Y llegó la última corrida de la Feria del Toro 2019. Se cerró el ciclo con la corrida de Pedraza de Yeltes, desigualmente presentada y con juego variado. En la muleta, fueron, en líneas generales, descastados y sosos. Destacaron por encima del resto los lidiados en primer y quinto lugar, este último por encima de los demás. Se anunciaron para darle lidia y muerte: Daniel Luque, Juan del Álamo y Miguel Ángel Pacheco.

 

La corrida fue especialmente espectacular en el caballo. Todos recibieron, como mínimo, tres puyazos, llegando uno a los cuatro. Embistieron de lo lindo y romanearon a los caballos como quisieron. En la muleta, no tuvieron las mismas cualidades. El quinto presentó una ostensible descoordinación, lo que le hizo merecedor del pañuelo verde. En su lugar, salió el buen sobrero de este hierro.

 

Daniel Luque se despidió de la afición francesa con una oreja en cada uno de sus toros. Esta Feria se ha caracterizado por la facilidad con la que se han cortado las orejas. Si bien estuvo entonado en su primer toro, en el quinto de la tarde no debería haber cortado la oreja del último. Más ajuste hubo en las dos últimas tandas. Juan del Álamo no está en su mejor momento, desde hace ya varias temporadas. Muy despegado en sus dos toros, con un toreo excesivamente lineal. Tomándose precauciones exageradas, por no decir ventajas en sus dos toros. En el quinto, le sonaron los tres avisos. Por último, se anunciaba Miguel Ángel Pacheco, que sustituía a Román, que, a su vez, entró sustituyendo a Emilio de Justo. Ciertamente, no tuvo suerte en el sorteo, correspondiéndole el lote con menos opciones. El sexto pareció que podía ser, pero duró muy poco. El valor de este torero es suficiente para verlo más.

 

Por Juanje Herrero.