Hablar de la asistencia de público en esta feria es una estupidez monumental porque, como todo el mundo ha visto, apenas cuatro gatos, menos incluso que en los días precedentes, lo que nos hace sospechar que la fiesta de los toros es un reducto del pasado y que, si queremos ver algo será por televisión porque a las plazas no acude nadie y, afirmar semejante verdad nos duele en el alma.
Ricardo Gallardo trajo a Vistalegre una auténtica corrida de toros en lo que a presentación se refiere porque hubiera pasado el reconocimiento en cualquier plaza de primera; pero una cosa es la presentación y otra muy distinta el juego que, ha sido calamitoso; salvo el último de la tarde, corrida para olvidar. Es doloroso lo que digo porque, como sabemos, Ricardo Gallardo nos ha obsequiado con páginas gloriosas en lo que a sus toros se refiere pero, al parecer, la pandemia les ha sentado muy mal porque cuesta mucho comprender un corrida tan descastada, criminal y sin el menor atisbo de lucimiento salvo el sexto que, ha dejado satisfecho al ganadero. Como fuere, algo ha pasado en Fuente Ymbro y, nada bueno; las pruebas no son otras que estos toros lidiados.
Finito de Córdoba, en su primero, le ha endilgado tres verónicas de ensueño; incluso el diestro albergaba esperanzas ante dicho toro pero, tras el tercio de varas, en banderillas ya ha cantado su mansedumbre horrible puesto que, su tarea no ha sido otra que escarbar. El animal embestía a oleadas, con un peligro sordo tremendo y, pese a ello, Juan Serrano le ha instrumentado varios muletazos marca de la casa. En su segundo, un pregonado y barrabás, peor que todos los de Podemos juntos, Finito lo ha lidiado por la cara, ha pasado un trago tremendo y lo ha matado, cosa que parecía imposible. Lo triste de la cuestión es que recordamos al mismo Finito en Valencia y Castellón del año 2019 en que, con dicho toros, creó varias obras de arte.
El Fandi es un espectáculo al más alto nivel. Esas piernas que tiene el diestro son las que le han aupado para poder torear mil quinientas corridas de toros en su larga carrera. Ha banderilleado a sus dos enemigos con mucha eficacia y, como digo, todo un ejemplo de atletismo al más alto nivel. Su primero era bronco, parecía pero no lo era y, David Fandila ha estado voluntarioso como es su norma. En su segundo, otro barrabás como el de Finito, si exceptuamos las banderillas, poco más se puede decir de este hombre que lo ha intentado sin tener material para ello. Mejor así porque ha mostrado su faz valiente y atlética que son los valores que le definen.
Daniel Luque se ha encontrado con un primer toro incierto pero que, a base de valor y de poder, aunque haya sido a regañadientes, el final se ha hecho con toro. No era una faena lucida, no podía serlo; pero sí de una entrega absoluta que nadie le recriminará. Su segundo, el toro de la tarde comparado con lo que anteriormente se había lidiado, Luque ha estado vibrante, voluntarioso con una decisión admirable que le ha llevado a torear con gusto y empaque en algunos momentos. Tiene mérito el hombre porque no está tocado por la varita mágica del arte, por tanto, lo tiene que hacer todo él que, ciertamente, nada deja por hacer. Claro que, dentro de lo que ha sido la corrida, lo de Luque ha sido muy notorio Estocada rotunda y dos orejas muy generosas.
Finito está anunciado con toros de Ricardo Gallardo para la feria de Nimes. ¿Se imagina alguien con qué ilusión acudirá el maestro de Córdoba a dicho convite? Insisto que, en este día, posiblemente haya matado Finito al toro más criminal que ha lidiado en su carrera.
Eso de ser ganadero de reses bravas debe ser el oficio más antipático del mundo porque, en honor a la verdad, ¿qué culpa tiene Ricardo Gallardo como persona para que le salgan esos toros infumables? De igual modo, como antes decía, ese mismo ganadero ha estado años lidiando auténticas corridas de toros bravas, encastadas, pletóricas, de las que permiten el triunfo a los toreros y reciben la admiración de los aficionados. Podríamos recordar decenas de toros de Fuente Ymbro; toros de escándalo por su bravura, casta y nobleza. Sin ir más lejos, en la feria otoñal de Madrid del año 2018, una corrida de Ricardo Gallardo permitió que Diego Urdiales lograra el mayor triunfo de su carrera y, otro toro de la misma ganadería, por su bravura, retiró del toreo a David Mora.
Pla Ventura
En la imagen de Muriel Feiner, una bella verónica de Finito de Córdoba.
