La corrida de El Pilar dio por concluido la feria de Astorga. Mañana no se podrá hacer el festejo de rejones debido… pues probablemente a dos factores los momentos que atravesamos sanitariamente y la falta de respuesta del público.

Una feria que tenía matices diferentes y que irradiaba personalidad, no ha obtenido respuesta por parte de el aficionado leonés y castellano. ¿Quién dará toros alguna vez en Astorga, vista la respuesta del público?.

Una corrida muy justa de fuerzas, -todos los toros perdieron las manos-, con toques de nobleza, en muchos casos les faltó trasmitir en el final de muletazo, ninguno mostró codicia, pero si clase y fondo de bravura.

El toque artístico lo puso Joaquín Galdós, con un toreo pausado, lleno de verdad y mostrando que ha madurado mucho en esta cuarentena. Tandas al natural al relenti. El pequeño príncipe peruano estuvo sembrado, vaciando el alma. Le tocó el mejor lote. Siempre citando con la panza, vaciando el muletazo detrás de la cintura, con una impecable colocación. Lucio las femorales y se lo arrimo. Ojo, si el año que viene sigue creciendo, tal vez tendremos una alternativa más al futuro. El sexto toro… estuvo por encima de un toro que acabó pidiendo la muerte.

Me parecen genial los indultos, siempre y cuando sean en todos los tercios completos. Con apenas un picotazo, el toro mostro una bravura pastueña que no llegó a transmitir toda la emoción que debería tener un toro de «vacas». Evidentemente en el tendido hubo opiniones para todos los gustos. Están los que buscan el torito que no de preocupaciones, ni síntomas de hostilidad. Eso no quiere decir que el toro fuera bueno.

Juan Leal llegará a lo más alto, y seguro que para quedarse. Le falta, acoplarse en ciertos momentos, templar algo más… y sobre todo dar más tiempo a los toros. El valores inconmensurable, algo que unido a sus cualidades harán que llegue. El día que pegue ese toque de madurez, será difícil sacarle de los grandes carteles. Hoy literalmente se jugó la vida. Algo que deja constancia de su compromiso. Excesivo el rabo. Cumplió con la espada, actitud, pero faltó colocación. 4 orejas y un rabo.

Uceda Leal dejó detalles, pero no tuvo adversarios dignos. Cogidos con alfileres, su toreo caro no pudo salir para hacernos disfrutar.

Por Juanje Herrero

Fotografías Xaume Olleros