DE CATAFALCO Y AZABACHE SE VISTE EL CORAZON

 

Se nos fue, se nos ha ido el mayor protector del patrimonio ecológico taurino. Se nos fue el padre, el hermano, el abuelo, el amigo, el GANADERO con mayúsculas. Reciente Premio Nacional de la Tauromaquia (2017), Medalla de Oro de las Bellas Artes (2014). Luchador y defensor incansable de la integridad del toro. Premiado, aclamado, loado…

Pero se nos fue, 88 años, más de medio siglo dedicado en cuerpo y alma a sus toros, a su campo, buscando siempre la mejora de la bravura de sus animales. Hombre de marcada personalidad que no obedecía ni a modas, ni a sistemas, simplemente era D. Victorino, D. Victorino Martín Andrés, ese que hablaba con vehemencia sobre público y matadores, ese que bien sabía lo que quería conseguir cuando compró las cabezas de Albarraseda.

En los últimos tiempos, debido a su avanzada edad, medía mucho sus apariciones públicas, en mi caso, la última vez que le vi en persona fue en Navalmoral de la Mata (Cáceres) en donde Rafael Cerro lidió un toro de su ganadería en su encerrona de mayo de 2016.

Aún así, su impronta ha seguido marcando los derroteros de su ganado, bajo la atenta mirada de sus hijos Victorino y Ana Isabel.

Huérfano queda el campo, huérfanos los taurinos, pero estoy convencida que, desde ese trocito trocito de cielo, desde el burladero de ganaderos, D.Victorino seguirá atento a las evolución de sus cárdenos.

De catafalco y azabache se visten nuestros corazones para despedir a un grande, al ganadero de Madrid.

Descanse en paz D. Victorino Martín Andrés.

 

El equipo de www.torosdelidia.es quiere emitir nuestro más sentido pésame a familiares y amigos de D. Victorino Martín Andrés y nos unimos al dolor de la familia taurina por tan irreparable pérdida.