-Se fue Clemente “Luguillano grande”: Torero, ganadero de bravo, apoderado, empresario, soñador, condescendiente, iluso…y origen de una estirpe de toreros.

-Fue promotor y “maestro” en los inicios de sus hermanos Santiago y Juan Carlos y desde los años  80 de sus hijos Jorge y David…todos “Luguillanos” en los carteles y varios con proyección y muchas tardes de trofeos en Madrid.

-Mereció, por esfuerzo y entrega, que alguno de los descendientes se consolidaran como figuras del toreo para alivio de tantos desvelos e ilusiones: A puntito estuvieron Santiago y David.

Cuando se iniciaba mayo del 2.022 nos dejó con 90 años Clemente Castro Sanz “Luguillano grande” o el único “Luguillano” muchos años. Me vinieron muchos recuerdos simpáticos que dejé en breves notas y con tiempo iré ordenando sin  esclavizarme con las fechas. Porque Clemente fue un taurino peculiar y un ser humano también especial y, para mí, digno de recuerdo y ejemplo en comportamientos e insomnios.

Clemente, como sus hermanos, nació en Mojados (tierra de pinares) pueblo a 25 kilómetros de Valladolid, carretera a Segovia. Andará por los 3.000 habitantes y luce iglesias mudéjares, ermitas (virgen de Luguillas) y reproducciones históricas basadas en el encuentro de Carlos V y su hermano Fernando, al que había desterrado, y nieto materno de los Reyes Católicos ¡Esas cosas! Son actos que, tengo para mí, merecen una visita más por el ambiente local que por el significado histórico que nunca nos lo contaron con rigor.

Clemente fue novillero, apoderado, empresario en numerosos pueblos y se mantuvo 75 años en el mundillo taurino. Cuando toreaba su hijo David ondeaba dos pañuelos, uno en cada mano, pidiendo orejas y siempre estuvo al servicio de la fiesta de toros en mil facetas. En Vista Alegre de Madrid toreó tres tardes en el 58 y en  Olmedo, mediados los años sesenta, tuvo una lesión fuerte de cúbito y radio en un brazo y tras operaciones e injertos no logró recuperarse del todo.

El año 1972, 1 de febrero,  fue protagonista en el paseíllo y empresa en una novillada en Valdemorillo, con 44 años y más de una docena de ellos sin vestirse de luces. El empresario-torero dio una vuelta al ruedo y acabó pitado en su segundo. Alternó con Palomo II y Niño de Aranjuez. Siempre fue Clemente un hombre soñador, visionario, idealista  y acompañando a su nombre papal, tolerante, comprensivo, indulgente, benigno, promotor…

Inició en el toreo a su hermano Santiago Castro “Luguillano” por los años 50- 60 y al año siguiente, 1961, ya toreó con los montados alternando con el veterano riojano Antonio León en Zaragoza. Tres o cuatro años más tarde tomó la alternativa en Castellón con Bienvenida y César Girón, en el 67 cortó tres orejas en Madrid por cuya puerta grande salió 3 tardes seguidas de matador y algunas de novillero.

Este Santiago, que confesaba haberse hecho torero por dinero, se retiró a finales de los 60 imposibilitado por cornadas y lesiones. En sus principios lo apoderó Clemente con fuerte ayuda de Prudencio García Encinas, veedor de Chopera en Salamanca, y en su época triunfal fue su representante José Gómez “El Sevillano”, al terminar su gestión con Diego Puerta. Recuerdo a este Santiago “Luguillano” como prodigio del temple. Muy buen torero. Ganó dinero, lo invirtió en campañas de plumas y medios mangantes para revitalizar su carrera y al retirarse puso una carnicería en su pueblo y tuvo que pedir 6.000 pesetas a su padre para matar el primer gorrino. Anécdotas que me contaba Clemente con todo detalle.

Por cierto. Me vienen al puchero algunos datos sobre “El Sevillano” al que conocí personalmente en Sevilla, Granja Garigó, por los años 67, 68, 69…más o menos. Un hombre simpático para hablar de toros…sin intereses. Murió pocos años después con unos 60 años. Tuvo su influencia en el toreo y se hizo popular como banderillero de Pepín, Juanito Belmonte, Andaluz, Gitanillo…Apoderó a Miguelín, Diego Puerta, Limeño…Y he escuchado, y leído, del descontento administrativo de “sus” toreros.

