Una cosa es una ofensa y otra cosa muy distinta es una afrenta. Una ofensa que hasta puede ser involuntaria, se tolera y se perdona, pero ante una afrenta, el afrentado no tiene más remedio que batirse en duelo, matar o morir, lo que sea preciso.

Los anti-taurinos, los animalistas de salón, los ecologistas redundantes nos afrentan, nos agreden, nos insultan y nos atacan cada día sin consecuencias, sin un atisbo de moral, sin ética, sin civismo, un daño gratuito que llevamos acuestas con resignación, como Jesús llevó la cruz. Debemos permanecer unidos, defender lo nuestro, alzar la voz sin miedo, y defender nuestra afición sin complejos. La tauromaquia nos necesita, y nos necesita, tal vez más que nunca. No nos dejemos pisar ni intimidar, ante una turba adoctrinada y dictatorial. Juntos venceremos. Todos los estamentos taurinos han dejado al lado cualquier diferencia que pudieran tener, para estar unidos en estos momentos tan duros. Aunque siempre hay alguna oveja negra que quiere llamar la atención.

Los artículos del interesado periodista Vicente Zabala de la Serna y su títere Juan Diego Madueño ha provocado una reacción en cadena de todos los “antisistema” en contra de la tauromaquia, y el malestar del gobierno, algo que se podía predecir con tan solo tener dos dedos de frente.  Pero los intereses de defender a sus protegidos y amigos –Familia Lozano y agregados- han pesado más que el bienestar común de la tauromaquia. En estos momentos, uno se debate, piensa, y reflexiona, que si este hombre ataca de esta forma a la tauromaquia, para defender a una familia de empresarios taurinos, apoderados taurinos y ganaderos,-Lozano- ¿Le podemos considerar un anti-taurino? Probablemente.

Igual que el radical anti-taurino, se inventa calumnias contra nosotros, toma como motivo de ataque bulos, y los sigue propagando y adoctrinando a sus fervientes e ignorantes seguidores. Zabala lleva un camino muy similar a cualquier “anti”, quiere vender humo y mentiras sin contrastar la verdad y hacer daño gratuito, a toda la tauromaquia. ¿Por qué ha borrado su último artículo? Se le ha visto la pluma, o el plumero. Cada mentira que contamos es una deuda con la verdad, y tarde o temprano, hay que pagarla.

Cuando pase todo esto, y volvamos a salir –Que nadie dude que los conseguiremos-, a renacer de nuestras cenizas como ave fénix, será el momento de analizar daños. Emprender un camino mejor, que nos vuelva a consolidar en el mundo, como lo que somos, un arte único. Tendremos que eliminar lastres, que solo buscan el agrado de sus amigos, aunque para ello condicionen a toda una tauromaquia y la arrastren a una cruzada animalista.

El animalismo sin cabeza tiene un adoctrinamiento enfermizo, aunque nosotros tenemos muchas armas y argumentos, para enfrentar, y dar a conocer al mundo sin complejos y tapujos, quiénes somos y qué es la tauromaquia.

Por Juanje Herrero