Por Paco Cañamero
No sirvió que El Juli, una de las actuales primeras figuras, se riera por dos años consecutivos de Guijuelo y de la propia afición salmantina; más aún en la segunda, que acabó siendo un insulto con mayúsculas a la Tauromaquia con esa indigna corrida y esos pitones masacrados que eran un delito a la grandeza del toreo. E incluso antes, también otros toreros de cierto nombre –y a quien la desnortada masa llama figuras y no lo son- también abusaron en esa plaza al protagonizar capítulos del billete grande y el toreo chico.
El pasado año, al finalizar la corrida del día dieciocho de agosto, tras el mano a mano entre El Juli y Diego Ventura, fueron muchos los aficionados que ese día dijeron que no volverían a esa plaza mientras no recuperase la seriedad. Y la grandeza y dignidad que debe tener una tarde de toros y muchas veces la tiran a la cloaca estas figuras actuales que han capitalizado los carteles de los pueblos para sumar. Porque en la Fiesta de ahora más que le emoción del arte, la magia de lo desconocido lo que intenta es sumar y sumar. Sumar corridas donde sea y quitándole los puestos al segundo pelotón, sumar orejas y puertas grandes, que ahora ya dentro de poco habrá que poner en los carteles: Al final del festejo saldrán en hombros los actuantes. Hoy ya no defienden la dignidad de las figuras, que es torear en las ferias, con el prestigio y la categoría que deben haberse merecido.
Caliente aún el inmenso abuso del Juli y cuando pensábamos que habían aprendido la lección vuelven a las mismas rodearas, apostando por una primera figura, que busca lo que busca –el dinero facilito y el torito mocho-. Ahora va ser Enrique Ponce al que acaban de anunciar en Guijuelo a bombo y platillo. Malo que una figura en pleno agosto busque el alivio en vez de pensar en Huelva, Gijón, Bilbao, San Sebastián, Beziers, Málaga, Ciudad Real, Dax, Cuenca, Pontevedra, Almería… en las ferias, que es el sitio de las figuras. Y donde deben estar, salvo alguna contada excepción –por paisanaje, hecho histórico…-. Este tipo de plaza, tipo Guijuelo, deben apostar por toreros emergentes y ya nombre y en boca de los aficionados –ejemplo de Emilio de Justo, Chacón…-, además de las novedades, junto a los más destacado de la torería salmantina. Esa es la combinación, jamás unas figuras que, hasta ahora, no han demostrado más que solamente le interesa el dinero.
Y es una que Guijuelo, donde siempre hubo tan buenos aficionados, se dejen engañar un año si y otro también por estas figuras. Más en Guijuelo, donde sus gentes lograron justa fama de excelentes negociadores que sabían defender hasta la última peseta. Por ese extraña que ahora se dejen mangonear, como han hecho estos años y todo apunta que no han aprendido la lección. Porque el sitio de Ponce no es Guijuelo.
PD: Y en el lado positivo no podemos menos que felicitar a quien corresponde por programar una novillada picada. Ahora que en Salamanca hay una excelente cantera, la villa jamonera apuesta también por el futuro. Y esta decisión la aplaudimos con tanta fuerza como censuramos ahora la presencia de Ponce, o los dos últimos años se hizo con El Juli.