Bar “Sport” de la sevillana calle Tetuán. Presente Fernando de la Cámara, Manolo Chopera…Año 68. Diego Puerta contaba como después de dejarse matar por el miura Escobero, 5º de la tarde, berrendo en negro y al que cortó una oreja, en La Maestranza  por abril de 1960…al terminar la temporada le debía dinero a “El Sevillano” aunque había toreado 70 corridas de toros. Es cuando se fue con Los Algabeños, familia de su mujer. Lo mismo repitió Diego en tertulia pública en el Club Taurino de Pamplona, invitado por Ignacio Usechi, un cuarto de siglo después, más o menos.  La finca que adquirió Diego en Los Palacios, y en la que disfrutó su padre con su carruaje especial tirado por caballo en los paseos, se llamó “Escobero”.

El otro hermano, Juan Carlos “Luguillano Chico”, tomó la alternativa en Valladolid el 20 de septiembre de 1971, con 22 años y Diego Puerta y El Cordobés en el cartel, y murió en Mojados en 2006 con 58 años a causa de in infarto. Tras la alternativa se quitó “del toro”.

SUS HIJOS JORGE Y DAVID

Lo anterior es síntesis histórica familiar  luguillanera pero mis recuerdos vividos son posteriores: De cuando sus hijos Jorge y David debutaron de luces en la “vieja” plaza de Logroño en 19883. Día 11 de junio san Bernabé, patrón de la ciudad que presumió de carteles taurinos con corridas de toros de importante cartel, novilladas, a veces los dos festejos aprovechando fechas…y hace “siglos” no se programa ni el desayuno.

El Club de Leones riojano y un grupo de aficionados locales organizaban novilladas a favor de Cocina Económica, centro asistencial histórico. Siempre hubo considerables beneficios. Ese año se anunciaron erales de Carmen Lorenzo (esposa de Niño de la Capea) y debutaron de luces, azul  y rosa y oro, Jorge y David “Luguillano”. Por delante Gallito de Alfaro que cortó una oreja a cada novillo, dos cortó al sexto David y una al quinto Jorge. Los tres fueron paseados a hombros.

Los novillos, muy bien presentados y excelentes el primero y segundo, dieron de media en canal 156 kilos. Se cubrió un tercio de plaza, hubo algo viento y abundaron los detalles de torería y gusto. No olvido que se colocaron 17 pares de banderillas que me recuerdan a Paco Morán, El Sevilla, El Sastre, Ciriaco…

Resultó un bello acontecimiento y Clemente con el mozo de  espadas Gabriel “Cachichi” saltaron emocionados y llorando a saludar a la organización. Fue ilusionante ver a tres chiquillos torear tan bien.

¡Y las cosas de Clemente! En  el campo, las veces que visitó la partida, observó algún ejemplar un poco “descaradito” de cuerna y al pasar por La Glorieta de Salamanca metió el camión, del transportista de ganado Mosquete, a corrales para “asear” un poco lo que desentonaba. Todo sin consentimiento de “El Capea” que era devoto del toreo de David y fue su protector ayudándole cuanto pudo. Los “julais” de la organización que conocíamos los erales en el campo nos dimos cuenta…pero ya no tenía remedio ni valía la pena comentarlo.

Clemente por tratar de facilitar las cosas de los hijos se pasada del escalón de honor como taurino a…un poco tunante o pícaro. Como persona era de una humanidad desbordante en el trato cívico.

Ese año fue histórico en Logroño y La Rioja que programó 12 corridas de toros, 6 en Logroño, y tuvo lugar el primer encierro de la Historia en Logroño con un llenazo acojonante por las calles y en la plaza desde hora mañanera. También tomó la alternativa en Barcelona Manolo Martín, con El Capea y El Soro, hijo de un riojano de Munilla. El año también destacó llamativamente por la manipulación de astas de toros…a nivel general. La estética para la correcta presentación.

Recordando detalles, este año se homenajeó a Ismael Romanos “Pepe Capa”, murió al año siguiente,  y Ricardo de Castro, falleció Celestino Prados, “Matorro” de banderillero, o “Morenito de la Rivera”  de becerrista y en las corridas mateas se obtuvieron 9 orejas y se silenciaron 8 faenas y pitaron otras 8 ¡En 36 toros! Lo menciono por los de “lo de antes fue mejor”… “¡Aquellas eran corridas de toros!”.

