Ha muerto en Logroño el último aspirante a torero del grupo de modestos de la postguerra.

Su última ilusión fue torear una becerra «virgen» y la cumplió con casi setenta años en la finca de El Viti.

El pasado 29 de enero falleció, por agotamiento natural, en Logroño Heliodoro Díaz Escalona “El Naranjero”. Nacido en Arnedo en 1926, llegó a Logroño con 5 años. Su vida comercial se desarrolló en la Plaza de Abastos de la capital de La Rioja. Muchos años en un puesto de frutas y verduras, con su madre, de ahí su apodo torero, y muchos más con su esposa Pilar expendiendo conservas, embutidos, jamones y con cartel especial en piezas de caza. Fue enterrado el 1 de febrero.

Al margen de su actividad comercial, “por entretenerse”, fue un especialista en la bolsa de valores o mercado bursátil. Me dejaba anonadado cuando me hablaba de acciones, bonos, activos y cosas de esas de las ignoro todo y jamás he practicado. Hasta sus muy últimos años, nos veíamos con frecuencia en la misma zona. Al final, bromeábamos con el coche “descapotable”,  que le costó mucho aceptar. Le era dificultoso caminar con muletas.  Estaba al tanto del toreo televisado y me contaba de sus tiempos de ilusión, discriminación y desengaño taurino.

Situémonos en la mitad de los años  cuarenta. Heliodoro, con Paco Miranda “El Pelucas”, Jacinto Ruiz “El Pintor”, Julio “Manchitas”, “Pacotín”, un tal “Pedret”, cordobés, y algunas veces “Mótil”, entrenaban en una explanada junto a la plaza de toros. A “Mótil”, luego Chucho Ortega, a veces le permitían practicar en el ruedo del coso. Disfrutaba de una situación social superior a los colegas citados. La discriminación ha existido siempre y en todo. Heliodoro me solía contar cómo admiraban los trastos nuevos de “Mótil”. Los tres hemos echado algún rato de recuerdos con trago. Jesús hace un par de años que se fue.

Entonces, y un poco más tarde, en Logroño había un grupo de aficionados, novilleros, banderilleros, mozos de espadas…de escaso relieve nacional ¡Pero había algo! Me vienen El Barquero, Currillo, Valeri,  Rioja, Illera, Armillita, Hueverito, Chicuelín, Pedro Goitia, Valentín Ruiz, Azcona, Chavola, El Maza… Yo los conocí por los años sesenta. Ninguno llegó a matador o figura destacada. El primero de alternativa en La Rioja fue Antonio León, año 1962, que nació en Arnedo el año 1930. Todos están ya en la balda.

Heliodoro acudía con los compañeros a las capeas de Laguardia, Lapuebla, Cenicero, Mendavia, Arnedo, Autol, Nalda, Navarrete, donde tuvo gran cartel…y con Illera, Rioja, Chicuelín, Miranda…pasaban el guante. Los boronos aficionados a la arena de los gaches no se lo ponían fácil y eran  celosos de los  “capas” forasteros.

En una ocasión estaba “El Naranjero” en el tendido de Arnedo y el anunciado para matar una vaca se lesionó en la tarea. Le pidieron que saltara al ruedo y toreó y estoqueó la funa con éxito lo que le valió que le anunciaran con un novillo alternando con el riojano “Armillita”. Le cortó  las orejas al eral.

Para “El Naranjero” suponía un lujo asistir a una “marca” o tentadero en las fincas y placitas que los paisanos Fidel Rubio o Etura preparaban para Jaime Noaín, El Barquero, amigo que lo solía “orientar” y asistió a su boda, y algunos señoritos o hacendados del lugar. O a las fiestas que organizaban Miss Albarda, el ferretero Amelivia o Jesús Urzay “Lambán”, también motejado “Pirulí”, que por cierto llegó a creer que “El Naranjero” progresaría en el toreo. Jesús tenía una guarnicionería en Marqués de Vallejo y alquilaba trastos y vestidos de torear usados. A Heliodoro no le cobraba el arriendo.

En Logroño, taurinamente, había… lo que había. A menos de una hora de la capital, caminando, pastaban “toros bravos”. En dirección a Burgos, casi en el casco urbano y tras el Hospital Militar, estaba “Prado Viejo”. En dirección a Soria, término de Lardero, existía “Prado Salobre”. Hacia Moncalvillo, saliendo por La Tejera, donde actualmente está  la cárcel, que ahora llaman Centro Penitenciario, se encontraba “La Coronilla”, camino al monte “La Pila”. Los titulares de las reses eran Fidel Rubio, Poli Lozano, Etura, Escolar…ganaderos de la tierra.

