Cuatro y veinte de la madrugada, otra vez me asaltan los pensamientos que no me dejan dormir.
Me acuerdo de esa parte de la letra de aquella canción de Pepe Rissi que decía:
«Dan las 3 de la mañana y yo sin poder dormir, doy mil vueltas en mi cama, solo pienso en ti; Qué sé yo, si estoy tan solo, no puedo hablar con nadie», él acabó sintonizando a los Rolling Stones para seguir con su letra y yo acabo de abrir el blog para continuar con la mía.
Y es que entre otros pensamientos me acordé de algunos valientes, así que hoy escribiré lo que siento y pienso de algunos de ellos.
Para mí y para muchos el maestro «Antoñete», (D.E.P.) fue un torero aparte de artista, un torero también valiente porque hay que ser muy audaz para ponerse delante de un toro con 60 años, recibirlo con la muleta a la distancia que él lo hacía y torear con la pureza que él toreaba.
Valiente ha sido el maestro Rafael de Paula para torear con ese duende, ese arte, ese empaque y esa plasticidad pese a que , tenía las rodillas destrozadas que le dejaban limitado de facultades, pero sus muñecas y juego de brazos hacían posible en el ruedo el milagro del arte que le nacía de adentro.
Valiente también ha sido el maestro Curro Romero que siguió toreando hasta avanzada edad, Romero era la esencia del temple, de la naturalidad, de acariciar y acompañar las embestidas del toro con todo su ser, él no sabía mentir delante del toro y para eso hay que ser muy valiente.
Valientes fueron por lo que leí y dicen de ellos, los maestros, Joselito «El Gallo», Juan Belmonte, Sánchez Mejías, «Manolete «, trajeron al toreo, inspiración, literatura, conocimientos, personalidad, torería, grandeza y valores que perduran en el tiempo.
Valiente fue el maestro «Paquirri» hasta el último suspiro de su vida, en los ruedos fue ejemplo de raza y pundonor y uno de los toreros que mejor a mi corto entender hizo la suerte de matar.
Valientes fueron los expertos, “Yiyo», Fandiño, Víctor Barrio, Campeño, Montoliu, que perdieron su vida en las astas de un toro y engrandecieron la tauromaquia.
Valiente es el competente Vicente Ruiz «El Soro» que en los ruedos lo dio todo y por culpa de un percance lleva un montón de operaciones en una rodilla, jamás se le oyó quejarse de su suerte y sigue siendo un apasionado de su profesión.
Valiente eres tú, Jesús Delgado que te sigues poniendo delante del toro después de tantos años y lo sigues haciendo con la afición y torería de siempre, compañeros de tu generación ya hace algunos años que dejamos de torear, «Viva tu afición incansable torero».
Valiente era «El Lobo» que se la jugó por los caminos y dehesas en las noches de luna llena.
Valientes fueron todos aquellos toreros que perdieron su vida en cualquier ruedo o capea de pueblo y sus nombres no alcanzaron ni fama ni gloria.
Valientes son aquellos toreros que apenas torean y solo les mantienen su afición y sus sueños.
Valientes son los chavales que se aventuran a querer ser toreros en estos tiempos de dureza e incomprensión.
Valientes fuera del ruedo en sus respectivas profesiones son y han sido, don Camilo José Cela que de joven hizo sus pinitos en el toreo, después dedicó su vida a ser un magnífico escritor, una frase célebre del maestro de la literatura es «quise ser torero, pero solo llegué a premio Nobel» que valiente y humilde a la vez hay que ser para decir y escribir esa frase.
Valientes son los cantantes Joaquín Sabina y Andrés Calamaro que en estos tiempos donde para una parte de la sociedad está mal visto ser aficionado a los festejos taurinos, ellos van al tendido de cualquier plaza de toros sin taparse y defienden públicamente su pasión por la tauromaquia, hay un vídeo de Calamaro toreando en el escenario con un capote de brega al término de uno de sus conciertos, estos artistas son compositores de gran parte de las mejores letras que se han escrito para interpretar canciones.
Valientes son los periodistas y escritores Paco Cañamero, Pla Ventura y algunos más que se me escapan ahora de la memoria, valerosos porque escriben con sentimiento la verdad que otros callan, esforzados porque escriben con la gallardía de la independencia sin tener que dar explicaciones a nadie.
Yo no digo que lo hagan todo perfecto, porque son humanos y como me decía mi padre, «no busques la perfección en el ser humano porque no existe», pero esos periodistas lo hacen desde lo que ellos consideran la verdad y lo que es de justicia y eso es digno de respeto.
Valientes son los incansables periodistas Pedro Mari Azofra y Manolo Molés porque hay que ser muy valiente para seguir haciendo periodismo con esa pasión desde hace más de cincuenta años les caracteriza.
Valientes son aquellos ganaderos, que, en estos tiempos de crisis y donde apenas pueden lidiar sus reses, no tiran la toalla y siguen amando al toro.
Valientes son los aficionados de Madrid que van durante toda la temporada a la plaza y no solo en San Isidro como otros para dejarse ver.
Valiente soy yo que estoy escribiendo como un tonto desde las 4,20 de la madrugada y son las 6,10, pero confieso que me acabo de convertir en un cobarde, porque hasta aquí llegó mi relato de hoy.
Firma un miedoso torero del pasado que hoy escribió de valientes.
Julián Maestro, torero
P.D.- Sé que se me quedaron en el tintero muchos valientes, les pido perdón, pero hoy me acordé de estos.
Puesto que nuestro compañero nos habla de los grandes del periodismo, he aquí dos imágenes al respecto. En la primera vemos a Pedro Mari Azofra junto al inolvidable Joaquín Vidal y, en la segunda, a Paco Cañamero presentando una de sus obras maestras, Fado Entre Encinas.