El 10  de junio del año siguiente, motivados por la misma celebración y con los mismos objetivos y “empresa” se repitió el cartel de novilleros con erales de José Matías Bernardos “El Raboso”. La media en canal fue de 205 kilos, todos justos de fuerza, tercero y quinto de lujo para torear, buenos primero y cuarto… Al de Alfaro se le silenciaron sus dos intervenciones, Jorge escuchó aplausos y David palmitas y silencio. Decepción total. Se debieron cortar un saco de orejas, se fueron los animalitos sin torear, matando resultó un desastre la escena en todos los novillos, los chavales sin ganas de ser toreros…En taquilla se hicieron 570.000 pesetas. En las tareas muleteras faltó mimo, toreo y sobraron trincheras, doblones y latigazos…que suelen provocar las precauciones. Hoy…tan lejos, hasta puedo pensar que no se atrevieron con los seriecitos erales. Que faltó decisión y valor para estarse quietos e interpretar el toreo que hacía un año demostraron conocer. Así de claro.

En Logroño estuvo con los Luguillano, y en alguna charla, el pucelano Juan Antonio Arévalo Santiago. También coincidimos en la finca “El Refugio” de Los Castro. Alma de la Ley Taurina de 1991, militante e impulsor socialista y senador por Valladolid en seis legislaturas. Gran aficionado. Murió con 87 años cuando se iniciaba agosto del 2022. De él debieran aprender la mayoría de políticos indeseables que no valoran la fiesta española de toros o son indiferentes y hasta contrarios. Por sus desvelos a favor de una fiesta auténtica sin trampas, afeitados y otras chapuzas.

DAVID, MATADOR DE TOROS

David Luguillano obtuvo una oreja el día de su alternativa en Valladolid con Roberto Domínguez y Ortega Cano en el cartel. Fue el 13 de mayo de 1990, san Pedro Regalado, y vistió de blanco y plata. En septiembre del año siguiente la confirmó en Madrid  con José María Manzanares y César Rincón en el paseíllo. Toreó en Francia, Sevilla, México, Colombia, cortó 2 orejas a un “carriquiri”, en 2003 salió a hombros en Pucela, varias veces triunfó en Vista Alegre de Madrid…y hasta le recuerdo en un festival, a plaza vacía o casi, en Santo Domingo de la Calzada.

Tuvo pasajes de suprema torería en las plazas, personalidad, pellizco, ángel, buen corte…para hacer consentir mucho más que a donde llegó. Lo apoderaron los Hnos. Zarzalejo, su hermano Jorge, José Félix González…siempre le ayudaron los Martínez Uranga, en los inicios y después le ayudó mucho Niño de la Capea…y el que más…su padre. Mi amigo Clemente que tuvo fe, esperanza…y puso en el proyecto todo lo que humanamente pudo…y mucho más ¡Hasta dos pañuelos el día que toreaba “el chiquillo”!. Y llevaba en el bolsillo más retal para repartir a los despistados.

David está asentado en una finca de Cubillas de Santa Marta, a 30 km. de Valladolid en la comarca de la Campiña del Pisuerga. Limitando con tierras de Dueñas y Valoria la Buena. La tituló “Ruiseñor” como el toro de su alternativa. No tiene ganado bravo. Solo un par de caballos para entretenerse y una placita de toros para si un día se encierra con unas becerras entre amigos.

Aquí tuvo David a Clemente sus últimas horas.

Jorge toreó novilladas en plazas de escaso relieve y el año 1987 mató el último utrero. Organizó festejos por tierras castellanas y apoderó al rejoneador riojano  Sergio Domínguez, a los matadores Sánchez Vara, Diego Urdiales, José Luis Moreno…y mayormente a su hermano David.

Todo lo anterior está apoyado en  el recuerdo a Clemente con el que algún ratico hemos echado en su finca “El Refugio” con ganado bravo, placita agradable, tentadero…y un macho, o mulo,  con una fijeza que no conseguía en los erales. Tanto llamaba la atención el dócil animal mirando la pared, que los que presenciamos su actitud solíamos decir, cuando alguien se centraba en algo de forma llamativa: “Tiene más fijeza que el macho de “Luguillano”…al que he querido homenajear…a mi manera.

Pedro Mari Azofra

PIES DE FOTOS

-Jorge y David en su debut de luces en Logroño. La familia “Luguillano” por el año 93 en Burgos. Clemente en el campo con el senador Arévalo Santiago. David toreando al natural y Jorge el 11 de junio del 83 en Logroño. Paco Morán, Mariano “El Molareño”…