“El Naranjero”, que destacaba por fortaleza y habilidad derribando  las becerras, Miranda “EL Pelucas”,  de oficio barbero o peluquero y fue treinta años asesor en la plaza de Logroño,  “El Mótil”, “El Pintor”…no tenían cuartel por derecho. Eran años de estraperlo y necesidades y a los pastores o vaqueros se les agradecía el despiste con tabaco y otros productos muy codiciados. Allí estaban los “maletas” a las cinco de la mañana encerrando alguna becerra para darle capa…y a las nueve cada uno  en su puesto laboral de la ciudad.  Como si nada hubiera pasado.

El 2 de noviembre de 1945, en Logroño, torearon, o lo que fuera, un grupo de oriundos o de cerca y el festejo acabó en algo medio cómico. Se anunció a Pacotín, Naranjero, Chupita, Bienvenida, Camiserito, Armillita…Cuando veo la fotografía antes del paseíllo lo primero que pienso es cómo había tanto vestuario taurino, y tan diverso, en esta ciudad tan chica.

Hay una publicación titulada “La plaza de toros de Logroño en su 75 aniversario”. Autor es Jerónimo Jiménez que fue cronista oficial de Logroño. En 1946, 7 de julio, reseña una novillada  con erales de Nicasio Casas (Alfaro), para Luis Redondo, de Borox, ovación y aplausos; “Gallito” de dos Hermanas, aplausos  y Paquito Honrubia (Valencia), orejas y palmas. Y allí estaba Heliodoro como se aprecia en la fotografía. No sé si el riojano fue sobresaliente, le echaron un novillo, le dejaron hacer quites…No tengo ganas de consultarlo… pero voy a hacerlo. Busco en mi colección de El Ruedo” y con fecha 18 de julio de 1946, nº 108, leo lo siguiente: “POR ESPAÑA Y PORTUGAL”. “En Logroño se lidiaron novillos de Anastasio Martín. José Redondo y Paco Honrubia fueron ovacionados”.  No hay más. Pregunten al torilero y que lo aclare. Cosas de la información en la postguerra para los que suelen enaltecer “la prensa e información de entonces”…que era de escasa y peor calidad…y con menos medios.

Heliodoro siguió con la afición y el 12 de junio de 1947, fiestas de san Bernabé, toreó la parte seria de “El Empastre” con “Manchitas”, riojano que fue sobresaliente en un mano a mano de “El Naranjero” con el algabeño Jaime Malaver que llegó la alternativa y también tuvo un hijo matador. Novillos de Encinas. Fue el 24 de abril de 1949.  El riojano solo consiguió aplausos y decidió tratar de hacerse banderillero ya que el capote se le daba bien y con los palos andaba fácil.  Como banderillero debutó en un festejo de Cestona acompañando a “Currillo”.

Los años pasaban, las oportunidades no llegaban y la cordura le hizo pensar.   Me contaba Heliodoro que cuando empezó a despuntar Antonio León, coincidió con él en una reunión de taurinos en la cafetería “Noche y día” de la calle San Juan. Los dos de Arnedo…Le expuso que pretendía hacerse banderillero, que si en sus novilladas lo podría colocar…y Antonio le explicó que su cuadrilla, salvo a “Valeri”, la contrataba en Madrid. Fue el cierre a su ilusión profesional.

“El Naranjero” continuó matando el gusano en las fiestas del Club Taurino de Logroño, donde saltaba al ruedo de vez en cuando, y siguiendo los pasos toreros de algunos de los oriundos que vinieron  después que él.  Su ilusión era ponerse delante de una becerra “virgen” de prestigio, cosa que no había logrado conseguir. Colmó su sueño en la finca “Traguntía” de Pozos de Hinojo, con Illera y  Miranda que le acompañaron en su sueño. Tenía casi 70 años y el “coche de cuadrillas” lo condujo su hijo Heliodoro, fallecido en el año 20 por COVID. Se emocionaron y abrazaron hasta con lágrimas. Presentes, novilleros y aficionados riojanos, El Viti y el fotógrafo Canito con su “sobrino”, el novillero alicantino Luis Amador. En la misma jornada, “torearon” en “Hernandinos” becerras de Dionisio Rodríguez.

Vaya este respetuoso recuerdo a los “toreros” modestos que nos precedieron que si no alcanzaron la gloria sí mantuvieron el rescoldo del toreo, en años difíciles, que alimentó a posteriores y benditos ilusos hasta hoy..

Pedro Mari Azofra. 

PIES DE FOTO

-Logroño 1945: Rafael Azcona, Heliodoro, Ascazíbar y Valentín Ruiz.

-“El Naranjero”, de luces, y un grupo de “toreros” locales en un festejo.

-Novillada. “El Naranjero”, Paco Honrubia y Redondo.

-Julio 1961. Plaza de Logroño. Toreros y aficionados locales. Heliodoro, primero de pie a la derecha.

-Chucho Ortega “Mótil” y Heliodoro “El Naranjero”.