anterior del festejo, las circunstancias del viaje; al fin y al cabo los estados anímicos van a determinar un resultado u otro. Todas esas cosas se pueden gestionar en base a una fuerte y sólida preparación de las cuatro áreas a las que nos referimos anteriormente»- Confirma Rubén.
«Cuando un torero decide irse hasta la puerta de toriles para recibir al toro con un lance a «porta gayola», ahí ya está sufriendo un desgaste brutal, un estrés considerable. Y todo ello nada más comenzar su actuación. Luego tienes que sumar el manejo de un capote que anda entre los siete y diez kilos. Ese capote lo vas a llevar hasta el cambio de tercio, cuando cojas la muleta y espada de madera. Porque ahora los toreros prefieren no llevar la espada de acero, por su peso, lo cual les alivia bastante. Las faenas suelen ser muy largas, con el consiguiente desgaste físico. Por eso observamos como muchos llegan a la suerte final un tanto exhaustos, cuando es la suerte de mayor importancia. En función a ello podrás obtener mejor o peor resultado artístico».
-Lo dicho por Salvador Palazón nos hace reflexionar acerca de la elección errónea que algunos toreros hacen de la suerte natural o contraria a la hora de ejecutar la estocada, quizás por ese desfondamiento físico y falta de concentración mental.
Debido a la importancia del tema, hemos preferido dejar las cuestiones emocionales para otro capítulo; ahí se abordará la concentración mental como elemento esencial, y se citarán varios toreros como ejemplos de verdadero rigor en dicha materia.
Si alguien estuviera interesado en ampliar estos conocimientos vuestros, ¿dónde tendría que dirigirse?
Ofrecemos esta dirección de correo electrónico y teléfono:
637 316 102
Giovanni Tortosa
Fotografía: de izquierda a derecha, Salvador Palazón y Rubén Ruano.
