Cuando el progreso tiene sabor añejo, es Domingo López Chaves  Mangas el nombre que se me viene a la cabeza.

Como el buen vino que se guarda en barricas de roble, ese que con el tiempo va cogiendo sabor, color y aroma… ese aroma intenso es el que nos deja a todos López Chaves cada vez que vemos su nombre anunciado en un cartel.

Son ya veinte años de alternativa con los que cuenta el torero ledesmino, siendo esta tomada en La Gorieta el 15 de septiembre de 1998. Veinte años como matador de toros que le han servido a Domingo para moldearse poco a poco, para saber que huella dejar en cada coso que pisa, y sobre todo para no dejar duda de que la experiencia es un grado.

Quizás este sea el año de reivindicarse, de demostrar que lleva dentro un torero de raza con las ideas muy claras y con la constancia por delante, siendo esta la base de su manera de entender el toreo, la que le permite a través de esfuerzo y trabajo demostrar que siempre debería haber un hueco para los clásicos, para los que luchan por un sueño, para los que no cesan en el empeño de llegar a la cumbre sin prisa pero sin pausa.

De los festejos acontecidos en su haber el pasado año, fue en Vic-Fezensac según reconoce el torero, la fecha responsable de que su ilusión no decayera, de que las esperanzas por volver a verse anunciado en las grandes ferias no fueran en disminución si no in crescendo.

Todo ello unido a que la pasada feria de san Isidro ha sido su gran esperanza y en la cual desde el año 2015 no había hecho el paseillo, han sido los condicionantes de que el torero Charro haya tenido una nueva ilusión, un nuevo objetivo, una nueva meta por la que luchar, en este caso su fin: «disfrutar».

Y así lo hizo, no solo disfrutó y reivindicó su sitio en la feria más importante del mundo, si no que dejó muy presente quién es Domingo López Chaves, cual es su toreo, su esencia, su madurez y sobre todo su verdad. Muy cuajadas y de gran mérito fueron sendas faenas… que no dejaron a nadie indiferente, y no solo eso nos regaló el diestro a los aficionados, si no las sabias y delicadas palabras que le salieron del corazón cuando hacía públicamente la valoración de cada toro, siempre hablando con sinceridad y humildad.

Este año Bilbao 25 de agosto y 31 del mismo mes en Bayona, se suman a las fechas importantes que el diestro tiene en su calendario, siendo su esfuerzo el que tanto le ha hecho merecer verse en dichos carteles.

Lo que nos preguntamos a fecha de hoy sus más fieles seguidores y quienes deseamos ver la esencia y pureza del toreo de verdad haciéndose presente esta en la figura de un torero de raza es: ¿Qué es lo siguiente, que será lo lo próximo?.Queremos ver a Domingo torear, queremos que su presencia esté en las ferias de este año y no pase desapercibido, lo cual no sería justo ni de recibo y por su puesto poco beneficioso para un torero con mucho camino andado pero mucho más aún por recorrer. Queremos que la estela de su sombra se vea reflejada en las plazas que tanta satisfacción le dan al torero, pero sobretodo al buen aficionado que le estima y echa de menos.

De todo corazón deseamos que sea un gran año para un gran torero.

Por Gabriela Martín.