Como es bien sabido el pasado domingo en Teziutlán Puebla se lidiaron toros de la mítica ganadería de la divisa rojinegra «Piedras Negras». Esto no parecería muy relevante hasta que apareció Joselito Adame anunciado en el cartel en un interesante mano a mano con Jerónimo.

Actualmente existe una campaña sucia por parte de los medios y los mismos «profesionales» en contra de ésta ganadería pues según ellos no son toros aptos para la lidia. Claro, pues están tan acostumbrados a las embestidas borregunas y pastueñas de Teófilo, Bernaldo, Fernando, Etc. Que cuando llegan los toros encastados, con tiempos muy marcados entre los pases, con distancias muy precisas para los cites, toros que no perdonan errores con las telas, se ven desbordados y la pasan mal.

Lo que no saben (o no se quieren enterar mejor dicho) es que cuando logras «descifrar» al toro de Tlaxcala, te puede regalar las mejores embestidas para realizar el toreo eterno, de aquí hasta allá, como se debe torear en México.

Joselito Adame con el mote de «figura del toreo» decidió dar el paso adelante y enfrentó a un experto del encaste como lo es Jerónimo. Cortó dos orejas. Podrán gustar o no las maneras. Hay quienes argumentan que no estuvo a la altura de los toros, pero la realidad es que triunfó con «los imposibles». José Adame dio una bofetada con guante blanco a todos aquellos que argumentan que estos toros no sirven. Lo peor es que esos subalternos y periodistas que largan de Piedras Negras trabajan para Adame.

Jerónimo también estuvo muy bien y según nos comentan, hubo toros muy interesantes y nadie se aburrió en la plaza.

Queda demostrado pues, que los toros encastados también pueden dar tardes de triunfo si los toreros quieren y pueden hacer las cosas bien. Que éste es el camino para realmente figurar y no el camino de las cámaras y las relaciones públicas. Ahora Adame debería matar estas ganaderías pero en plazas importantes para reventar el escalafón y desprenderse del yugo de las figuras españolas.

Es nuestro deber como aficionados exigir que se lidien en nuestras plazas estas emblemáticas ganaderías. Las que llenaron de gloria a nuestra tauromaquia con su bravura y emoción. Las que dieron inicio a nuestra fiesta, a nuestro toro. Las que no aburren, las que no dan lástima.

 

Por Aguascalientes Torista