Sin duda alguna, la actuación que protagonizó el pasado lunes Jorge Javier Vázquez nos ha hecho temblar a todos; raro es el medio que no le ha dedicado un espacio porque, repito, su singular actuación merece toda nuestra atención hacia un personaje mediático que, será lo que quiera, pero ha demostrado tener un valor espartano. Aquello de confesar que su programa era un espacio para rojos y maricones, es decir, un elevadísimo número de españoles, ciertamente, se necesita mucha dosis de valentía para expresarse de tal modo.

Tipos como el citado son peculiares en esas televisiones basura que quizás usted y yo no vemos nunca pero, como se trata de una cadena privada y lo que quiere son beneficios, sin lugar a dudas, mediante dicha basura humana los adquiere por completo y, como no podía ser de otro modo, había que poner al frente, a ella, Jorge Javier Vázquez que, con todo orgullo lo confiesa.

Millones de personas vivimos equivocados porque como se ha demostrado mil millones de veces, lo que vende y trasmite son la mariconerias y ellas, las mariconas que venden su producto con un gusto exquisito, hasta el punto de que, como le ocurriera a Vázquez, si en el programa sale un hombre tertuliano que, para colmo, se le ocurre criticar veladamente a Pablo Iglesias, de ahí la bronca en cuestión; ella no se pudo aguantar: ¡Este programa es de rojos y maricones! Tras aquella bronca, el contertulio, es decir, Antonio Montero quería que se lo tragara la tierra porque, para colmo de las desdichas, hasta mencionó a VOX y, ella no pudo más. A partir de aquel instante, la locura estaba servida.

Jorga Javier Vázquez es un tipo muy listo, hábil ante todo; sabe de las carencias de millones de personas y les alimenta el ego con la basura que los demás le reclaman, lo que por ello pe pagan cientos de miles de euros. Menudo negocio. Ni él mismo lo creería el día que empezó con dicho bodrio. Claro que, como cualquier rico progre, defiende a Pablo Iglesias su prototipo en todo, especialmente en lo que al rojerío se refiere. Y, como Iglesias, odia los toros, la religión, el ejército, a las fuerzas del orden, a los empresarios, a la gente normal que se gana la vida honradamente; es decir, odian todo, salvo el capital que tienen en el banco para hacerles creer a los imbéciles de este mundo que están junto a ellos.

Ahora estamos sufriendo la pandemia pero, al personaje citado ya hace años que lo sufrimos; en realidad, lo sufren los memos que se ponen frente a la televisión habiendo libros por las estanterías; pero de todo tiene que haber en la viña del Señor. ¡Qué gran favor le han hecho las televisiones a decenas de tipos como el citado! Son ineptos, gandules, desprecian a las mujeres y, con dichos “valores” han triunfado en la televisión.

¿Cómo puede ser posible que todos los rojos maricones de España, podridos de millones, TODOS están junto a los pobres; o los pobres son tontos porque se lo creen, o ellos son unos sinvergüenzas innombrables? El mundo está al revés. Ya nada es como antaño donde lo normal era lo normal; ahora, lo normal es lo otro. Barrunto que nací mucho antes de hora, no se puede entender de otro modo.

A tenor de lo que está sucediendo en la sociedad actual, me viene a la mente un chiste muy gracioso que tiene mucho que ver con el personaje aludido.

-Mamá, -dice el hijo a su madre- tengo un gravísimo problema y no sé cómo contártelo.

-La madre le responde. Hijo, soy tu madre, todo lo que me digas lo podré entender y siempre te apoyaré.

-Es que es muy grave, mamá.

-Adelante hijo, sé valiente que como te decía te entenderé y comprenderé.

-Tú lo has querido, mamá. ¡Me gustan las mujeres!

-Y la madre, temblorosa le dije al hijo. ¡Eso es gravísimo, lamento no poder ayudarte!

Moraleja.